Lesgaicinemad (y 3)

Con esta entrada damos por finalizadas las reseñas de las películas que os recomendamos en Lesgaicinemad, que continúa todo el fin de semana. Esta misma noche se proyecta en el Club 33 (el Medea de toda la vida), el documental de Javi Larrauri Tomaremos las calles, sobre la lucha de las mujeres.

Una de las sorpresas más agradables de esta edición ha sido Velociraptor (México, 2014): en un ambiente apocalíptico, un adolescente quiere pedirle a su amigo hetero que le ayude a perder la virginidad antes de que se acabe el mundo. Las conversaciones entre los dos muchachos son absolutamente deliciosas y (pese a lo delirante del asunto), llenas de sentido del humor (hasta la carcajada) y de sentido común. Uno hubiera deseado que el director mantuviese ese tono durante todo el film, pero algunas digresiones en la historia que no aportan demasiado (salvo la del joven sordo de la tienda de comics) afean el resultado final, que pierde frescura y descaro. Aun así, notable alto.

Otro de los documentales interesantes es Las ventanas abiertas, en el que cuatro mujeres lesbianas en edad de merecer, de merecerlo todo (Boti, Empar, Micheline y Jocelyne), en España y en Francia nos cuentan sus miedos, sus deseos, sus diferencias… Uno no puede dejar de sonreír ante la frescura, la ingenuidad, el sentido del humor, la capacidad para razonar, la ilusión, el brillo en los ojos, la esperanza en el futuro y el poco rencor que guardan estas adolescentes de la tercera edad, tan sabias, tan admirables. Bravo por ellas.

Me reencuentro con Monika Treut casi más de veinte años después de ver My father is coming, cuando yo estaba haciendo la Mili en Cádiz. Of girls and horses (Alemania, 2014) va de eso: de chicas y de caballos. Horizontes infinitos, viento constante, alcohol y peleíllas, caballos y vacas y mucho slide guitar hacen que inevitablemente pensemos en esa película de los vaqueros. Relajante y bella, una historia sencilla y bonita.

De todas las películas que hemos visto, si tengo que elegir una, me quedo con 52 tuesdays (Australia 2014): en un formato algo encorsetado (como el pecho del protagonista), recorremos la vida de un hombre transexual en su proceso de transición. 52 martes consecutivos, que es la hora en la que queda con su hija adolescente, que se ha marchado a vivir con el padre. Pero la hija emprende a su vez un viaje: el del descubrimiento del sexo. Complejidad de sentimientos, una película llena de matices y de preguntas que estás deseando que termine para empezar a verla otra vez. Sobresaliente.

Hemos dejado para el final uno de los momentos más emocionantes del festival: el estreno de El viaje de Carla, el documental de Fernando Olmeda sobre la vida de la activista transexual Carla Antonelli. La capacidad crítica se ve excedida por las emociones que uno siente al ver el largo viaje (“Cuando emprendas tu viaje a Itaca pide que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de experiencias.”, decía Kavafis) de una de las mujeres a las que más admiro en este país. Su mirada desde la esquina de la calle hacia las ventanas de un hotel de lujo se repetirá en sentido inverso treinta años más tarde, porque Carla no quiere olvidar. Ninguno debemos olvidar. Hay quien ha convertido la política en un modo de vida. Y luego está Carla, que ha convertido la vida en política, que vive políticamente. Gracias Carla, que ya sabes qué significan las Itacas, que has luchado por tantas, que sigues luchando por todas. Y ustedes: no se pierdan el documental y hagan que todo el mundo lo vea. (Por cierto: las canciones de Alicia Ramos para la banda sonora son sublimes).

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