Robert Biedroń, primer alcalde abiertamente gay de una ciudad polaca
Importante hito para la visibilidad LGTB en Europa oriental. Robert Biedroń, el político que ya hiciera historia en 2011 al convertirse en el primer diputado gay y visible en Polonia, ha sido elegido regidor de la ciudad de Słupsk. Se trata, que se tenga noticia, del primer alcalde abiertamente homosexual del país.
El representante y activista LGTB lleva una trayectoria de varios años en la política polaca. En las elecciones al Parlamento de 2011, Anna Grodzka y Robert Biedroń se convertían, respectivamente, en la primera diputada transexual y el primer diputado abiertamente gay de Polonia. Ambos se presentaron en las listas de Ruch Palikota, un movimiento de izquierdas liderado por el empresario Janusz Palikot, que obtuvo el 10% de los votos y se convirtió entonces en la tercera fuerza política del país. Biedroń, además de político, es un destacado activista LGTB, cofundador de la organización Campaña contra la Homofobia (KPH).
Candidato esta vez a la alcaldía de la ciudad báltica de Słupsk (la tercera más poblada de la provincia de Pomerania, con unos cien mil habitantes), el político dio la sorpresa ya en la primera vuelta de las elecciones municipales al alzarse con la segunda posición, superando al aspirante de la ultraconservadora Ley y Justicia (PiS). Biedroń obtuvo el 20,34% de los votos, por detrás de Zbigniew Konwinski de la liberal-conservadora Plataforma Ciudadana (PO), con un 29,09%. Pero la verdadera campanada se produjo el domingo pasado con los resultados de la segunda vuelta, en la cual el político abiertamente gay superó a su adversario y se alzó con la victoria con un espectacular 57,08% de los sufragios.
Tras ser elegido, Biedroń ha mostrado su satisfacción por la rapidez con la que, según él, “la sociedad polaca ha aprendido su lección de tolerancia”, y se mostró “optimista”, “feliz” y “orgulloso” de los cambios que va experimentando la ciudadanía de su país hacia la aceptación de la realidad LGTB. Recordamos que el político y activista fue víctima de una agresión homófoba tras finalizar la marcha del Orgullo LGTB de Varsovia hace tan solo un año y medio.
Su candidatura a la alcaldía, por otra parte, ha animado al menos a otros veinte aspirantes locales en todo el país a visibilizarse públicamente como LGTB, lo que la prensa polaca ha calificado como “efecto Biedroń”. Ningún otro ha sido elegido, pero el avance sin precedentes en visibilidad que supone su valiente gesto está fuera de toda duda.
Polonia, una realidad en evolución
Y es que la tradicionalmente católica Polonia, pese al atraso legal y social que arrastra todavía en materia LGTB frente a la mayoría de los países de Europa occidental, está cambiando a marchas forzadas en este tema, con frecuencia a pesar de las fuertes resistencias de su clase política.
Buen ejemplo de ello es los sucedido en enero de 2013, cuando el Parlamento polaco rechazó tras un acalorado debate tres proyectos de unión civil abierta a las parejas del mismo sexo, uno de ellos promovido desde la gobernante PO (Plataforma Cívica) con el apoyo del primer ministro, Donald Tusk. Una derrota que provocó una auténtica fractura en el seno la PO entre su sector más liberal y su sector más conservador, liderado por el entonces ministro de Justicia Jarosław Gowin, vinculado al Opus Dei y con conocidos antecedentes homófobos.
El resultado de la votación, que se acompañó además de furibundas proclamas homófobas lanzadas por algunos diputados, generó de hecho una importante frustración en los sectores más avanzados de la sociedad polaca. Gowin, por cierto, fue destituido pocas semanas después por insinuar la existencia de un comercio de embriones entre Polonia y Alemania, en lo que supuso la gota que colmó el vaso de la paciencia del primer ministro Tusk (quien por cierto se ha convertido, desde el 1 de diciembre, en el nuevo presidente del Consejo Europeo).
A pesar de los gemelos siniestros, es muy esperanzador comprobar cómo Polonia ha dado pasos en pos de una democracia liberal asimilable al espíritu europeo. Ojalá pronto toda Europa oriental acepte el modelo y la idea.