Georgia se adelanta al resto de ex repúblicas soviéticas en el reconocimiento de las personas LGTB
La pasada primavera, el Parlamento de Georgia aprobó una ley contra la discriminación, que incluye la protección con respecto a la identidad de género y a la orientación sexual. Aunque se han levantado algunas voces críticas con la legislación, por quedarse corta, lo cierto es que supone un gran avance teniendo en cuenta la notable influencia social de la iglesia ortodoxa y apostólica georgiana. Además, echando un vistazo a la situación LGTB del resto de repúblicas que conformaban la antigua URSS, la realidad de Georgia arroja mucho más optimismo y esperanza en estos momentos.
En un país en el que cerca del 84 % de la población practica activamente el cristianismo ortodoxo, especialmente hostil a los derechos de la comunidad LGTB, la entrada en vigor de una ley contra la discriminación, que incluye la identidad de género y la orientación sexual entre las causas de protección, es un paso de notable importancia. Aún más teniendo en cuenta la homofobia de estado de otros países de la vieja órbita soviética, como Rusia, Bielorrusia, Lituania (en este caso siendo incluso miembro de la Unión Europea), Azerbaiyán, Armenia o Kirguizistán, entre otros.
Según ha manifestado Vano Chkhikvadze, de la Open Society Georgia Foundation, la aprobación de esta ley “es una victoria para el Gobierno de Georgia sobre la iglesia georgiana, la institución en la que más confía la gente del país”. Y de hecho, la homofobia social es un problema frecuente. Dosmanzanas ha recogido en los últimos años el relato de varios incidentes que lo confirman. Entre ellos, el ataque a los asistentes a la concentración para celebrar el Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia en Tiflis, la capital del país, que se saldó con al menos 17 heridos en mayo de 2013.
La nueva ley, por otra parte, ha sido diseñada para cumplir con los requisitos de la Unión Europea, de tal forma que se permita a los georgianos viajar a los países comunitarios, sin necesidad de visado, a corto plazo. No obstante, Irakli Vacharadze, responsable de la organización Identoba, junto a otros activistas y entidades LGTB, ha criticado al gobierno por aprobar la legislación sin una oficina de aplicación específica.
Un paso en la buena dirección, pero claramente insuficiente
Con los recursos e instituciones vigentes, las denuncias le llegarán al Defensor del Pueblo para los Derechos Humanos, que en la actualidad carece de la capacidad de abordar estos casos. La Open Society Georgia Foundation, por su parte, apuesta por que se destinen fondos públicos (europeos y nacionales) que conduzcan a la aplicación efectiva de la ley. Proponen que se destine el dinero a actividades como cursos de concienciación y formación en las escuelas, hospitales, empresas privadas y en el sistema judicial. Mientras tanto, en los próximos meses, Vacharadze y el resto de activistas esperan preparar una serie de quejas que serán enviadas al Defensor del Pueblo para poner a prueba la nueva ley y, si es necesario, tomar medidas al respecto.
Las ONG y las entidades LGTB esgrimen además que la medida está lejos de ser eficiente en la práctica, ya que en la mayoría de los casos los agresores pueden salirse de rositas sin sanción económica alguna. Un castigo en el que han insistido estas organizaciones, aunque la propuesta fue rechazada por el gobierno y por los partidos mayoritarios de la cámara georgiana.
Espero que la noticia les escueza a Putin y a los que lo defienden en los foros españoles de internet por el tema ucraniano.
#1 Entonces le escocerá tb a los que defienden a Ucrania, a ver si te crees que allí la situación es mejor
Georgia quiere acercarse poco a poco a la UE por lo que veremos avances en este tema; sucedió lo mismo con Moldavia, recordad que legisló de forma homófoba y luego rectificó porque también quiere acabar en la UE.
Los países que se acercan a Rusia y su Unión Euroasiática harán todo lo contrario, seguirán el ejemplo de Rusia en cuanto a la homofobia.
Estoy realmente sorprendido por la cantidad de gente que se dice de izquierdas y defiende a Putin en los foros de internet, imagino que será por lo de la extinta URSS y todo eso, aún así no lo considero justificable.
