Carbón para los políticos homófobos de Hawaii

El miércoles 13 de noviembre, el gobernador de Hawaii Neil Abercrombie promulgaba la ley de matrimonio igualitario, aprobada anteriormente por las dos cámaras legislativas del estado. Hawaii se sumaba así a los territorios de los Estados Unidos en que se permite el matrimonio entre personas del mismo sexo. Pero la ley no fue aprobada por unanimidad. En la Cámara de Representantes se registraron diecinueve votos en contra de la igualdad LGTB. Uno de los conciudadanos de estos representantes ha querido ofrecerles un regalo muy especial.

No se sabe a ciencia cierta si tiene que ver con la proximidad de las Navidades o es mera coincidencia, pero a los diecinueve representantes que votaron en contra del proyecto de ley SB-1, que legislaba el matrimonio igualitario, les han regalado carbón.

El jueves 21 de noviembre se recibieron en la Cámara de Representantes los diecinueve paquetes. Consistía cada uno de ellos en una caja negra envuelta en papel de seda verde, que contenía una bolsa de color rojo donde se encontraba una sustancia sólida y negra. Al principio se creyó que era un trozo de lava, que en la tradición hawaiana es augurio de mala suerte, pero luego se comprobó que se trataba de simple carbón. Junto al trozo de carbón había una nota:

«Te dejaste un trozo de tu corazón en el hemiciclo cuando votaste en contra del SB-1… El estilo de vida que has elegido, consistente en juzgar a los demás y en la ignorancia es muy desafortunado. Buena suerte en las próximas elecciones».

Los representantes afectados han reaccionado de muy distinta manera. Algunos han entregado el paquete a los responsables de seguridad de la Cámara de Representantes, pero las autoridades no van a perder tiempo en investigar el hecho, puesto que enviar carbón a los representantes políticos no es un delito en Hawaii.

Otros, sin embargo, han hecho gala de un mayor sentido del humor. Marcus Oshiro, por ejemplo, considera que “el mensaje es que no he sido un chico bueno este año, que he sido travieso. Me temo que muchos opinan lo mismo en estos momentos”, añadiendo que guardará el trozo de carbón como un “recuerdo” y deseando a su remitente una feliz Navidad.

Esperemos que hagan lo posible en el futuro para no merecer más carbón.