Deportada a Uganda una joven lesbiana residente en el Reino Unido
Terrible noticia que nos llega del Reino Unido. Una joven lesbiana de 20 años, procedente de Uganda y que llevaba tres años viviendo en Gran Bretaña, fue deportada el pasado jueves a su país de origen, donde se enfrenta a una de las sociedades más hostiles de África contra las personas LGTB. La chica, conocida como Prossie N, fue víctima de abusos sexuales en Uganda y se encontraría además gravemente enferma.
La historia de Prossie N, según relata la organización GayAsylumUK, ha estado plagada de enormes dificultades. Huérfana desde su infancia, a partir de los ocho años fue víctima de abusos sexuales y violaciones por parte de su tío. A los 13 años la sacaron del colegio y a los 15 descubrieron su orientación sexual, lo cual no le dejó más alternativa que vagar por las calles. Después inició una relación en secreto con una mujer casada, quien le consiguió un pasaporte y se la llevó al Reino Unido en septiembre de 2010, donde mantuvo varias relaciones con mujeres.
El pasado 21 de julio, la Agencia de Fronteras del Reino Unido llevó a cabo una redada en la casa donde vivía y arrestó a Prossie N, quien fue trasladada al centro de estancia temporal de inmigrantes de Yarl’s Wood, en espera de su deportación. Un primer intento de expulsarla del país fracasó por la resistencia que opuso la propia joven, que llevó al piloto del avión en el que la obligaban a viajar a negarse a llevarla a bordo. En esta segunda ocasión, por desgracia, la deportación se ha llevado a cabo.
GayAsylumUK advirtió de que Prossie N “se enfrenta con seguridad a una persecución legal y a la probabilidad de ser encarcelada y torturada si es devuelta a Uganda. No tiene familia a la que acudir en busca de apoyo o protección”. “El Tribunal de Justicia de la Unión Europea sentenció el mes pasado que los refugiados homosexuales de África que se enfrenten a prisión en su país de origen tienen derecho a asilo en la Unión Europea, y el Reino Unido está obligado a implementar esto”, recordó la asociación. Unos quince activistas llevaron a cabo además una protesta en el aeropuerto londinense de Heathrow, donde informaron de los hechos a varios pasajeros del vuelo a Nairobi en el que obligaron a volar a la joven. No solo no pudieron parar la deportación, sino que según Anthony Gard, de la organización Movement for Justice, tres jóvenes habrían sido detenidas y conducidas a un furgón policial, mientras que otro de los presentes fue arrestado.
A partir de entonces, los activistas se centran en localizar a Prossie N e intentar que pueda regresar al Reino Unido. Según el último post al que hemos tenido acceso, publicado el sábado en su página de Facebook, la joven ha llegado a Uganda y se encuentra a salvo por el momento. Gard relata que antes de que el vuelo despegara había “pasajeros apoyándola, gritando y pidiendo que la sacaran del avión”. “Algunas personas se negaron a sentarse incluso cuando el avión se aproximaba a la pista de despegue”. GayAsylumUK está organizando un dispositivo de seguridad para Prossie N y ha solicitado la ayuda de las asociaciones LGTB del país. “La comunidad LGTB de Uganda es ahora su familia, hasta que pueda ser extraditada de nuevo al Reino Unido”.
La dura realidad de las personas LGTB en Uganda
Como indicábamos, en Uganda las relaciones homosexuales entre varones son ilegales y están penadas con dureza. Existe además la perspectiva de un proyecto de ley que trata de endurecer las penas de los delitos relacionados con la homosexualidad, llegando incluso a considerar la pena de muerte para determinados casos. La aprobación del proyecto de ley ha sido tanto prometida como posteriormente aplazada, debido al temor a perder las ayudas económicas al desarrollo que prestan los países occidentales.
En Uganda reina, además, una fuerte homofobia social. Allí fue asesinado en enero de 2011 el activista gay David Kato (su asesino fue condenado a 30 años de cárcel). Kato era uno de los 100 ciudadanos homosexuales cuyo nombre y fotografía habían sido publicados por Rolling Stone (una publicación local), acompañados de la leyenda “Hang Them” (“a la Horca”). Incitación al odio homófobo repetida recientemente por la publicación sensacionalista Red Pepper, que publicó una lista de supuestos “reclutadores gays” que incluye nombres y fotos.
El 31 de diciembre de 2012 fue detenido Joseph Kawessi, acusado de cargos como “conocimiento carnal contra el orden de la naturaleza” y“reclutamiento de jóvenes para la homosexualidad”. Días más tarde también fue arrestado su compañero Najibu Kabuye, cuando acudía a visitarlo a la comisaría. Estas detenciones se producían tras el asalto a la sede de Sexual Minorities Uganda (SMUG), en el que fueron robados ordenadores que contenían datos sensibles de los miembros de la organización. El último arresto del que hemos informado se produjo el pasado mes de noviembre, el del activista Sam K. Ganafa.
Pese a todo, los activistas LGTB siguen al pie del cañón, como demostraron en junio de 2012, cuando miembros de Ice Breakers Uganda inauguraron en Kampala la primera clínica del país dedicada a las necesidades del colectivo, con un enfoque especial sobre VIH/sida y otras infecciones de transmisión sexual. Uganda ha sido también protagonista por la campaña de activistas informáticos boicoteando las redes de gobiernos africanos que persiguen a sus minorías LGTB, entre ellos el ugandés.