#3 Existe una línea estrecha entre estar contra Putin por su homofobia y estar contra Putin porque no le baila el agua al imperio yanqui, y algunos no estamos dispuestos a traspasarla.
En el pasado hubo personas que empezaron criticando a la URSS desde posiciones progresistas… y acabaron en brazos de la extrema derecha. Si no se pone cuidado, es fácil resbalar por la pendiente.
No me gusta un país donde se persiga a homosexuales, activistas, ecologistas o músicos desde el estado. Y menos me gusta que me digan que lis tengo que apoyar porque
No me gusta un país donde se persiga a homosexuales, activistas, ecologistas o músicos desde el estado. Y menos me gusta que me digan que los tengo que apoyar por estar en contra del supuesto imperio yanqui. Me parece todo ideología desfasada.
*Veo que aquí (entre los comentarios) hay alguien que sería algo así como un obispo de la izquierda, pontificando sobre lo que es ser un buen izquierdista.
Pues yo me considero de centro-izquierda (concretamente liberal progresista) y me siento tan opuesto, ideológicamente, a la derecha, en general, como a la extrema izquierda. Ambas son posturas que colisionan con mi forma de entender la vida (aunque pueda coincidir con algunos postulados concretos de ambas corrientes). Y, como liberal que soy, para mí es fundamental la salvaguarda de los derechos y libertades de la personas, por eso detesto el régimen nacionalista que impera en Rusia y al propio Putin, e igualmente detesto a los gobiernos bolivarianos e islamistas, y toda aquella corriente política o régimen que no respete esos derechos y libertades.
En este sentido, no sólo detesto a Putin porque vaya contra los derechos y libertades fundamentales de las personas LGTB en concreto sino también porque va contra los derechos y libertades fundamentales en general.
En el mundo democrático (del que EEUU forma parte y es un referente. Al igual que, por ejemplo, Israel) pueden existir discrepancias sobre determinadas políticas y colisión de intereses entre países pero yo tengo claro que quiero que mi país forme parte de ese mundo (el democrático y libre). Desde luego, los homólogos y aliados que yo querría para mi país jamás serían la Rusia de Putin, los regímenes islamistas o los regímenes bolivarianos, ni cualquier otro que no respete los derechos y libertades y la democracia.
Una vez aclarado esto, respecto a la noticia querría decir que se puede considerar un pequeño paso pero más bien parece, tal y como se dice en el mismo post, que sería una medida cosmética para mejorar sus relaciones con la UE, a la cual necesita este país para no seguir amedrentados frente a la amenaza expansionista del nacionalismo ruso. Pues parte de Georgia ya fue ocupado por Rusia al igual que hicieron con Crimea recientemente. Y lo que es peor, la amenaza expansionista e injerencionista sigue vigente en todos los países de la antigua URSS donde hay minorías de colonos rusos. Pero, en el lado positivo, si existe esta ley, al menos, puede invocársela y exigirse su cumplimiento. Y además sería un paso en el buen camino. Evidentemente, les queda mucho camino por recorrer.
#7 ¿Eres de centro-izquierda y consideras que EEUU e Israel son «referentes» democráticos? Eso parece una broma. Para mi referentes democráticos son Noruega u Holanda, donde la tolerancia y la paz son algo más que un discurso, son una política de Estado.
Si lo que pasa en Misouri llega a pasar en Venezuela podemos imaginar lo que estarían diciendo los medios de todo el mundo. Y lo de Israel ya sin comentarios, un país donde los ciudadanos árabes, que representan el 20% de su población, son ciudadanos de segunda no puede ser referencia de nada.
Además de que sirve que un país respete los derechos de sus ciudadanos, si no respeta los derechos de los ciudadanos de los países vecinos.
Un grupo de supervivientes del Holocauto y familiares de víctimas que no consideran a Israel un «referente» democrático:
http://goo.gl/GgKle9
Después de lo que pasó con Abjasia y Osetia del Sur, que pasaron a ser de facto parte de Rusia, es bastante esperable el acercamiento a la Unión Europea.