Parejas del mismo sexo se besan en protesta contra un obispo homófobo en Grecia
Varias parejas del mismo sexo han llevado a cabo una besada reivindicativa en la ciudad griega de El Pireo durante las celebraciones religiosas de la Epifanía. Los participantes han mostrado pancartas con la frase “El amor no es un pecado” ante la presencia del obispo de la ciudad Seraphim Mentzenopoulos, de conocidas convicciones homófobas.
La fiesta de la Epifanía, de especial significación en el rito ortodoxo, se conmemora tradicionalmente con la ceremonia de bendición de las aguas, en la que se lanza un crucifijo al mar. En el acto de este año, que ha tenido lugar en la ciudad portuaria de El Pireo, próxima a Atenas, activistas LGTB han dirigido una protesta contra Mentzenpoulos. El obispo de la ciudad es un feroz homófobo y antisemita, como prueban sus declaraciones en el pasado: se opuso al establecimiento de uniones civiles para las parejas del mismo sexo calificándolas de “aberración que ni siquiera se observa en los animales”. Al acto también ha asistido el ministro de Educación griego en representación del Gobierno.
Grecia no ofrece en la actualidad ningún tipo de derecho a las parejas del mismo sexo, pese a que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó el pasado mes de noviembre que la exclusión de estas parejas de la ley de uniones civiles (de la que solo se pueden beneficiar las parejas heterosexuales) constituye una violación de la Convención Europea de Derechos Humanos. De los 19 Estados europeos que poseen legislación sobre uniones diferentes al matrimonio, tan solo Grecia y Lituania excluyen de las mismas a las parejas del mismo sexo. La resolución condenó al Estado heleno a pagar 5.000 euros a cada uno de los denunciantes en concepto de daños y perjuicios.
Por lo que se refiere a la situación social de la minoría LGTB, se puede constatar un paulatino deterioro en los últimos años, paralelamente al avance de la crisis económica. En diciembre de 2012, Konstantina Kosmidou, presidenta de OLKE (Comunidad Lésbica y Gay de Grecia) dirigió una carta a otras organizaciones LGTB europeas en la que les trasladaba su impotencia ante el incremento de las agresiones homófobas y tránsfobas que se vienen sucediendo en ese país, muchas de la cuales ni siquiera salen a la luz. Una violencia ligada al ascenso de una extrema derecha con presencia parlamentaria y cada vez más envalentonada en las calles.
Pero el clima de hostigamiento no se reduce a violencia en las calles, como en varias ocasiones hemos recogido. En noviembre de 2012 comenzó el juicio por blasfemia a los actores, el director y el productor de Corpus Christi, la obra teatral protagonizada por un Jesucristo homosexual cuya representación en Atenas tuvo que ser suspendida debido a los ataques de fanáticos ortodoxos y de los neonazis de Amanecer Dorado. Un preocupante ataque a la libertad de expresión que se producía apenas un mes después de la censura de un beso entre dos hombres por la cadena de televisión pública griega, donde un capítulo de la prestigiosa serie británica Downton Abbey sufrió un “oportuno” corte en el momento en que Thomas, uno de sus personajes, besa a otro hombre.