Detenido en Uganda el activista LGTB Sam K. Ganafa
La policía ugandesa ha detenido al activista LGTB Sam K. Ganafa, director ejecutivo de Spectrum Uganda Iniciatives y presidente de la coalición Sexual Minorities Uganda. La detención se produjo en el propio domicilio de Ganafa, siendo también arrestados dos invitados que se encontraban presentes en ese momento.
Spectrum Uganda Iniciatives es una organización que se ocupa de ofrecer información y asesoramiento sobre el VIH a los hombres que practican sexo con hombres, a la vez que lucha por la defensa de los derechos LGTB en el país africano. Desde hace ocho años, Sam K. Ganafa, su máximo responsable, ha abierto las puertas de la sede de la organización a todos aquellos que han necesitado cobijo, sobre todo a las personas LGTB que se han quedado sin hogar debido a su orientación sexual.
Ganafa es conocido y respetado por la comunidad LGTB como un modelo a seguir, siendo uno de los pocos hombres homosexuales de edad avanzada que viven su orientación sexual abiertamente en Uganda.
Según la policía, Ganafa ha sido denunciado por un joven llamado Disan Twesiga, que le acusa de haberle sodomizado e infectado con el VIH. Los activistas de Kampala, sin embargo, temen que se trate de un montaje destinado a desacreditarle socialmente y dar un golpe de gracia al activismo LGTB en Uganda.
Si se presentan esos cargos, según la legislación vigente, Sam K. Ganafa podría ser condenado a penas que oscilarían entre los siete años de prisión y la cadena perpetua. Si el proyecto de ley que persigue endurecer el tratamiento penal de la homosexualidad, aplazado al parecer de forma indefinida, hubiera sido aprobado, Ganafa podría haberse enfrentado a la pena de muerte.
Realidad de las personas LGTB en Uganda
Como indicábamos, en Uganda las relaciones homosexuales entre varones son ilegales y están penadas con dureza. Existe además la perspectiva de un proyecto de ley que trata de endurecer las penas de los delitos relacionados con la homosexualidad, llegando incluso a considerar la pena de muerte para determinados casos. La aprobación del proyecto de ley ha sido tanto prometida como posteriormente aplazada, debido al temor a perder las ayudas económicas al desarrollo que prestan los países occidentales.
En Uganda reina, además, una fuerte homofobia social. Allí fue asesinado en enero de 2011 el activista gay David Kato (su asesino fue condenado a 30 años de cárcel). Kato era uno de los 100 ciudadanos homosexuales cuyo nombre y fotografía habían sido publicados por Rolling Stone (una publicación local), acompañados de la leyenda “Hang Them” (“a la Horca”). Incitación al odio homófobo repetida recientemente por la publicación sensacionalista Red Pepper, que publicó una lista de supuestos “reclutadores gays” que incluye nombres y fotos.
El 31 de diciembre de 2012 fue detenido Joseph Kawessi, acusado de cargos como “conocimiento carnal contra el orden de la naturaleza” y “reclutamiento de jóvenes para la homosexualidad”. Días más tarde también fue arrestado su compañero Najibu Kabuye, cuando acudía a visitarlo a la comisaría. Estas detenciones se producían tras el asalto a la sede de Sexual Minorities Uganda (SMUG), en el que fueron robados ordenadores que contenían datos sensibles de los miembros de la organización.
Pese a todo, los activistas LGTB siguen al pie del cañón, como demostraron en junio de 2012, cuando miembros de Ice Breakers Uganda inauguraron en Kampala la primera clínica del país dedicada a las necesidades del colectivo, con un enfoque especial sobre VIH/sida y otras infecciones de transmisión sexual. Uganda ha sido también protagonista por la campaña de activistas informáticos boicoteando las redes de gobiernos africanos que persiguen a sus minorías LGTB, entre ellos el ugandés.
Ser un activista LGTB en Uganda ya convierte al sr. Ganaf en un héroe, y no me queda la menor duda de que la denuncia es una trampa del gobierno ugandés para quitárselo del medio.