Un proyecto fotográfico con jóvenes LGTB sin hogar busca visibilizar sus ilusiones y capacidad de superación
La vida de los jóvenes LGTB sin hogar es indudablemente difícil. Pero sería un error pensar que sus historias solo hablan de impotencia y sufrimiento. Un nuevo proyecto busca hacerlas visibles y reivindicar también la capacidad de resistir y superarse de sus protagonistas.
Una de las realidades más duras de los jóvenes y adolescentes LGTB es la representada por quienes viven en la calle. Se calcula, por ejemplo, que en la ciudad de Nueva York hay 20.000 jóvenes sin hogar y que un 40% se identifica como LGTB. Normalmente son noticia por su lado más trágico, por los suicidios o por la pobreza o aislamiento a que se ven frecuentemente abocados. Sin embargo, hay otra cara. Sus historias de vida también muestran voluntad de encontrar libertad, superar las dificultades y encontrar la felicidad.
Reflejar este otro lado de su historia es precisamente lo que busca el proyecto que reseñamos. Se titula See Me: Picturing New York’s Homeless Youth (“Mírame: retratando a la juventud sin hogar de Nueva York”). Dicho proyecto consistirá en un álbum fotográfico y una exposición. Su autor, Alex Fradkin, ha recibido el apoyo de la Reciprocity Foundation (una organización neoyorquina centrada en los jóvenes sin hogar y que tiene explícitamente como uno de sus focos de atención a las personas LGTB). A lo largo de dos años, Fradkin trabajará con un grupo de jóvenes LGTB sin hogar. Mostrará sus pasos desde los albergues hasta que entran en una vida de trabajo y estudios, de sanación y liderazgo. Por su parte, el cofundador de la Reciprocity Foundation, Taz Tagore, completará las imágenes del proyecto con relatos escritos que describirán las circunstancias y las condiciones actuales de los jóvenes retratados.
En este enlace podéis ver un adelanto del trabajo, con fotos de varios participantes. Os insertamos también un vídeo promocional del proyecto:
La historia de Derrick
Como adelanto, tenemos ya la historia de uno de estos jóvenes, Derrick Cobb. A los 16 años, su padrastro lo echó de casa y fue recibido por un hombre gay mayor. Joven e ingenuo como era, confió en él. Sin embargo, este hombre se reunió con otros, drogaron a Derrick, lo golpearon y lo violaron repetidamente. Esa noche, con 17 años, contrajo el VIH. Al acudir a la policía se encontró con que no le daban importancia a lo sucedido. Decían que “eso es lo que los gays se hacen entre ellos”. No sorprende saber que Derrick intentó suicidarse en 2011. Afortunadamente, el afecto de su sobrina y el apoyo de un médico le ayudaron a ir saliendo de la situación en que se encontraba.
Actualmente, Derrick tiene 25 años y vive en una residencia de la fundación True Colors, creada por Cyndi Lauper para jóvenes LGTB sin hogar. Quiere ser artista y se ha presentado a una plaza en la universidad para el Grado en Música y Danza. En 2015, además, está previsto que salga su disco y cuando se presente hablará públicamente de cómo se vive con VIH. En definitiva, la historia de Derrick es un adelanto de lo que será el proyecto en su conjunto: compartir relatos de vida marcados por el dolor pero también por la capacidad para superarse y salir adelante.