Un adolescente transexual que se sentía «prisionero de su propio cuerpo» se quita la vida en Pensilvania
Triste historia la que nos llega desde Croydon, en Pensilvania (Estados Unidos), donde un adolescente transexual se ha quitado la vida arrojándose frente a un tren en marcha. Riley Matthew Moscatel, de 17 años, había salido del armario como chico hace unos meses. Contaba con el apoyo de sus amigos y de su familia, que sin embargo se encontraba aún en proceso de aceptación y seguía dirigiéndose a Riley como si fuera una chica.
Según algunos amigos, Riley, que se había cortado el pelo y trataba de disimular sus pechos, se encontraba frustrado por las dificultades de acceder a tratamiento hormonal hasta los 18 años, edad que no había cumplido todavía. «Me veis como la persona más feliz del colegio, pero soy un prisionero de mi propio cuerpo», escribía el adolescente en una nota que dejó colgada en su perfil de Instagram antes de morir. Un texto (cuyo pantallazo insertamos abajo) que impresiona y nos permite adivinar el sufrimiento que Riley sentía.
La muerte del joven quizá podría haberse evitado de existir una mayor sensibilidad social hacia la realidad de los menores transexuales, aún muy incomprendida con independencia de que hablemos de Estados Unidos, España o de otros países. Es imposible saberlo: todo apunta a que el joven padecía una depresión pese a contar con una red de apoyo familiar y social, y que en su situación emocional pesaban también otros factores, como las altas expectativas que familia y amigos parecían tener sobre su futuro.
En cualquier caso, una de las enseñanzas que podemos extraer de la historia de Riley, por ejemplo, es la importancia de detalles que desde fuera pueden parecer menores, como por ejemplo el uso de los pronombres. Su propia madre, devastada por la muerte de su hijo, seguía refiriéndose a él en femenino en declaraciones a la prensa. Algo que parecía disgustar especialmente a Riley. «Vosotros decís ‘ella’, ‘hija’, y yo no digo nada», expresaba en su nota, que terminaba con un doloroso «siento no ser la hija que queríais. De vuestro amigo/HIJO [en mayúsculas en el original], Riley Matthew Moscatel».
¿Y por qué no espera un año más, y se opera? Estoy muy apenado por este pobre chico. Pero digo, que ya tenía 17. Con esperar un año más, ya podía empezar el tratamiento y cambiar su cuerpo. No creo que por esperar un año, merezca la pena morir.
Qué raro que estas cosas solo pasan a las sociedades con más dinero. No pasa en áfrica, y no pasa en la mayoría de latino américa, porque ellos bastante tienen con sobrevivir.
No aceptarse a uno mismo, no aceptar tu corazón, tu mente y tu cuerpo, es una enfermedad. Una persona sana se quiere a sí mismo tal y como es, porque lo que importa no es si tienes pechos o un pene, lo que importa es tu alma y tu corazón.
Tienes razón Mila, bastante tienen con sobrevivir.
Te recuerdo que en África se les MATA, y en Latinoamérica las opciones que les deja la sociedad es la exclusión social y la prostitución.
¡¡como me ha enfadado tu comentario!! Que superficial y absurdo, hablando del cuerpo, la mente, el corazón y el alma… Por cierto ¿en que parte del cuerpo humano se encuentra el alma? Ahh ya,… es esa parte que, según dicen algunos, se desprende del cuerpo cuando fallecemos y se eleva hasta los cielos para encontrarse con …
No, no, la transexualidad no es una enfermedad, ni el desempleo y los desahucios, la enfermedad es la depresión, y esa si que puede llevarnos al suicidio.
Y como dicen muy frecuentemente los políticos «disculpen si he podido ofender a alguien»