Eduardo López Collazo (investigador): «De Cuba conservo el acento y el sentido común»
Eduardo López Collazo es investigador y, además, desde finales del pasado año dirige el Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Universitario de La Paz (IdiPAZ). Dice que nunca pone un pie fuera de la cama sin leer el periódico y el email. Se considera un cultureta, “pero para compensar voy todos los días al gym”. Si la financiación lo permite, su próximo reto profesional consistirá en “probar la veracidad de una teoría que tengo sobre la metástasis; sueño con ella”.
Tengo entendido que es usted doctor en Farmacia. ¿Qué medicina le recetaría a Rajoy?
En realidad soy un físico nuclear que devino inmunólogo. El doctorado lo recibí en una facultad de Farmacia, de ahí viene el título. Así que lo de recetar no es lo mío.
¿Lo del ministro Montoro tiene cura?
Lo siento, pero la ciencia también tiene sus limitaciones.
¿Está científicamente probado que “la culpa la tuvo Zapatero”?
En parte su ceguera tuvo que ver. Eso es un hecho.
¿Cuántos aeropuertos fantasma y líneas de AVE deficitarias más necesita España para volver a invertir en la investigación contra el cáncer?
Creo que ya hemos agotado el cupo. Habrá que ver si retomamos las buenas costumbres.
Aparece en el último ránking de los homosexuales más influyentes de España. ¿Sigue teniendo el ego en su sitio?
El día que salió el ranking lo mandé de paseo y aún no ha vuelto. ¡Si lo ves dile que regrese, por favor!
¿En qué otras cosas es usted un top-ten?
Cocinando. Deberías probar los platos que invento.
He leído que tiene bajo su mandato a 400 investigadores. ¿Qué tal se le da dirigir?
¿Cuatrocientos? No, en realidad llevo la dirección científica de un instituto con ochocientos investigadores. Todos los días aprendo algo y cada siete me sale una cana. ¿He contestado tu pregunta?
Perfectamente. ¿Ve en su posición la erótica del poder?
Eso me tentaba, pero ahora sé que es un mito urbano.
¿De qué habla un científico en una primera cita para que su ligue no salga corriendo?
Lo mejor es mantener el misterio, nada de explicar los vericuetos de un laboratorio; al final aburres. Yo hablaba de cine, aunque en realidad ya ni me acuerdo cuando tuve mi última primera cita.
Entonces, ¿ni es un espíritu solitario ni vive en un castillo rodeado de probetas y extrañas criaturas?
Tampoco soy verde, ni uso gafas. Vivo en pleno Chueca, ¿sabes dónde queda?
Se confiesa un enamorado de Madrid. ¿Tiene su alcaldesa algo que ver en ello?
Definitivamente no.
¿Qué tiene de cubano y qué de español?
De España, la crítica aguda y el gusto por los placeres cotidianos. De Cuba conservo el acento, el sentido del humor y el sentido común. Bueno, y alguna cosa más que la dejo para la imaginación de los lectores.
He leído que escribe en un blog personal dirigido a los amigos que andan dispersos por el mundo. ¿qué pasa, que no le gusta el whatsapp?
Me encanta el whatsapp y lo uso desde su nacimiento. Pero en mi Viernes, así se llama mi blog, reflexiono sobre muchas cosas que adivino interesantes para mis amigos. Adoro la síntesis y la inmediatez, pero no me olvido que el conocimiento se genera profundizando y 140 caracteres de un ‘tuit’ o las dos líneas de un whatsapp no dan para mucho.
Entonces, ¿está vacunado contra la nomofobia?
Ni pienso. Acabo de asegurarme que tengo mi smartphone a mano.
Esto más que un partido es un partidazo. Y perdón por ser tan frívolo, pero es la verdad..
Una entrevista bastante cutre, frívola y ajena a la realidad LGTB. Hay preguntas, y algunas respuestas, que resultan patéticas. Una pena.
Pues nada Santi, ponte a dirigir un centro con 800 investigadores. Así te hacen a ti una entrevista seria y haces respuestas serias.
¿Tiene que hablar de física nuclear para no ser patético?
El Parlament aprueba la ley contra la homofobia y por los derechos de los LGTBI
La norma ha prosperado con los votos en contra del PP y con los de CDC, ERC, PSC, ICV-EUiA, C’s y CUP a favor. UDC apoya solo una parte de la norma
http://www.publico.es/politica/547680/el-parlament-aprueba-la-ley-contra-la-homofobia-y-por-los-derechos-de-los-lgtbi