“Por aquí si eres gay”: la original manera de defenderse de las incursiones rusas ideada por un grupo pacifista sueco
Recogemos hoy una noticia de las que nos hacen esbozar una sonrisa. Tras la tensión vivida hace unos meses ante la sospecha de la presencia de submarinos rusos en aguas suecas, una organización pacifista ha dado con la manera perfecta de ahuyentar estas visitas: darles las bienvenida con la imagen de un sugerente marinero que tiene un mensaje que transmitirles…
En octubre del año pasado, las autoridades del país daban la voz de alarma tras avistar supuestamente un submarino extranjero, probablemente ruso, en aguas territoriales suecas. Una gran operación militar de búsqueda e identificación se puso en marcha, sin que finalmente pudiera confirmar la procedencia del objeto. El episodio, unido a la desconfianza generalizada a raíz del conflicto en Ucrania, llevó al Gobierno sueco a anunciar un incremento de 10.200 millones de coronas (algo más de 1.000 millones de euros) en el presupuesto de defensa en prevención de un posible ataque ruso.
La Sociedad Sueca para la Paz y el Arbitraje (SPAS), que lucha por la solución pacífica de los conflictos y el desarme, ha encontrado sin embargo un método mucho más barato y divertido: la instalación de un sónar subacuático en el área donde se detectó el supuesto submarino para “disuadir” con garantías de éxito a los militares rusos. Y es que el aparato diseñado por la SPAS muestra la imagen de un marinero en luces de neón que baila y muestra la indicación “Bienvenidos a Suecia. Gay desde 1944” -en referencia al año en el que se despenalizó la homosexualidad en el país-. El sónar emitirá además un mensaje en código morse: “This way if you are gay” (“Por aquí si eres gay”).
El Singing Sailor, como han denominado al artefacto “disuasorio”, contiene una crítica nada velada a la ley rusa contra la “propaganda homosexual” aprobada hace dos años, y quiere mostrar que la defensa de la diversidad es un motivo de orgullo para la mayor parte de la sociedad sueca. La indignación con la homofobia de Estado en Rusia cristalizó en iniciativas como la de interpretar el himno nacional ruso bajo la bandera del arco iris, que conocimos unos días antes del comienzo de las olimpiadas de invierno de Sochi.
El propio responsable de comunicación de SPAS, Daniel Holking, ha abundado en el carácter reivindicativo de la acción: “si hay un submarino por ahí bajo las olas del Báltico y la tripulación viera u oyera por casualidad al Singing Sailor, están invitados a unirse a nosotros en el desfile del Orgullo de Estocolmo el 1 de agosto”, declaró. En tono más serio, la presidenta Anna Ek hizo un llamamiento al desarme y se mostró convencida de que “si las acciones militares y las armas hubieran servido como métodos de resolución de conflictos, hace ya mucho tiempo que habría paz en el mundo”.
Os dejamos con el vídeo promocional de la iniciativa…
Hay muchos territorios ocupados por Rusia como Königsberg o buena parte de Finlandia (Carelia). O sea, que de broma no tiene nada esta amenaza.
Sobre todo porque con la política de hechos consumados al final se salen con la suya como hicieron en Georgia o Ucrania, ya que el resto de naciones le tienen bastante miedo por aquello de las armas nucleares.