Las almas perdidas y La fotografía velada
Eduardo García (prolífico autor, suficientemente conocido ya por estos lares) nos vuelve a trasladar al mundo estremecedoramente turbio y salvaje de la Hacienda de los Sandoval en Santa María de Clemente, en una precuela de Las fieras que trascurre entre 1908 y 1945, Las almas perdidas, un territorio salvaje y lúbrico en el que las pasiones desatadas culminan en violaciones, asesinatos, traiciones, pero también en apasionados amores en el mejor estilo de las telenovelas, sin que eso sea un descrédito (¿hay algo más entretenido que una telenovela?).
Un mundo mágico también, con ríos y selvas y fantasmas y viejas, con sexo de todos los colores en escenarios que se nos han hecho ya familiares. Un mundo duro, en el que el cura, el rico hacendado, el capataz, el pobre trabajador, la mujer indefensa, la mujer atractiva, la maga, la matriarca, el joven guapete no son solo arquetipos reconocibles sino que vienen cargados con el especial toque de García para convertirlos en personas vivas.
Divertido y estremecedor a partes iguales, Eduardo García confirma con Las almas perdidas que es un escritor con una imaginación desbordante.
“—¡Coja maldita, perra asquerosa!—Le gritaba Flor.
—¡Peste, puta, pecadora, demonia! ¡Vas a morir y lo sabes! Te irás al infierno, donde perteneces.
—¡Loca, loca, loca! ¡Maldita loca!
—Voy a acabar contigo de una vez por todas. ¡Te odio tanto!”
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La fotografía velada (Edítalo contigo) es la primera novela que llega a nuestras manos de Euge Murillo, escritora argentina que supongo nos va a dar muchas cosas para leer en el futuro. La novela cuenta desde muy cerca la vida de Julia, su infancia en Buenos Aires, su amiga Leticia, cuya amistad/amor marcará su itinerario sentimental desde entonces, el traslado a un Madrid arisco y atemorizador pero en el que se desenvolverá conociendo a una serie de mujeres (y hombres) que irán convirtiéndola en la Julia adulta. Además, desarrollará su pasión por la fotografía. La vuelta a Buenos Aires, cargada ya con la experiencia del viaje, sabiendo ya qué significan las Ítacas, la enfrentará con su pasado aún sin asumir. Euge Murillo escribe muy claramente y de una forma correctísima, un gusto para el lector.
“Como las gotas de lluvia, cuando empiezan a completar la superficie de un suelo seco, así se fue rellanando mi mente de respuestas que se disputaban para conformar un círculo perfecto, dejando que esa lluvia cayera sobre mi pasado, conformándolo limpio y visible.”
Como nos ha parecido precioso el currículum de la autora, os lo dejamos tal cual: “Nací en la ciudad de La plata. Como mucha papa. La ropa que uso siempre está rota. Una vez una polilla se me metió en el oído y desde ese momento les tengo pánico. Tengo un perro y un gato y los dos son grises. Por lo menos 20 personas me aman y una me lo dice todos los días. Juego. Hablo. Y escribo, sí, escribo.”
Os dejamos enlace a su blog, donde podréis leer el primer capítulo.
Tengo el privileging de haber kendo algunos libros de este maravilloso Autor el Sr. Eduardo Garcia