"Si se suman dos manzanas, pues dan dos manzanas. Y si se suman una manzana y una pera, nunca pueden dar dos manzanas, porque es que son componentes distintos. Hombre y mujer es una cosa, que es el matrimonio, y dos hombres o dos mujeres serán otra cosa distinta" - Ana Botella

Conmemoración del Día de la Memoria del Holocausto y por la Prevención de Crímenes contra la Humanidad

Este 27 de enero se conmemora en todo el mundo el Día de la Memoria del Holocausto y por la Prevención de Crímenes contra la Humanidad. Una fecha que se eligió porque fue un 27 de enero de 1945 cuando se liberaba el campo de exterminio de Auschwitz, símbolo del terrible conjunto de campos ideados por los nazis y destinados no ya al internamiento o la explotación por el trabajo, sino directamente a la eliminación planificada de seres humanos mediante las cámaras de gas y los hornos crematorios.

Este día nos toca también muy de cerca a las personas LGTB, que se contaban entre las destinadas preferentemente al exterminio. “Al igual que hemos vuelto a la antigua visión germánica sobre la mezcla de razas (…) también con el juicio de la homosexualidad debemos volver al viejo principio nórdico: el exterminio de los degenerados”, declaró en su momento Heinrich Himmler. En coherencia con ello, Himmler decretó que los homosexuales debían ser destinados a los campos de nivel 3, los campos de exterminio, junto a judíos y gitanos. El distintivo que tenían asignado es el conocido triángulo rosa. Hoy es bien sabido que los prisioneros con esta señal ocupaban, de hecho, el estrato más bajo de los campos.

Rudolf Brazda, último superviviente homosexual conocido de los campos (y fallecido en agosto de 2011) lo explicaba en su momento. «La forma como los nazis nos trataban a los del triángulo rosa no se puede explicar. No tenían la más mínima piedad, contaba Brazda en 2008. En el campo de Buchenwald, donde estuvo recluido, los homosexuales eran agrupados junto a las personas con deficiencias mentales y eran utilizados como cobayas humanas en experimentos médicos. Según Pierre Seel, otro superviviente del Holocausto que murió en 2005, “los homosexuales eramos los más débiles, ocupábamos el lugar más bajo”.

Por si fuera poco, mientras el resto de supervivientes del holocausto nazi pudieron celebrar el fin de la guerra, en el caso de los homosexuales ni siquiera fue así. La mayoría se vieron obligados a guardar silencio sobre su experiencia dado que la homosexualidad continuaba penalizada en muchos países. Brazda, por ejemplo no hizo pública su condición hasta mayo de 2008, cuando participó en los actos de inauguración del Monumento berlinés a las víctimas homosexuales del nazismo (en la foto).

Desde dosmanzanas nos unimos a esta conmemoración. Sirva esta entrada como pequeño homenaje a las víctimas del exterminio nazi y como compromiso de lucha contra las persecuciones del presente.

Para mayor información sobre la historia de los homosexuales perseguidos por el nazismo, recomendamos la lectura de la serie de columnas “Holocausto/s”, firmadas por Nemo y publicadas por dosmanzanas en su momento, haciendo click en los siguientes enlaces: (1), (2), (3) y (4).

 

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