El Parlamento de Finlandia da su apoyo a una iniciativa legislativa popular a favor del matrimonio igualitario
El pleno del Parlamento de Finlandia se ha pronunciado este viernes, 28 de noviembre, a favor de una iniciativa legislativa popular que pedía la aprobación del matrimonio igualitario por 105 votos frente a 92. Siendo estrictos, la aprobación definitiva sigue pendiente de que se complete el proceso de tramitación parlamentaria, pero a nadie se le oculta que el resultado de la votación (más amplio de lo previsto hace solo unos días) hace ya muy complicado que en el plazo de poco más de un año las parejas del mismo sexo no puedan contraer matrimonio en el último de los países de la Europa nórdica que aún se resistía.
En dosmanzanas hemos seguido con cierto detalle el proceso finlandés, que podemos situar hace aproximadamente un año y medio, cuando el Comité de Asuntos Legales del Parlamento rechazaba, por 9 votos en contra frente a 8 a favor, admitir a trámite una proposición de ley presentada, entre otros, por el entonces ministro de Asuntos Europeos y Comercio Exterior (y actual primer ministro, por cierto), Alexander Stubb. Un rechazo entendible solo en el peculiar contexto de Finlandia, donde las encuestas dan un sólido apoyo social al matrimonio igualitario pero donde también el surgimiento hace pocos años de una potente extrema derecha (el Partido de los Verdaderos Finlandeses) condiciona la vida política de un país con una gran diversidad de partidos políticos que están obligados a pactar a la hora de llegar a acuerdos de gobierno.
La frustración generada por aquel revés dio sin embargo alas a los activistas de Tahdon2013, que se propusieron promover el matrimonio igualitario a través de una iniciativa legislativa popular. En solo un día consiguieron las 50.000 firmas necesarias para ser tomados en consideración. Posteriormente el número creció hasta las más de 166.000 adhesiones, convirtiéndose en la iniciativa legislativa ciudadana más exitosa de las que han tenido lugar (este procedimiento es relativamente nuevo en Finlandia, se aprobó en 2012). Presentada en el Parlamento el 13 de diciembre, su discusión llegó a la comisión correspondiente el pasado mes de febrero. Semanas más tarde, la Comisión de Asuntos Legales volvió a rechazarla. Pero ya entonces adelantábamos que existía aún la posibilidad de que en el periodo de sesiones de otoño el pleno de la cámara levantara este veto.
No ha sido fácil. De hecho, el pasado 20 de noviembre el Comité de Asuntos Legales volvía a recomendar que no se aprobase la medida por 9 votos contra 8, aunque ya entonces, pese a la obstinación de la presidenta del comité, se hacía evidente que resultaría complicado mantener ese resultado negativo en el pleno. A lo largo de esta semana el recuento de diputados a favor y en contra ha venido oscilando, aunque siempre con ligera ventaja a favor del matrimonio igualitario. Finalmente los pronósticos de los últimos días se han cumplido y de hecho la diferencia de 13 votos, aunque puede parecer pequeña, es superior a la esperada.
Un proceso condicionado por la situación política
El gran obstáculo para la aprobación del matrimonio igualitario en Finlandia, reiteramos, no era la oposición social, sino el complicado equilibrio político de una coalición de gobierno formada inicialmente por cinco partidos de centroderecha y centroizquierda, y que en septiembre perdía el apoyo de una de las fuerzas, los Verdes. Un importante punto de inflexión se produjo de hecho en octubre, cuando la líder de los Demócratas Cristianos, que forman parte de la coalición de gobierno pero se oponen claramente al matrimonio igualitario, anunciaba que aunque este se aprobara a través de una iniciativa legislativa popular ello no supondría su abandono de la coalición de gobierno.
Lo que posiblemente ha contribuido también de una forma muy determinante es la posición favorable del primer ministro, Alexander Stubb, que se ha declarado «verdaderamente feliz» por el resultado, una posición que sin duda ha influido en que la mayoría de los diputados de su partido (Coalición Nacional) se posicionaran a favor.
