Sacerdote irlandés sale del armario en misa tras defender el «sí» en el próximo referéndum sobre el matrimonio igualitario
Ocurrió hace ahora una semana. Martin Dolan, párroco desde hace 15 años de la Iglesia de San Nicolás de Myra, en Dublín, salió del armario en plena misa después de defender ante sus feligreses el voto afirmativo en el próximo referéndum sobre el matrimonio igualitario que tendrá lugar en Irlanda. Sus feligreses acogieron la sorprendente noticia con una calurosa ovación. Por el momento no hay una reacción oficial del arzobispado dublinés.
Martin Dolan, único sacerdote de la parroquia, es al parecer especialmente querido por sus feligreses. «Estamos muy orgullosos del padre Martin. El que haya admitido que es gay no cambia la persona que era antes de que lo dijera», declaraba después de conocer la noticia Liz O’Connor, trabajadora comunitaria juvenil, y una de las habituales de la parroquia. O’Connor advertía además que una posible suspensión del padre Dolan tras su salida del armario provocaría una reacción de indignación de sus feligreses.
«El padre Martin siempre ha sido un defensor de los derechos de las personas, que ha alzado su voz en contra del abuso de niños en la Iglesia [un tema particularmente sensible en Irlanda]. Hace bien en defender los derechos gays. La jerarquía de la Iglesia no puede condenarlo, deberían apoyarlo», añadía O’Connor.
La archidiócesis de Dublín ha rechazado hacer ningún pronunciamiento oficial hasta no conocer directamente la versión del padre Dolan.
La Iglesia irlandesa, activa defensora del «no» en el referéndum
Recordemos que en mayo de 2015 Irlanda celebrará un histórico referéndum sobre el matrimonio igualitario. Hasta el momento, las encuestas revelan que una gran mayoría de irlandeses (de hasta el 76 %) es partidaria del «sí». Ello no significa que esté ganado: una minoría homófoba muy motivada y alentada por la jerarquía católica bien podría llegar superar a una mayoría que, aunque amplia, no considere el asunto «propio» y se abstenga de ir a votar. Hace pocas semanas, los obispos católicos de Irlanda daban a conocer un documento de 16 páginas con el objetivo de dar a conocer a toda la población su posición contraria (el documento cuenta incluso con una versión en polaco, dado el alto número de residentes de ese origen en el país).
Habrá que ver qué sucede finalmente. Pese a ser un país de fuerte tradición católica, debe tenerse en cuenta que en los últimos años el peso de la Iglesia católica en Irlanda se ha reducido de modo considerable, en buena parte debido al conocimiento de los abusos cometidos durante décadas sobre niños y adolescentes. Un proceso que ha debilitado su capacidad de influencia y que permitió por ejemplo que en 2010 el Parlamento aprobara una ley de uniones civiles entre personas del mismo sexo por práctica unanimidad de las fuerzas políticas, pese a la declarada oposición de la iglesia católica.
Pero ello no significó que la lucha a favor del matrimonio igualitario se detuviera, y de hecho las muestras de apoyo han ido acumulándose durante todo este tiempo. Al margen de las ya mencionadas, una muy relevante que recogimos en su momento fue el respaldo de la corporación municipal de Dublín por una mayoría de 38 votos a favor frente a solo cuatro en contra. Y la expresidenta Mary McAleese, una figura muy respetada en el país, se pronunciaba hace dos años a favor. Otro pronunciamiento destacado han sido, por ejemplo, el del actor Colin Farrell, que consideró «demencial» que su propio hermano gay tuviera que abandonar Irlanda para poder casarse.
El propio taoiseach o primer ministro de Irlanda, Enda Kenny, se ha comprometido recientemente a hacer campaña activa en favor del «sí» en el referéndum. Días antes sorprendía con un pequeño gesto sin precedentes: acudir a un bar de ambiente gay para tomar una copa. Kenny pertenece, por cierto, al conservador Fine Gael, de inspiración democristiana e integrado en el Partido Popular Europeo.