Valérie Tasso (escritora): «No cambiaría mi nacionalidad por nada en el mundo»
Es escritora, sexóloga e investigadora. ¿Con cuál de esas facetas se ha dado más homenajes?
Sonará raro, pero mi faceta de escritora es la que más me ha hecho ganar dinero; algo absolutamente imposible hoy en día y reservado a unos pocos privilegiados. En cuanto a la sexología, cuando la gente empiece a ver esta disciplina como algo serio, y no como unas meras técnicas del Kama Sutra, quizá. Finalmente, la investigación, en el campo de la sexología, necesita financiación. Y tal y como está el panorama, mejor olvidarse del tema. Si ya no se da financiación para la ciencia en general, imagínate para una disciplina que estudia el Hecho Sexual Humano. Pero no es nada nuevo. Ya pasó con Alfred Kinsey y con Masters y Johnson, en los años cincuenta y sesenta.
“Las redes sociales son las nuevas discotecas del siglo XXI”. ¿Es usted la reina de Blender?
Desconozco ese programa. Esa frase, sin embargo, define muy bien lo que son las relaciones de hoy en día. Menos compromiso, menos implicación y más virtualidad. Por lo tanto, menos humanismo y menos comunicación, paradójicamente.
Pero en 2010 decía que se manejaba peor con Facebook que con un amante. ¿Le cogió ya el gustillo?
No; sigo posteando en Facebook lo justo y necesario. No me suelen gustar las plataformas virtuales que son la personificación de la hipocresía por excelencia. Y son siempre fuentes de conflicto. La gente entra y sale a su antojo en tu muro para opinar, cuando no has pedido la opinión de nadie y ni siquiera te importa la opinión de los demás. La gente se siente muy sola y, en un mundo donde todo es espectáculo, necesita hacerse visible. Para eso, las redes sociales son ideales. Los tontos, amargados, narcisistas y psicópatas están como peces en el agua.
Seguro que ahora le dejan mensajes de amor en el muro virtual. ¿Se perdieron para siempre los piropos de albañil?
¡No te creas! Me mandan más bien mensajes privados con fotos de sus genitales y nada más. Como si eso me pudiera poner cachonda. ¡Por favor! No seamos ridículos. Las cosas que me ponen son otras. Eso pasa con las personas que caen en estereotipos. Y yo soy todo menos una mujer estereotipada. No creo que los piropos de albañil se hayan perdido. Los que han desaparecido son los albañiles. Hay cada vez menos en este país, golpeado por la crisis. Y ya sabemos que el sector de la construcción es el sector que más ha sufrido la crisis. Hace una eternidad que no veo a ningún hombre colgado de un andamio. Vamos mal, muy mal. A mí me gusta el piropo inteligente. Que venga de un admirador a través de redes sociales o de un albañil, me da absolutamente igual.
En su libro El método Valérie: Sexo y seducción da consejos para disfrutar más del sexo. ¿No se le ocurrió pensar que igual nos iba mejor si les hubiera regalado un ejemplar a Angela Merkel y a Mario Draghi?
¿De verdad te crees que ambos son los principales culpables de la crisis actual? Pero si hoy en día, ¡los gobiernos ya no pintan nada! Hace unos años, sí. Pero ahora hay un poder superior al que hay que responder: las grandes empresas. Son las que mandan.
“Una película porno es más honesta que un telediario”. ¿Más incluso que el informativo de La 1 de TVE?
No lo dudes. Aunque la pornografía simula lo que es una relación sexual, al menos sabemos más o menos todos que presentan una interacción sexual falseada. El telediario, no. Mucha gente da crédito a los informativos. La prensa tendría que ser absolutamente independiente. Sin embargo, no es así. Eso sí que es peligroso y no la pornografía.
“En España, los políticos no dejan la política… Es un chollo demasiado goloso”. ¿Quién es el más dulcero de la manada?
Ningún político español me gusta o me merece crédito. Lo siento en el alma. Para tener cierto morro, hay que ser inteligente. En España, se les ve demasiado el plumero…
¿Qué es lo que más echa de menos de su breve etapa como escort de lujo?
Nada. Si echara de menos algo, volvería a esta etapa. Que no te quepa la menor duda.
Decía Woody Allen que el sexo sólo es sucio si se hace bien. ¿Lo comparte?
Totalmente. ¡Y no te hablaré de mi vida sexual! Que ya he escrito bastante sobre ella…
Leí que una vez rechazó la oferta de un productor de televisión que le acosaba y le había ofrecido trabajo a cambio de sexo. ¿Qué otras cosas no haría nunca a cambio de dinero?
Lo que siempre me ha caracterizado es justamente el no contar la intimidad de los demás, sólo la mía. Hay muchas cosas que no haría nunca a cambio de dinero. Dar nombres, por ejemplo. Y mira que me lo han ofrecido muchas veces. La gente piensa que todo el mundo se mueve sólo por dinero. Lamento decir que no es así, al menos en mi caso.
“Estoy a punto de hacerme ‘insumisa fiscal’”. Bienvenida al club.
¿La corrupción española? Asquerosamente presente en todos los ámbitos. ¿Insumisa fiscal? No puedo. Todo lo que gano lo declaro. Y no gano lo suficiente como para poner mi dinero en algún banco de la isla de Jersey o de Man. Y olvidaros de Suiza, que ya no funciona.
¿Cómo anda usted de chovinismo?
¡Bien, gracias! Orgullosa de ser francesa. Pero también orgullosa de ser residente española. Ahora, no cambiaría mi nacionalidad por nada en el mundo. Que conste. Llámame ‘chovinista’ si quieres. No me importa.