Alertan sobre la existencia de grupos homófobos que buscarían sembrar el miedo en zonas de cruising de Compostela
El Área de Libertad de Expresión Afectivo-Sexual de Izquierda Unida en Compostela (ALEAS-EU Compostela) ha alertado en un comunicado de la posible existencia de grupos homófobos que buscan sembrar el miedo en zonas de cruising. En concreto, este grupo se hace eco de lo sucedido en la madrugada del sábado 13 de diciembre, cuando un grupo de jóvenes se presentó en un coche en una de las zonas de cruising de la capital gallega para insultar y amedrentar a quienes allí se encontraban.
En este caso en concreto, la denuncia habría llegado a ALEAS-EU a través de un vecino que fue testigo de los hechos pero que desea mantener su anonimato, pero parece que hechos similares se habrían producido antes en la ciudad. Algo que preocupa a este colectivo, que considera que estamos ante «ataques premeditados que buscan ridiculizar y que asustan a las personas LGTBI contra las cuales se dirigen».
«Llamamos al colectivo LGTBI en particular y a la sociedad concienciada en general a estar alerta contra este tipo de actitudes. Entendemos que la única forma de erradicar estos comportamientos es a través de su denuncia y de la movilización en las calles, por lo que confiamos en que, en caso de que se repitan estos sucesos, las personas afectadas tomen nota de sus datos (matrículas de coche, nombres, etc.) para poder denunciarlos y pararles los pies», añade el comunicado.
Guía para evitar agresiones al practicar cruising
Precisamente hace tres semanas la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), la Federación de Servicios a la Ciudadanía de Comisiones Obreras y el colectivo de policías LGTB Gaylespol presentaron un díptico cuyo objetivo es tanto concienciar a las personas que practican cruising de que adopten una serie de precauciones para prevenir estas agresiones como sensibilizar sobre la importancia de denunciarlas.
El cruising consiste básicamente en establecer contacto con otros hombres interesados, ir a un lugar escondido y mantener relaciones sexuales consentidas. Aunque su origen remoto fue la necesidad de relacionarse y mantener relaciones furtivas en un contexto represivo, se ha convertido con el paso de los años en una práctica arraigada en la subcultura gay que practica una parte del colectivo homosexual (también hombres que tienen sexo con otros hombres que prefieren no identificarse a sí mismos como gais). Tiene sus reglas y sus propios códigos, y se practica en lugares en los que generalmente existe tradición al respecto. Pero sin embargo en más de una ocasión ha supuesto problemas para los hombres que lo practican al sufrir ataques y agresiones homófobas.
Entre los consejos que ofrece el díptico (que puedes descargar aquí) se encuentran:
- Informar a alguna amistad de donde se va a hacer el encuentro. No es aconsejable llevar a alguien desconocido a casa u hotel (es donde más agresiones se producen). También es importante valorar el riesgo de subir a un coche ajeno o de que alguien se suba al propio.
- Tener cuidado en caso de que te ofrezcan bebidas, que sea en envase cerrado.
- Tener cuidado con la información personal que se da.
- Evitar lugares peligrosos o de difícil acceso, como cuevas, barrancos, etc.
- Evitar llevar objetos valiosos.
«Asimismo recordamos que se debe denunciar cualquier tipo de agresiones, insultos, amenazas, chantaje, extorsión, robos con violencia… y que se puede presentar en la comisaría del cuerpo de policía más cercano, Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Local o Autonómica, abiertas las 24 horas del día o en el juzgado de guardia», explican las organizaciones responsables del documento.