El Parlamento gallego aprueba una ley contra la discriminación de las personas LGTB sin sanciones contra los discriminadores
Sabor agridulce el que deja la aprobación de la primera normativa autonómica contra la discriminación de las personas LGTB. El Parlamento de Galicia, con mayoría absoluta del PP, ha aprobado el proyecto de ley propuesto por el PSdeG-PSOE después, eso sí, de purgarlo y descafeinarlo. Especialmente significativa es la retirada en bloque del régimen sancionador, con lo que la ley queda convertida, básicamente, en una mera declaración de intenciones.
Invitamos a comparar la propuesta inicial de la ley por la visibilidad y no discriminación de las personas LGTB (que puede consultarse en el número 162 del Boletín Oficial del Parlamento de Galicia, páginas 101 a 125 del documento PDF) con el texto que sobrevivió tras el trabajo en comisión (que puede consultarse en el orden del día del Pleno del Parlamento de este 8 de abril, páginas 143 a 152 del documento PDF), de la que han desaparecido numerosos artículos. Entre ellos, el artículo 6, que hacía recaer la carga de la prueba en la parte demandada (que era la que tenía que demostrar que no se vulneró el principio de igualdad de trato); el artículo 14, que obligaba a la Xunta de Galicia a elaborar un protocolo sobre agresiones LGTBfóbicas; el artículo 31.3, que preveía impulsar la recuperación de la memoria histórica de las personas LGTB, y sobre todo y sin duda lo más grave, todo el capítulo III, que recogía un completo régimen sancionador que incluía multas que podían llegar, en los casos muy graves, hasta los 500.000 euros.
La desaparición de las partes más contundentes de la ley convierten a esta en poco más que en una declaración de buenas intenciones, aunque permanecen en el texto elementos que merecen la pena destacarse. Quedan, por ejemplo, expresamente reconocidas como familias todas aquellas derivadas del matrimonio, de la unión entre personas del mismo o de distinto sexo en relación de afectividad análoga a la conyugal y también las familias monoparentales. También es un aspecto muy positivo que se garantice legalmente que en los procesos de reconocimiento de la idoneidad de futuros padres adoptivos no podrá existir discriminación por orientación sexual o identidad de género.
La ley también prevé la puesta en marcha de medidas a favor de la igualdad en los ámbitos educativo, sanitario, laboral, cultural o deportivo y posibilita la creación de de órganos de mediación, aunque siempre con el consentimiento de las partes. Habrá que esperar en todo caso al desarrollo reglamentario de la ley para ver hasta qué punto se explotan todas las posibilidades que la ley ofrece.
PSdeG-PSOE y BNG apoyan la ley pese a sus insuficiencias
Pese a la mutilación que el proyecto original ha sufrido, el PSdeG-PSOE, su principal impulsor, ha acabado votando a favor al asumir que era la única forma de que el PP permitiera su aprobación. La secretaria de Igualdad del PSOE, Purificación Causapié, ha lamentado que «la mayoría absoluta del PP haya modificado aspectos sustanciales del proyecto de ley presentado inicialmente por el PSdeG, como la inversión de la carga de la prueba y el régimen sancionador, aspectos que los socialistas y el resto de la oposición se han comprometido a incorporar al texto de la ley una vez alcancen el gobierno de la Xunta”, aunque ha querido felicitar a sus compañeros gallegos por el avance que la ley supone respecto a la situación anterior. “Es un proyecto contra la discriminación a lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales arrancado a una mayoría conservadora, que si bien es mejorable, supone un paso en la buena dirección y pone de manifiesto el compromiso de los y las socialistas contra la discriminación”, ha afirmado.
La postura del PSdeG-PSOE ha contado con el aval de su grupo LGTB, el colectivo 7 Cores, que consideran la ley aprobada «un pequeño paso para seguir avanzando en la lucha por la igualdad real» y que cree que hará más fácil exigir al Gobierno gallego las políticas necesarias para acabar con la discriminación.
También ha votado a favor el Bloque Nacionalista Galego, mientras que los representantes de Alternativa Galega de Esquerda (coalición de la que forman parte Anova y Esquerda Unida), así como la única representante del Grupo Mixto han preferido abstenerse. Precisamente ayer hacíamos alusión al comunicado de ALEAS EU (Área de Liberdade de Expresión Afectivo-Sexual de Esquerda Unida) en el que esta organización denunciaba el recorte al proyecto original. ALEAS EU, junto a otros colectivos como Nós Mesmas, Acción Universitaria o la propia Anova han impulsado de hecho el manifiesto Lei de (in)Visibilidade LGTBI, donde expresan su protesta por lo sucedido.