Martina Navratilova se lamenta de que ningún tenista masculino se atreva a salir del armario
La extenista de élite Martina Navratilova, abiertamente lesbiana y activista de los derechos de la comunidad LGTB, ha declarado en una entrevista concedida a laureus.com que “en la cancha de tenis, sin duda me gustaría ver más jugadores fuera del armario”. En su opinión, la situación global es muy diferente a la de los años 80 (cuando ella confesó públicamente su orientación sexual), especialmente en cuanto a una eventual pérdida de patrocinadores.
“No creo que los jugadores tendrían que pasar ahora por algo como lo que yo pasé hace 30 años”, ha reconocido Martina Navratilova. “Creo que los tiempos han cambiado”, asegura. Bajo su punto de vista, los deportistas que salgan ahora del armario lo tienen más fácil que décadas atrás en el terreno de los patrocinios, razón por la que “me gustaría ver más jugadores fuera del armario”. La visibilidad de deportistas como la propia Navratilova, los jugadores de fútbol americano profesional Michael Sam o Marcus Juhlin, el futbolista Robbie Rogers o el baloncestista Jason Collins, por citar solo algunos ejemplos recientes, son referentes positivos para la normalización y la reivindicación de derechos de las personas LGTB.
Sin embargo, Navratilova admite que “por supuesto, depende de en qué país se encuentre el deportista, porque todavía tenemos países donde la homosexualidad es castigada con la muerte, por lo que estamos hablando de situaciones diferentes aquí”. Por este motivo, mientras que en Estados Unidos “estamos luchando por la igualdad de derechos y por el derecho al matrimonio igualitario, en otros países la gente está luchando por el derecho a mantenerse con vida”.
Retirada de la primera fila del tenis profesional desde 2006, la jugadora checoamericana Martina Navratilova contrajo matrimonio el pasado diciembre con su novia, la rusa Julia Lemigova, con la que mantenía una relación sentimental desde hacía seis años y con quien reside en Florida. Navratilova, ganadora de 18 títulos de Grand Slam y que en su día se convirtió en la primera deportista de élite en salir del armario públicamente, tiene dos hijas, Victoria y Emma, y siempre se ha mostrado comprometida con la causa LGTB. En 2010 pasó por uno de los momentos más amargos de su vida cuando le fue detectado un cáncer de mama. Afortunadamente, fue tratada en una fase temprana de la enfermedad y hoy se encuentra totalmente recuperada.
una mujer valiente, sin duda