Se inicia la preparación de la «misa de las familias» con su habitual mensaje contrario a la realidad familiar LGTB

Ya se han puesto en marcha los preparativos para la denominada “misa de las familias”, el acto de reivindicación de la doctrina eclesiástica sobre la familia que el arzobispado de Madrid viene celebrando desde 2006. Como ya viene siendo costumbre, el acto de este año contendrá un mensaje de rechazo al matrimonio igualitario y la homoparentalidad.

Se trata de un evento celebrado desde 2006 en el que se reivindica el modelo de familia basado en la pareja heterosexual casada por el rito católico y con hijos. En sus primeras convocatorias, recordamos, la “misa de las familias” fue cita obligada de protesta contra el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y sus políticas sociales. En los últimos años ha perdido fuelle, pero sigue congregando a miles de personas. Por un lado, prosigue el creciente protagonismo del Camino Neocatecumenal (“los kikos”), un movimiento de laicos fuertemente conservador en lo doctrinal, que se caracteriza por su capacidad de movilizar grandes cantidades de personas. Esto ha facilitado que los obispos se apoyen en ellos para asegurar la asistencia pero ha hecho también que otros se hayan ido retirando por no encajar en el particular estilo celebrativo de este movimiento. A este factor se ha añadido este año que Madrid no será el único lugar en el que se celebre, pues el arzobispo de Barcelona, el cardenal Sistach, ha anunciado un acto similar en la Sagrada Familia, confirmando el progresivo alejamiento que los obispos catalanes están mostrando respecto de la dirección de la Conferencia Episcopal Española (han llegado a protestar públicamente por la línea editorial anticatalana de 13 TV, cadena de televisión propiedad de dicha organización).

En cualquier caso, este acto ha tenido siempre un elemento de rechazo al matrimonio igualitario y las familias homoparentales. Y ahora tampoco, como era de esperar, quieren hacer una excepción. Así ha quedado claro en la misma presentación que ha hecho Juan Antonio Reig Pla, obispo de Alcalá, presidente de la subcomisión de Familia y Vida y conocido por hablar recurrentemente de la homosexualidad y por promover las peligrosas “terapias reparativas”. En dicha presentación, ha afirmado que «nunca ha sido tan maltratada la familia natural por las leyes en España como ahora«.

Esta nueva edición de la «misa de las familias» puede tenerse por un signo de la situación actual de la Iglesia católica respecto de las personas LGTB. Como se indicó en una noticia anterior, cabe señalar una ambivalencia según donde pongamos el foco. Por una parte, el pontificado de Francisco ha propiciado un cambio en las formas y se ha pasado a insistir mucho menos en el asunto, siguiendo la indicación del propio papa en la larga entrevista a Antonio Spadaro (“No podemos seguir insistiendo solo en cuestiones referentes al aborto, al matrimonio homosexual o al uso de anticonceptivos”). Sin embargo, persiste la insistencia en el tema por parte de un sector importante de la jerarquía. Se trata de una ambivalencia que se repite en otros temas controvertidos. Es el caso de la comunión de los divorciados y vueltos a casar, donde ha habido incluso discrepancias públicas entre altos miembros de la jerarquía. En el tema LGTB, en cambio, solo se plantea por el momento dejar de insistir y remarcar la tesis de la acogida, si bien también aquí hay quienes se esfuerzan en dejar claro que la doctrina sigue vigente en su integridad.