La votación
Una prueba de lo complicado del proceso es lo dividido del voto, incluso en el seno de los mismos partidos. Comenzamos por los partidos que apoyan (o han apoyado) al actual gobierno:
- Entre los diputados de Coalición Nacional (centro-derecha), 28 han votado a favor (entre ellos el primer ministro) y 16 en contra.
- Entre los diputados del Partido Socialdemócrata, 37 han votado a favor, 2 en contra y 2 estuvieron ausentes.
- Entre los diputados del Partido Popular Sueco (el partido de la minoría suecoparlante), 9 han votado a favor y 1 en contra.
- Los 6 diputados cristianodemócratas han votado en contra.
- Los 10 diputados verdes (que desde septiembre forman parte de la oposición) han votado a favor.
Vamos ahora con los partidos de la oposición:
- Entre los diputados del Partido de los Verdaderos Fineses (que recientemente ha modificado su nombre para quitar el adjetivo «verdaderos»), 36 diputados han votado en contra y 1 (Arja Juvonen) ha votado sorprendentemente a favor.
- Entre los diputados del Partido del Centro (centro-derecha), 30 han votado en contra y 6 a favor.
- Los 12 diputados de la Alianza de la Izquierda han votado a favor.
Quedan por ultimo tres diputados escindidos de los partidos por los cuales se presentaron a las elecciones. Dos de ellos, procedentes de la Alianza de la Izquierda, han votado a favor. El tercero, escindido de los Verdaderos Fineses, ha votado en contra.
«Regocijo» del cabeza de la iglesia luterana
Además del primer ministro, otro líder que se ha mostrado muy feliz por la aprobación de la iniciativa legislativa popular es Kari Mäkinen, arzobispo de Turku y máxima figura de la iglesia luterana finlandesa. No es una sorpresa: ya desde el principio del proceso de discusión del matrimonio igualitario en Finlandia Mäkinen se ha posicionado a favor. «Sé lo mucho que este día significa para la comunidad arcoíris, para sus seres queridos y para muchas otras personas. Me regocijo de todo corazón por ellos y con ellos», ha escrito en Facebook.
El proceso sigue su curso parlamentario
Queda ahora por ver con qué velocidad se implementa la futura ley de matrimonio igualitario y se completa el proceso parlamentario (no debe perderse de vista que a finales de abril de 2015 Finlandia celebra elecciones generales), pero parece difícil que lo sucedido este viernes tenga marcha atrás. El hecho de que apenas media hora después del voto favorable en el pleno la iniciativa ya figurase como recibida en la Gran Comisión encargada de concretar el proceso es sin duda una buena señal.
En cualquier caso, no se espera que puedan celebrarse bodas, como pronto, hasta 2016. Mientras tanto, las parejas del mismo sexo finlandesas podrán seguir acogiéndose a su ley de uniones civiles, vigente desde 2002, que les concede derechos similares a los de los matrimonios heterosexuales excepto la adopción conjunta (desde 2009 sí que es posible la adopción por parte de uno de los miembros de la pareja de los hijos del otro).
En ese momento, Finlandia se convertirá en el último de los países de la Europa nórdica en acabar con la discriminación de las parejas del mismo sexo en el acceso al matrimonio civil (aprobado en 2008 en Noruega, en 2009 en Suecia, en 2010 en Islandia y en 2012 en Dinamarca).
Simplemente genial. Aunque Finlandia sea el país más conservador de Escandinavia el ambiente dice que los finlandeses ya habían esperado demasiado. Sería una vergüenza para el ejemplo que siempre han dado al mundo que ya en plena década de 2010 siguieran negándole el acceso a un derecho tan básico como el matrimonio a una pareja sólo por su sexo.
