León de la Riva, alcalde de Valladolid: «desde que la humanidad es humanidad el matrimonio siempre ha sido entre un hombre y una mujer»
Parece que alcalde de Valladolid, del que conocemos sus exabruptos machistas y tránsfobos, está en plena campaña de limpieza de imagen. Por lo que al colectivo LGTB se refiere, Francisco Javier León de la Riva ha estrenado una nueva versión del «yo tengo muchos amigos gais», que tanto usan algunos para legitimar socialmente sus posiciones homófobas. En una entrevista al diario El Mundo, de la Riva asegura acudir a las bodas de sus colaboradores gais, y ello pese a estar en contra del matrimonio igualitario y haberse negado siempre a celebrar bodas entre personas del mismo sexo.
Para León de la Riva (PP), el no celebrar bodas entre personas del mismo sexo no significa que sea homófobo… «En mi equipo hay gais declarados. ¡Incluso he ido a sus bodas! Soy católico, no meapilas, y desde que la humanidad es humanidad el matrimonio siempre ha sido entre un hombre y una mujer ya sea por el rito gitano, civil o religioso», afirma el alcalde, uno de cuyos concejales, José Antonio Gil Verona, es gay (circunstancia que por cierto ya en 2012 le sirvió como excusa para rechazar una moción a favor del colectivo LGTB).
Lo cierto es que el que un personaje como León de la Riva, que hace ahora tres años se mostró contrario a que la sanidad pública se hiciera cargo del proceso de reasignación de sexo de las personas transexuales con el argumento de que «si alguna comunidad autónoma quiere florituras, cambios de sexo o trasplantes de cerebro, que luego no diga que no le salen las cuentas y busque como pagarlo”, quiera usar su supuesto aprecio por sus colaboradores gais para justificar su «no homofobia» resulta bastante lamentable. Oponerse a la igualdad jurídica de las parejas del mismo sexo por lo que a sus derechos civiles respecta es homofobia, como oponerse al matrimonio interracial era puro racismo por mucho que uno sintiera un gran cariño por sus sirvientes de color.
León de la Riva, por cierto, fue elegido alcalde de Valladolid con mayoría absoluta en mayo de 2011, pocos meses después de faltar públicamente al respeto a la entonces ministra socialista Leire Pajín (“cada vez que le veo la cara y esos morritos pienso lo mismo”, dijo). Y de hecho las encuestas le siguen vaticinando un buen resultado cuatro años después, a pesar de haber declarado hace unos meses que le daba reparo subirse solo a un ascensor con una mujer por si esta «le buscaba las vueltas» y fingía una agresión (luego pidió disculpas…) o de estar por ejemplo al borde de la inhabilitación por negarse en redondo a derribar una edificación ilegal en su vivienda.
Debería informarse mejor este alcalde, porque ya en la antigua Roma se oficiaban bodas entre hombres. Famosas son las bodas de Nerón, que se casó varias veces. Pero en fin, qué vamos a esperar, les falta mucha cultura general. Lo malo es que cada pueblo tiene el gobernante que se merece, eso es lo triste.
Poco sabe de historia ese señor, tenemos unos ignorantes como gobernantes, o ignorantes o mentirosos
Desde el principio de la Humanidad siempre ha habido gilipollas tocapelotas pura sangre. La sangre de sus ancestos, memo.