La azafata transexual Lorena González contrapone el trato “exquisito” de Aerolíneas Argentinas a la discriminación de Turkish Airlines
El caso de Lorena González, la azafata transexual en prácticas rechazada por Turkish Airlines debido a su identidad de género, fue destapado públicamente por dosmanzanas a principios de octubre de 2014. A raíz de la publicación de la primera noticia, numerosos medios de comunicación nacionales e internacionales se hicieron eco de su situación, consiguiendo una importantísima difusión y notoriedad. Después de los diferentes escollos a los que González tuvo que enfrentarse para conseguir unas nuevas prácticas profesionales fue admitida en Aerolíneas Argentinas; una empresa a la que se incorporó el pasado mes de enero. Tres meses después, cuando termina sus prácticas, Lorena González agradece el trato profesional y humano recibido por la compañía argentina: “han valorado mi trabajo y me han hecho sentir muy especial. Nada que ver con Turkish Airlines”.
“Es de justicia que, además de denunciar los actos de discriminación cuando los he sufrido, ahora pueda agradecer también el trato igualitario recibido por Aerolíneas Argentinas”. En este sentido, Lorena González valora positivamente su paso por la aerolínea latinoamericana, “para la que solo tengo palabras de agradecimiento”. Especialmente, tras su amarga experiencia en Turkish Airlines, una compañía en la que apenas duró 24 horas en su puesto asignado de prácticas porque su responsable en España, Ginés Alarcón, “no deseaba en sus filas a personas que sean o pareciesen transexuales. Y porque, además, pensaba que yo era un hombre”.
Tampoco contó en un primer momento con el apoyo explícito de la Escuela Superior de Aeronáutica de Madrid (ESA). Al denunciar públicamente la discriminación sufrida por Turkisk Airlines, González recibió un correo electrónico del coordinador de prácticas de ESA, Miguel Tenorio, en el que le comunicaba que se le negaban nuevas prácticas en otra compañía, debido a las “acciones de difamación llevadas a cabo contra el centro de estudios y publicadas sin fundamento alguno”. Sin embargo, la afectada se reunió posteriormente con la directora de la escuela, Rosa López, que desautorizó a Tenorio por haber actuado en su propio nombre y no en el de la escuela y garantizó por escrito a González que sí tendría sus prácticas, como finalmente sucedió.
Lorena González dice no saber si en Aerolíneas Argentinas conocían su caso y los precedentes vividos de discriminación pero “lo cierto es que me he sentido súper integrada por la dirección y por todo el personal y en este tiempo no he observado un solo gesto de rechazo o de desaprobación”. Así pues, el objetivo de González (como el de cualquier persona que se enfrenta a unas prácticas laborales) era aprender en un entorno real de trabajo, por lo que se siente “muy satisfecha”. Incluso ha revelado alguna anécdota vivida en estos meses a dosmanzanas. Por ejemplo, la llegada de una fallecida al aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid-Barajas. Al parecer, una señora que vivió muchos años en Buenos Aires pero deseaba ser enterrada en España, llegó en su ataúd mientras Lorena formaba parte de la coordinación del desembarque y tuvo que verificar que recibiera el trato adecuado y que llegara en perfectas condiciones a la funeraria.
Aunque González califica el trato profesional y humano recibido por Aerolíneas Argentinas como “exquisito”, tuvo que luchar mucho para conseguir nuevas prácticas después del rechazo de Turkisk Airlines. Una compañía de la que nunca obtuvo la más mínima disculpa y de la que dosmanzanas únicamente logró la siguiente declaración generalista: “como Turkish Airlines, rechazamos cualquier tipo de discriminación, incluyendo las sexuales”. Y eso tras llamar a la central de Turquía, ya que ningún responsable de España dio la cara ni ningún tipo de explicación por “la política de la compañía”. Sea como fuere, la campaña de firmas en apoyo a González abierta en Change.org obtuvo más de 75.000 firmas.
Carla Antonelli: “No hay que bajar la guardia”
Y hablando de apoyos, la diputada socialista en el parlamento regional madrileño Carla Antonelli, que respaldó a Lorena González desde el primer momento, asegura que “no hay que bajar la guardia”. Desde el punto de vista de Antonelli, en todo caso, “tener que dar las gracias por lo que es cotidiano para el resto de la población nos da una idea de la situación social a la que se enfrentan muchas personas transexuales”. Antonelli define a Lorena González como una mujer “valiente” y se lamenta de que “tengamos que ir caso por caso denunciando las distintas discriminaciones laborales”. No obstante, continúa diciendo que “todavía es más terrible saber que muchísimas personas transexuales han tenido y tienen que tragar con discriminaciones por la necesidad de conservar su puesto de trabajo”.
Por lo que respecta al futuro de Lorena González, su próximo reto es ampliar su formación con un curso de tres meses (impartido en el aeropuerto) de “flight dispatcher” (en castellano, coordinación y despacho de vuelos). Con este conocimiento extra, sumado a su preparación teórica y a lo aprendido en sus prácticas, la propia compañía le ha abierto las puertas a un posible próximo contrato. Desde dosmanzanas felicitamos a Lorena González por su esfuerzo y por la lucha de sus derechos y animamos a las empresas a que establezcan políticas de integración e igualdad LGTB en la contratación de personal.
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Acerca del Author
Juli Amadeu
Soy periodista y creo en la igualdad, en la justicia, en la ciencia y en los derechos de las minorías. Desde finales de 2013 escribo en dosmanzanas. Es mi forma de hacer activismo.