Ya en la Europa que se supone tolerante y avanzada, luego de la incorporación de Finlandia, Luxemburgo y Francia sólo estaría faltando Alemania como la gran endeudada respecto a los derechos LGBT sin contar por supuesto la vergonzosa situación de Italia al no reconocer ningún derecho a las parejas del mismo sexo. Insisto, países como Estonia, Malta y Andorra tienen ya amplias leyes de uniones civiles con derechos prácticamente iguales a los matrimoniales y en Italia aún no existe decencia política para si quiera debatir derechos a una minoría que especialmente en ese lindo país ha sido marginada históricamente de las peores maneras. Me da una pena enorme pero todos sabemos por qué. Y no lo voy a negar.
Hoy en mi hogar hay un brindis por Finlandia y, por supuesto, los más que guapísimos LGB finlandeses. Qué lindo es escribir aquí, chicos. Tan agradable como debe ser para ustedes mantenernos siempre al tanto de todo. Los quiero mucho. Besos gigantes y abrazos por miles 🙂
Lo de Italia es mucho mas complicado pues dentro de ella existe un estado muy católico, que influye mucho en la política ..Y sus activistas gays no son tan activos no exigen mucho ,pues nada cambia, la situación de ese bello país con una Venecia hermosa y digna para un paseo de boda civil . si uno no exige los cambios. a uno no lo escuchan .Los GAYS alemanes pues su uniones civiles no son equiparables al matrimonio se tienen que reorganizar y exigir firmemente su derecho a que uno y su pareja tengan el mismo trato y oportunidades que una pareja heterosexual. Finlandia ,no creo que sea conservadora pues la mayoría de su gente esta a favor ,El echo de que tengan la desgracia de que en su país surgió la extrema derecha,no quiere decir que sean conservadores.aunque es penoso que sea el único país de la Europa nórdica en tardarse en legalizar el matrimonio igualitario.cuando los otros lo aprobaron en un dos por tres .Ojala Finlandia le de ejemplo a Alemania y a Italia
y a uno que otro país.
Las elecciones son el año que viene y las encuestas dan ganador al partido de centro, el mismo que ha votado mayoritariamente en contra. Espero que de tiempo a que se complete el proceso.
A eso me refiero cuando digo que todos sabemos por qué en Italia no hay avances, a la influencia católica pues. Lo de los activistas no lo manejo pero al menos lo dudo, porque hace prácticamente 20 años que existen intentos por parte de activistas para sacar adelante proyectos de ley y en pleno 2014 aún ninguno ha prosperado. Vergonzoso por decirlo menos.
La situación de Alemania también es conocida (en DM la han explicado montones de veces) y la posición respecto al matrimonio del gobierno y sus secuaces es igualmente vergonzosa.
Nunca dije que Finlandia fuera un país conservador (lo incluí dentro de la Europa «tolerante y avanzada») si no que era el menos pro derechos LGBT de los nórdicos. En este momento el apoyo al matrimonio igualitario llega a un 60% en las encuestas (en Noruega y Suecia bordea el 80% y en Islandia es todavía superior) e incluso hasta el pasado año ni si quiera llegaba a esa cifra y quedaba en un 50 y pico. Y que haya sido el último en aprobar una ley de este tipo refleja la realidad de la opinión pública, comparable incluso, por ejemplo, a la de algunos países de América Latina. Un abrazo 🙂
Sebas Lo que dices es cierto,no sera que tenga que ver desgraciadamente el compartir frontera con las Rusia de puti?
En Italia la izquierda siempre promete aprobar, al menos, una ley como la alemana. Pero siempre hay una minoría democristiana que lo bloquea. No sé cómo se las apañan pero están en todos los gobiernos. En el caso de Renzi es el NCD de Alfano.
Cuando Polonia e Italia se sumen a la igualdad se podrá decir que definitivamente la Iglesia católica ha cambiado.
Las iglesias luteranas del norte están contentas pero cada vez más vacías. Tienen la suerte de ser estatales o semiestatales y de que todavía una mayoría de contribuyentes les mantiene.
No digo que se vacíen por ser «progres». Se vacían porque la gente pasa de la religión. En Escandinavia las iglesias solo son un símbolo, como la monarquía.