Jonatan Cañada (gimnasta): «Los armarios de los futbolistas están hechos de la misma madera que los demás»
Tiene 37 años y ha sido varias veces campeón del mundo en gimnasia aeróbica. Reconoce ser «demasiado inquieto» pero destaca la persistencia por encima del resto de sus virtudes —»si me marco un objetivo, hasta que no lo consigo no paro»—. Le gusta la quinoa con verduras pero dice que «nunca podría probar» otras cosas, como las patas de cerdo.
Antes de decantarse por la gimnasia, probó bailando sardanas y haciendo solfeo. ¿Cuál de las dos cosas se le daba peor?
Ninguna de las dos [risas]. Aunque creo que mejor bailar sardanas… En esa etapa odiaba bastante ambas, no me gustaba cantar y menos tocar la guitarra. Ni tampoco estar viajando cada fin de semana para realizar concursos de sardanas largos y pesados.
Entonces, ¿decidió dedicarse a la gimnasia aeróbica porque le sobraba flexibilidad o porque había poca competencia?
Ni una ni la otra. La verdad es que después de muchos años haciendo solfeo y bailando sardanas, decidí que ya era hora de hacer lo que me apetecía. Me apunté a un gimnasio y fue la primera vez que vi a mi pareja de aerobic haciendo un trío con otras dos chicas. Ese día supe que querría hacer ese deporte costara lo que costase. Al empezar no era ni flexible ni había poca competencia, eran otras épocas y el nivel no era tan elevado ni en flexibilidad ni en dificultad.
Siempre se han escuchado historias de gimnastas maltratadas, obligadas a entrenar a todas horas, que sufren ansiedad y pasan hambre. ¿Dedicarse a este deporte fue como ir al quinto infierno para usted?
Competir es lo que tiene, y no es para todos. El “maltrato”, o quizás sería mejor llamarlo entrenamiento extremo, es el duro camino hacia el éxito, aunque hay quien perece por el trayecto. Yo ahora lo veo más como el esfuerzo, la nutrición, el entrenamiento… Mucho más positivo, pero sigue siendo igual de duro. Lo ves de forma distinta. Antes era un infierno, ahora sería un cielo si pudiese hacer lo que hacía antes.
Ha ganado más de treinta títulos internacionales y le conocen como “el rey del aeróbica”. ¿A qué altura tiene usted la autoestima?
A la misma que cuando empecé. Creo que los premios no hicieron crecer mi autoestima. Los títulos, medallas y condecoraciones me hicieron saber que había alguien que apreciaba deportes minoritarios y ser reconocido era como tener presente que no estabas en el olvido. La autoestima, confianza y seguridad las ganaba día a día, entrenando y consiguiendo lo mejor de mi en cada coreografía, ejercicio y elemento.
Recibir de manos de los Reyes de España dos medallas al Mérito Deportivo, ¿es lo más grande que le ha pasado en la vida?
Ha sido algo muy grande, pero a la vez muy triste. Recibir tal condecoración y que ni el propio Presidente de la Real Federación Española de Gimnasia se dignara a asistir fue muy triste.
¿Qué le hizo usted para eso?
El Presidente de la Federación pasaba de ir, sencillamente. No me iban a pagar ni el viaje para recoger el premio y les obligué a hacerlo. No se presentaron los otros gimnastas a la entrega. La verdad es que le llamé cincuenta veces hasta que me dijeron que sí que iría finalmente a la Gala para estar conmigo. Cinco minutos antes de empezar la ceremonia me llamaron diciendo que se encontraba mal en el taxi y que había decidido irse para casa. Simplemente patético. Yo soy el Presidente y voy hasta vomitando si hace falta.
¿A qué político del actual Gobierno le daría usted la Medalla al Mérito en el Trabajo?
Al actual Gobierno no le doy ni las gracias, y mira que soy educado. ¡Vergüenza les tenía que dar!
¿Qué tal va de amplitud el PSOE? ¿Mejor o peor que IU, Podemos, UPyD…?
La verdad es que no votaré a ninguno de los que nombras. No obstante, en su día el PSOE era uno de los partidos que contaba con mi voto por el apoyo incondicional a las ayudas sociales en nuestro país, tales como el matrimonio entre personas del mismo sexo o la adopción por parte de parejas homosexuales. El apoyo a sectores discriminados es lo que me hizo apoyarles en su momento.
¿Es Artur Mas un fenómeno del estilo libre?
Artur Mas creo que ha escuchado al pueblo catalán, y ha hecho algo que pocos hubiesen hecho. Como dicen, si no nos hacen caso deberemos hacer que nos escuchen. Artur Mas es un fenómeno de hacer ruido, la lástima es que a quienes se dirige estén sordos y no usen sonotone.
Dice que el baile como actividad deportiva es el mejor anti estrés. ¿Qué cosas le sacan de quicio a usted?
Ritmo, coordinación, liberación de las hormonas de la felicidad… una suma de muchos factores que aportan felicidad a la gente que le gusta bailar. No obstante, y supongo que por la edad, cada día hay más cosas que me sacan de quicio, pero con un poco de positividad y alguna clase de Anti-Gravity Yoga todo se soluciona. Me sacan de quicio cosas como la gente maleducada, los que no dicen buenos días al entrar en un lugar o la típica persona gorda que come de todo en el McDonalds.
¿Es usted más de Burger King?
