Tánatos y Eros
Hace casi un año y medio presentábamos en dosmanzanas Ilusiones de marfil, la primera novela de Sergi Férez. En ese tiempo han pasado muchas cosas: el autor ganó el XIV premio Odisea de literatura con Lo que queda de mí y acaba de publicar la que (creemos) es su mejor novela hasta el momento: Y ahora ¿qué?
Eso es lo que se pregunta el protagonista de la novela, Alberto (de cuyo nombre solo nos enteramos en la mitad de la novela, y solo una vez) que tiene que reinventar su vida y reinventarse a sí mismo varias veces, enamorado de un compañero de colegio, Tomás, que llevará una vida paralela, casado y con hijos. Tomás recurrirá casi durante toda una vida a los amores furtivos de Alberto, y Alberto anhela que esos amores fueran de otro tipo, que fueran oficiales. Pero le basta eso, y así una semana y otra, un mes y otro, un año y otro.
“Desde ese momento y durante infinidad de fines de semana, me convertí en el Barón de Münchhausen y volaba sentado en una enorme bala de cañón, o un valiente Zorro que defendía las causas justas…”
El relato de Férez está escrito con sensibilidad y sentido del humor. La parte de la infancia en el pueblo, Villel, es deliciosa, llena de meriendas y cuentos infantiles, pero de acoso homófobo también. Su huida a Barcelona le abrirá las puertas del deseado anonimato, pero Tomás aparecerá una y mil veces para desbaratarlo todo. De todas formas no se asuste el lector: hay luz al final del túnel y el final del túnel llega. Lo más interesante es que Férez toca dos temas poco explorados por la literatura LGTB de nuestro país: los rituales de la muerte y la relación con el padre. Muy recomendable.
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La confabulación de Eros (Editorial Stonewall) es la primera novela de Daniel Fernández, pero estamos seguros que la culpa no la tiene él sino el negocio editorial. Daniel Fernández escribe muy bien, como ya había demostrado previamente en su blog Proudstar in the City.
¿Una novela de ciencia ficción? Pudiera parecerlo, pero un mundo en el que el amor depende de una máquina con algoritmo que encuentra correspondencias entre perfiles resulta bastante familiar. Es lo bueno de la novela, que bajo una apariencia inocente está haciendo una demoledora crítica a las relaciones personales en 2014 y haciendo una apología del amor romántico. Pero además, en una vuelta con doble tirabuzón que haría las delicias de cualquier crítico literario, el protagonista se enamorará de… ¡ay, no lo digo, tendrán que leerlo!
Dejamos copia del currículum como solemos hace cada vez que desayunamos con un escritor por primera vez:
Daniel Fernández (Huelva, 1977) estudió Filología Inglesa. En el año 2003 tomó la mejor decisión de su vida y comenzó una nueva etapa en Madrid. Se considera devorador de buenas historias, ya sea en forma de libro, cómic, película o serie. Entusiasta de las redes sociales y bloguero de pro, su pasión por la música también le hace ejercer como DJ ocasional. La confabulación de Eros es su primera novela.