El obispo de Alcalá eleva su homofobia al absurdo y acusa al «lobby LGTBQ» de «haber infectado» también al PP
La homofobia de Juan Antonio Reig Pla, obispo de Alcalá de Henares, parece no conocer límites, hasta el punto de convertirle en un personaje grotesco al que resulta cada vez más incomprensible que el Vaticano no ponga freno. El último episodio, acusar al «lobby LGBTQ» de haber «infectado [sic]« al Partido Popular como explicación de la marcha atrás de Mariano Rajoy en su propósito de modificar la ley del aborto.
El deterioro de las expectativas electorales del PP ha llevado a Mariano Rajoy a abandonar el proyecto de ley del aborto que el Consejo de Ministros había aprobado hace unos meses y que retrotraía a España a una situación tercermundista en materia de interrupción voluntaria del embarazo. Un proyecto que según todos los estudios demoscópicos generaba gran rechazo entre los votantes de centro, incluido muchos del PP. La decisión de Rajoy ha supuesto sin embargo frustrar las expectativas de los sectores más ultraconservadores, que él mismo ha alimentado sin pudor alguno durante años, y una importante decepción para la jerarquía católica.
Pero mientras la Conferencia Episcopal Española expresaba su malestar de una forma relativamente contenida, a través de una nota titulada En defensa de los más débiles en la que no siquiera mencionaba al Gobierno español, el obispo de Alcalá de Henares hacía pública una carta en la que lo atacaba con una fiereza inusitada, acusando además al PP de ser un partido «liberal, informado ideológicamente por el feminismo radical y la ideología de género, e ‘infectado’, como el resto de los partidos políticos y sindicatos mayoritarios, por el lobby LGBTQ; siervos todos, a su vez, de instituciones internacionales (públicas y privadas) para la promoción de la llamada ‘gobernanza global’ al servicio del imperialismo transnacional neocapitalista, que ha presionado fuerte para que España no sea ejemplo para Iberoamérica y para Europa de lo que ellos consideran un ‘retroceso’ inadmisible en materia abortista».
Un obispo enfermo de homofobia
Juan Antonio Reig Pla es el miembro de la jerarquía católica española que más se ha destacado por sus proclamas de odio hacia las personas LGTB. Son ya numerosas sus intervenciones homófobas y tránsfobas, resultando especialmente repulsiva su defensa de las peligrosas “terapias reparadoras” de la homosexualidad.
Sin ir más lejos, hace poco más de un mes utilizaba el altavoz que le daba la retransmisión de la misma dominical por Televisión Española para atacar las leyes en favor de las personas LGTB aprobadas por el gobierno anterior o por algunas comunidades autónomas. No era, por desgracia, la primera vez. En 2012, durante la homilía de otra misa televisada con ocasión del Viernes Santo, se refirió a los que según él desde niños sienten atracción por personas de su mismo sexo llevados por “tantas ideologías que acaban por no orientar bien lo que es la sexualidad humana”. ”Y a veces para comprobarlo se corrompen y se prostituyen o van a clubes de hombres nocturnos. Os aseguro que encuentran el infierno”, proclamaba entonces el obispo de Alcalá de Henares.
Por aquella homilía televisada, Reig Pla fue demandado, pero la causa fue finalmente sobreseída por el Juzgado de Instrucción nº 6 de Alcalá de Henares en julio de 2012 al considerar entonces el juez que sus palabras ni suponían un llamamiento a la discriminación, el odio o la violencia contra los homosexuales ni suponían la difusión de informaciones injuriosas sobre estos. Reig, por cierto, recibió en su momento el apoyo expreso de la Conferencia Episcopal Española por sus palabras.
Que obsesionadito está este señor con faldas en los gays. ¿A qué se debe este sumo interés que saca en cualquier conversación venga o no a cuento, señor obispo? Cualquiera pensaría que tiene todo el día en la cabeza metida a hombretones tocándose con otros hombretones.
Lo mejor que podría pasarnos como sociedad es que algunas de las demandas contra este impresentable prosperaran y este homófobo fuera a parar a la cárcel. Si la justicia lograra que uno solo de estos jerarcas católicos terminara entre rejas, veríamos cómo en el futuro los demás se cortaban a la hora de insultar, despreciar, discriminar y llamar al odio contra el colectivo LGTB.
Que bueno que Rajoy no se deja manipular por este personaje .Que bueno que el PP se ponga de lado de la mayoría que no queremos Retrocesos sociales. suficiente tenemos con el retroceso de la economia que se esta superando