Ver a un obeso comer en un McDonalds es saber que esa persona tiene unos hábitos alimenticios muy malos. Pero lo peor es que esa persona esté tan ciega como para no reaccionar y ver que se está destrozando la vida, porque sí. Por cierto, McDonalds vende más que Burger King pero, en realidad, cuando preguntas a las personas si quieren una hamburguesa frita o hecha al fuego, te dicen que al fuego. No obstante, prefieren la del «Maqui», que es menos saludable que la del «King”. ¡Je, je, je!
Lleva quince años dedicándose a la instrucción de actividades dirigidas. ¿Le gusta llevar el control en todo?
Soy muy tiquismiquis y me gusta la perfección. Me pongo de los nervios cuando no lo consigo. Lo bueno es que con tanta experiencia, lo controlo bastante bien. O eso es lo que me dicen, al menos.
Es el creador de lo que llama el Big Dance, que combina samba, rumba bolero, tango y diferentes bailes de salón adaptados al fitness. ¿Seguro que es un deporte y no un arma de destrucción masiva?
Es una actividad cardiovascular que intenta hacer que los participantes se lo pasen bien bailando de forma individual, sin necesidad de pareja, pero además puedan aprender a bailar con su técnica y ejecución. Lo importante no es hacer mover el culo, como pasa con muchas modalidades en la actualidad. Nosotros queremos enseñar a la gente a bailar y que ellos después puedan bailar con sus parejas en bodas, fiestas, etc.
¿El fútbol español es la única disciplina deportiva en la que no hay homosexuales?
¿Perdona? ¡ No! Y sé de unos cuantos… ¡Ja, ja, ja! Eso es como decir que en Miss Mundo no hay lesbianas. Personas LGTB hay en todo el mundo, disciplinas, deportes y artes. Pero vivimos en España, donde el fútbol y los toros es de machos, y el ballet o el aeróbic es de gays. No se equivoquen; que no sean visibles no significa que no haya. Pero es comprensible, si salen, los despellejan vivos. La pena es sacrificar tu vida por una carrera deportiva donde lo único que consigues, aparte de dinero y más dinero, es gastar años de tu vida en una mentira, aunque cuando lo hacen es porque les debe compensar, ¿no?
¿De qué están hechos los armarios de los futbolistas, que ninguno quiere salir de él?
Los armarios están hechos de la misma madera que la de los demás, aunque estos una vez se asoman por la puerta se encuentran una realidad llena de insultos, vejaciones, palizas, anulaciones de contratos, machismo, homofobia e intolerancia. ¿Qué pasaría si el Balón de Oro, alias Messi o Ronaldo, dijera al recoger el premio que es gay? Quizás deberían dar un paso adelante y ayudar a todos aquellos que no pueden vivir como realmente les gustaría por las presiones de Federaciones, clubes y sociedad. Mira Ricky Martin, primero fue su carrera y ahora es su vida ¿Años malgastados? ¿Objetivos diferentes en diferentes momentos de su vida? Lo importante es que sigue siendo él, único, sexy, buen cantante y gran padre de sus dos hijos.
Y usted, ¿llegó a apolillarse en el suyo?
La verdad es que no creo que ni en esa época habláramos de estar dentro o fuera del armario. Era campeón del mundo, y sí, era gay. No me perjudicó en nada. Una cosa no va en detrimento de la otra. Dije que era gay cuando gané mi primer título. Posteriormente fueron más de treinta. Después de mi salieron mucho más, siendo un ejemplo a la hora de hacerlo visible y normal, creando una familia y, actualmente, con mi hijo Pablo, de seis años. Lo que piensen los demás me da igual, ahora y antes. Es mi vida y siempre bajo el respeto y la tolerancia he intentado llevarla de una forma digna y admirable.
Si Mas ha escuchado al pueblo por practicar un nacionalismo extremista y casposo que lo vincula directamente con gentuza como Le Pen o Bossi, entonces habrá que admitir que su pésimo y paupérrimo gobierno, con chaqueteros, impresentables y tunantes como Mascarell, Ruiz, Homs o Puig, ha quedado silenciado por exhibir banderas en vez de gobernar como un gobernante democrático y moderado debe gobernar.
Y si admitimos igualmente que un obeso que come en un Mcdonalds merece sacar de quicio a quien practica un deporte que, pienso, no sé si se puede calificar de muy sano, entonces habrá que dejar claro que todos tenemos algún defecto del que al parecer tendremos que pedir perdón a alguien. Qué le vamos a hacer.
Perdón, parece que el comentario se envió duplicado… Quizá podáis ser tan considerados de borrar el segundo comentario llegado. Gracias.
Estoy de acuerdo con Iñigo en la primera parte de su comentario.
Yo también detesto los nacionalismos, sobre todo aquellos que me quieren eliminar, degradar o someter simplemente porque no pertenezco a ese pueblo (étnico) elegido. Lamentablemente, la mayoría de gente en algunas regiones está inmersa en esa cultura.
De hecho, por eso dejé de votar al PSOE (yo también le voté en tiempos de ZP y le agradezco sus políticas pero hay cosas que no puedo pasar por alto como su «luna de miel» con el nacionalismo o la asunción como propia de las ideas nacionalistas), y tampoco votaré a ningún partido de izquierda radical. Y por supuesto el PP tampoco entra dentro de mis convicciones ideológicas.
Así que tendré que elegir entre Upyd o Ciudadanos.