El Gran Ducado de Luxemburgo aprueba el matrimonio igualitario
En sesión plenaria, la Cámara de Diputados de Luxemburgo ha aprobado este miércoles 18 de junio, por una abrumadora mayoría de 56 votos a favor y 4 en contra, la ley que permite el matrimonio igualitario en el Gran Ducado. La nueva normativa, que también permite la adopción homoparental plena, ha recorrido una larga andadura hasta su culminación gracias a la determinación del actual primer ministro Xavier Bettel y su vice primer ministro Étienne Schneider, ambos abiertamente gais. La ley, que surtirá efectos el 1 de enero de 2015, convierte a Luxemburgo en el undécimo país europeo en permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo.
La reforma del Código Civil de Luxemburgo inició su camino en 2010, con la presentación de un proyecto de ley elaborado por el gobierno de gran coalición formado por el Partido Popular Social Cristiano y el Partido Socialista Obrero Luxemburgués, cuyo artículo 144 expresaba que “dos personas, de diferente o del mismo sexo, pueden contraer matrimonio”. El único punto real de conflicto a lo largo del debate sobre la reforma fue la extensión de los derechos de parentalidad. Finalmente, el Consejo de Estado luxemburgués consideró que no estaba justificado el imponer limitación alguna en este punto. En junio de 2013 el proyecto retomaba su andadura, ya sin ninguna limitación a la adopción conjunta. Probablemente el proyecto se hubiera votado en otoño de ese año si el primer ministro Jean-Claude Juncker no se hubiera visto obligado a convocar elecciones tras un escándalo de espionaje.
El vuelco electoral de esas elecciones provocó que fuera nombrado primer ministro el abiertamente gay Xavier Bettel, del liberal Partido Democrático, que gobierna en coalición con el Partido Socialista Obrero, partido del que forma parte el vice primer ministro Étienne Schneider, también abiertamente homosexual. Tras las elecciones, Bettel ya había declarado que “el matrimonio homosexual podrá llevarse a cabo. De momento, en Luxemburgo tenemos que revisar lo relacionado con el matrimonio, la religión y las leyes de divorcio. Pero no creo que vaya a ocurrir en los próximos cinco años, ocurrirá el año que viene”.
Y así ha ocurrido, con la aprobación en sesión plenaria de la Cámara de Diputados luxemburguesa de la ley de reforma del matrimonio, que tan solo ha recibido cuatro votos en contra. Tres de ellos por parte de los diputados del conservador Partido Reformista de Alternativa Democrática, el cuarto perteneciente a Alvy Kaes, del Partido Popular Social Cristiano, único de su formación en efectuar un voto desfavorable. Los restantes 56 diputados han votado a favor. La reforma aprobada no solo abre la institución a las parejas del mismo sexo, incluyendo la posibilidad de adopción en los mismos términos que las parejas heterosexuales. También establece la lucha contra el matrimonio forzado, el fin del divorcio por culpabilidad (con la excepción de los casos graves de violencia doméstica), fija la edad para contraer matrimonio en los 18 años y acaba con la obligatoriedad de pasar un examen médico para poder realizar el enlace civil.
Una ley con fuerte respaldo popular
Según el último sondeo realizado por el diario Luxembourg Wort en mayo de 2013, un 85 % de los luxemburgueses encuestados se mostraban partidarios de matrimonio igualitario, mientras que tan solo un exiguo 9 % se declaraba contrario. La adopción homoparental recibía también un apoyo mayoritario, aunque más ajustado: un 55 % se declaraba favorable, mientras que el 44 % de los encuestados se situaban en contra.
Eso no ha impedido que un grupo contrario a la igualdad LGTB denominado Schutz fir d’Kand’ (Protección de los niños) intentara reunir las firmas suficientes para que el Parlamento considerara su propuesta de suspender la aprobación de la ley. Según los convocantes de la iniciativa popular, “al privar a los niños de un linaje coherente, este proyecto va a transformar radicalmente la familia y por tanto la sociedad”. La iniciativa, sin embargo, no logró reunir las 4.500 firmas necesarias para que el Parlamento debatiera su propuesta.
Con la incorporación del Gran Ducado, la ya larga lista de los países europeos en que está permitido el matrimonio igualitario crece hasta los once: Bélgica, Dinamarca, España, Francia, Holanda, Islandia, Luxemburgo, Noruega, Portugal, el Reino Unido (a excepción de Irlanda del Norte) y Suecia.