El turista británico detenido en Marruecos por homosexualidad narra su calvario en prisión
Ray Cole, el turista británico de 69 años condenado en Marruecos a cuatro meses de prisión por homosexualidad y liberado poco después, ha contado el calvario que vivió en prisión desde el pasado mes de septiembre, momento en que se produjo su detención. A Cole se le concedió la libertad con apelación pendiente después de que tanto su hija como distintas asociaciones de derechos humanos pusieran en marcha una mediática campaña para pedir su puesta en libertad.
Aunque Cole pudo regresar a Reino Unido tras salir de prisión, el británico ha manifestado su preocupación por la seguridad de Jamal Jam Wald Nass, el joven amigo marroquí con quien se encontraba cuando ambos fueron arrestados por varios agentes bajo la sospecha de ser homosexuales. “Por desgracia, sus amigos se han enterado de la historia y no puede salir, está encerrado en casa. Está sufriendo mucho por todo esto y quiere salir de Marruecos desesperadamente”, asegura Cole.
Cole ha narrado algunos detalles de las malas condiciones en las que vivió durante su encierro en una cárcel marroquí. Según ha contado, “la celda era lo más parecido al infierno que uno puede ver en su vida”. Asimismo, asegura que “el hedor, el ruido y los gritos” que presidían el calabozo eran “absolutamente horribles”. Sobre el hacinamiento que presentaba la prisión, Cole añade que en las celdas, a pesar de estar “diseñadas para albergar a 44 personas”, solía haber “más de 60” presos. «En la prisión estábamos separados, y nos llevaron a secciones independientes. Sólo vi a Jamal un par de veces, y habíamos acordado no hablar el uno con el otro”, cuenta.
Por si esto fuera poco, Cole afirma que “no había suficientes camas, había cucarachas por todas partes y solo había un baño” para todos. Circunstancia que le obligó a dormir sobre el suelo, algo por lo que “aún sufro dolores”.
A pesar de las pésimas condiciones en las que tuvo que vivir durante su estancia en la cárcel, Cole bromea sobre la comida recibida, asegurando que “te alimentan, yo comí algo y no me mató, por lo que supongo que estaba en condiciones”.
El peligro de ser homosexual en Marruecos
Cole espera que otros homosexuales que viajen a Marruecos no se vean obligados a pasar por la misma pesadilla que él. “Estábamos al cien por cien todo el tiempo, no hicimos nada para atraer la atención hacia nosotros y pensamos que alguien avisó a la policía”, dice sobre el momento de su detención en Marrakech. Además, recomienda que “si te vas a reunir con una persona marroquí, sé muy, muy cuidadoso, ¡y no lleves el smartphone encima!”.
Cabe recordar que, si bien la legislación marroquí castiga las relaciones sexuales entre hombres con multas y penas que pueden llegar a los tres años de cárcel, la aplicación de dicha normativa se considera relajada en comparación con otros países musulmanes. No obstante, es evidente que en los últimos años asistimos a un endurecimiento de la actitud de las autoridades al respecto y, por desgracia, hemos dado buena cuenta de ello en más de una ocasión en dosmanzanas.
En mayo de 2013 ya tuvimos que informar sobre la condena a dos años de prisión dictada contra dos hombres por mantener una relación durante diez años. Pocos días después, dos jóvenes eran condenados a cuatro meses de cárcel por haber sido sorprendidos realizando actos sexuales en el interior de un coche. En mayo de este año recogíamos también la condena a otros seis hombres. Eso sí, en ningún caso la condena implicó a occidentales, como ha ocurrido ahora.
Condenados por ser diferentes.
http://carcelesmarruecos.blogspot.com.es/2013/05/castigados-por-ser-diferentes.html