Un tribunal chino ordena indemnizar a una víctima de las «terapias» para «curar» la homosexualidad
Importante avance para los derechos LGTB en China. Un tribunal de Pekín ha condenado a una clínica pagar una compensación económica a Yang Teng, de 30 años, víctima de las «terapias reparadoras» de la homosexualidad. El tribunal establece además que la homosexualidad no es una enfermedad, luego no ha lugar a «curarla», y ordena a Baidu (el más importante buscador de internet chino) retirar la publicidad de la clínica en la que Yang Teng fue tratado con electroshock.
Yang Teng (o Xiao Zhen, como también le identifican en grafía occidental los medios) acudió a la clínica en febrero, presionado por su familia, después de encontrar en Baidu (un motor de búsqueda similar a Google muy popular en China) un anuncio en el que se promocionaba como un centro para «curar» la homosexualidad. Allí fue sometido a electroshock. No «curaron» a Yang, evidentemente, pero tras la terrible experiencia este sacó fuerzas de flaqueza para demandar al centro con el apoyo del Beijing LGBT Center, un colectivo LGTB de la capital china. Yang Teng incluso ha promovido una campaña en la plataforma All Out para conseguir que la directora de la Organización Mundial de la Salud, la también china Margaret Chan (natural de Hong Kong), condene el uso de estas prácticas en su país.
El fallo de la Corte Popular de Haidian ordena ahora a la clínica, situada en Chongqing (en el suroeste de China) pagar el equivalente a 560 dólares a Yang Teng, al considerar que la homosexualidad no es una enfermedad y por tanto no cabe hablar de curación de la misma. Se trata, según refieren medios internacionales, de la primera vez que un tribunal de la Republica Popular China falla contra las «terapias reparadoras». La sentencia, además, obliga al buscador Baidu a eliminar la publicidad de la clínica. Yang Teng está muy satisfecho con el fallo, que a su juicio demuestra que «cuando reclamamos la protección de nuestros derechos podemos obtener un resultado justo».
Algo se mueve en China contra esta práctica
La decisión de la justicia sobre el caso el Yang Teng tiene lugar en un momento en el que parece que la reacción social contra estas infames «terapias» está despertando en China. Un documental que denunciaba estas prácticas (Tratamientos que matan) tuvo una gran difusión hace ya más tres años en ese país. Y este verano contábamos como el activismo LGTB chino se está organizando para llevar ante los tribunales a los centros que la practican, demandas para las que contarían con el visto bueno del Gobierno. Y es que este tipo de clínicas parecen haber proliferado en años recientes pese a que China excluyó oficialmente a la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales en 2001.
Una batalla similar también ha empezado en la región administrativa especial (SAR) de Hong Kong, a raíz de la presencia en sus bibliotecas de las obras del estadounidense Joseph Nicolosi, uno de los principales defensores de las “terapias reparadoras”. Una asociación LGTB ha pedido a la biblioteca central de la excolonia que avise claramente sobre el peligro de sus contenidos, aunque no ha exigido su retirada por respeto a la «libertad de expresión».
Prácticas muy peligrosas
Como hemos insistido en otras anteriores, no se trata solo de que la homosexualidad dejara hace años de ser considerada un trastorno por las sociedades médicas y por la OMS. Lo que es especialmente preocupante es que estas prácticas son muy peligrosas para las personas que se someten a ellas, pudiendo desembocar en depresión y tendencias suicidas, como han advertido la Asociación Americana de Psicología (APA), la Asociación Médica Británica o las más importantes organizaciones de psicoterapeutas del Reino Unido, entre otros. En España, el Colegio de Psicólogos de Madrid también se posicionaba de forma expresa hace unos meses en respuesta a una pregunta de la Confederación COLEGAS.
Sobre la problemática que suponen las personas homosexuales que movidas por su fe religiosa acuden por voluntad propia a las consultas para cambiar su orientación sexual, la APA recomienda ser honestos con ellas sobre tales prácticas. El objetivo en estos casos debe ser favorecer la aceptación de la propia realidad. Posibles estrategias incluyen insistir en determinados aspectos de la fe religiosa, como la esperanza y el perdón, frente a la condena de la homosexualidad, sugerir el acercamiento a confesiones que sí aceptan el hecho homosexual o, en casos muy extremos, valorar la adopción del celibato sin pretender cambiar la orientación. Los testimonios de algunas de las personas atrapadas por las redes que promueven este tipo de prácticas («ex-gays») y que años después han conseguido liberarse son un buen ejemplo del daño que pueden llegar a sufrir.
En definitiva, la aplicación o recomendación de este tipo de prácticas van en contra del conocimiento médico actual y de la lex artis que obliga a todo profesional sanitario. Hay países en los que incluso están castigadas por los organismos reguladores (en el caso de Brasil, por ejemplo, las prohíbe el Consejo Federal de Psicología, pese a que diputados evangélicos han intentado, por el momento sin éxito, acabar con dicha prohibición) y ya hay dos estados de Estados Unidos (California y Nueva Jersey) que han aprobado leyes prohibiendo su uso en menores.
Para finalizar, y volviendo a China, os dejamos con el vídeo de denuncia que Yang Teng grabó para su campaña en All Out, demostrativo del esperanzador cambio de tendencia que se está produciendo en ese país: