El Ayuntamiento de Alcalá de Henares vuelve a reprobar a Reig Pla, el obispo homófobo, con la única oposición de PP y extrema derecha

Los vientos de cambio en la Iglesia católica -reales o impostados, solo el tiempo lo dirá- no alcanzan Alcalá de Henares, cuyo obispo, sin ninguna duda uno de los personajes públicos más virulentamente homófobos de España, fue reprobado este jueves por el pleno municipal de la ciudad con el acuerdo de PSOE, IU y UPyD. Los votos de PP, unidos al de un concejal de la extrema derecha, no fueron suficientes para impedir que la corporación alcalaína formalizara su petición al papa de que destituya como obispo a Juan Antonio Reig Pla.

No se trata de la primera vez que el pleno del Ayuntamiento de Alcalá de Henares reprueba a Reig Pla. Ya en mayo de 2012, también gracias a la suma de los concejales de PSOE (9), IU (3) y UPyD (2), se aprobó una moción por la que se vetaba la presencia del obispo en actos oficiales municipales al entender que sus opiniones homófobas perjudican la imagen de la ciudad. Los 12 concejales del PP y el único concejal de España 2000, un partido de extrema derecha, votaron en contra.

Conviene recordar que en Alcalá de Henares, tras las últimas elecciones municipales, el PP gobierna en minoría (consiguió la alcaldía gracias a la abstención inicial de UPyD, si bien en años posteriores el equipo de gobierno popular se apoyó en IU para sacar adelante sus presupuestos y salvar una moción de censura que en 2013 plantearon PSOE y UPyD).

En esta ocasión, la provocación que al menos en este tema ha puesto de acuerdo a socialistas, IU y UPyD ha sido la carta publicada por Reig Pla en septiembre, con motivo de la marcha atrás del gobierno en su propósito de restringir el aborto, en la que comparaba el «tren de la libertad» (acción de protesta que fue promovida por colectivos feministas) con los trenes que conducían a los campo de exterminio nazis. «Debería llamarse, no el ‘tren de la libertad’ sino, el ‘tren de la muerte’, del ‘holocausto’ más infame: la muerte directa y deliberada de niños inocentes no-nacidos», escribía Reig Pla en un documento del que también dimos cuenta en dosmanzanas por su carga homófoba: el obispo de Alcalá acusaba al PP de ser un partido “liberal, informado ideológicamente por el feminismo radical y la ideología de género, e ‘infectado’, como el resto de los partidos políticos y sindicatos mayoritarios, por el lobby LGBTQ”.

Palabras que han llevado a los socialistas alcalaínos a proponer de nuevo la reprobación de Reig Pla y pedir al presidente de la Conferencia Episcopal Española «que transmita al papa Francisco la necesidad de destituir al actual Obispo de la Diócesis de Alcalá de Henares y sustituirlo por una persona capaz de convivir y respetar a las personas e instituciones que no piensen como él».

Presentan una querella

De hecho las asociaciones promotoras del «tren de la libertad» se han querellado contra Reig Pla, al que piden que se retracte y abone una indemnización simbólica. Las organizaciones esperan que la acción sirva para poner coto al fundamentalismo religioso y reclaman el compromiso de “una sociedad de derechos y responsabilidades que no puede quedar cuestionada por las influencias religiosas que pretenden imponerse sobre el ordenamiento legislativo”.

Habrá que ver si esta iniciativa legal tiene más recorrido que las anteriores. Ya en su momento Reig Pla fue demandado por los contenidos homófobos de una homilía televisada, pero la causa fue finalmente sobreseída en julio de 2012 al considerar el juez que sus palabras ni suponían un llamamiento a la discriminación, el odio o la violencia contra los homosexuales ni suponían la difusión de informaciones injuriosas sobre estos. Por lo pronto, el obispo de Alcalá se muestra desafiante: un comunicado oficial de la diócesis de Alcalá de Henares hecho público este miércoles afirma literalmente que Reig Pla «da gracias a Dios por el enorme privilegio de verse perseguido por causa de la justicia, ahora en defensa de los niños no-nacidos».

Juan Antonio Reig Pla, recordemos, es el miembro de la jerarquía católica española que más se ha destacado por sus proclamas de odio hacia las personas LGTB. Son ya numerosas sus intervenciones homófobas y tránsfobas, resultando especialmente repulsiva su defensa de las peligrosas “terapias reparadoras” de la homosexualidad.