El activista ruso Nicolai Alekseev es sancionado con una multa por organizar la Marcha del Orgullo de Moscú
El conocido activista ruso Nicolai Alekseev ha sido sancionado por un tribunal con una multa de 20.000 rublos por intentar celebrar la Marcha del Orgullo de Moscú sin autorización, tras pasar 10 días en la cárcel. Aunque ha presentado el correspondiente recurso, Alekseev no confía en la justicia rusa, por lo que ha expresado su intención de apelar finalmente ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Según el activista, la situación de los derechos humanos en Rusia, y de los derechos LGTB en particular, no hace más que empeorar.
El pasado 30 de mayo fueron detenidos tres de los activistas que intentaron celebrar la 10º Marcha del Orgullo de Moscú, a pesar de la prohibición dictada por las autoridades de la ciudad. El Ayuntamiento de Moscú había vuelto a denegar, por décimo año consecutivo, el permiso para la celebración del Orgullo LGTB, algo nada extraño viendo la manera en que el Gobierno ruso ha institucionalizado la homofobia y viene discriminando a las personas LGTB desde hace tiempo. Por si esto fuera poco, el portavoz de la alcaldía, Alexei Mayorov, advertía con la amenaza de que el incumplimiento de dicha negativa podría acarrear “riesgos”.
Según varios medios locales, el conocido activista Nicolai Alekseev fue atacado por radicales ortodoxos cuando se personó en la céntrica calle Tverskaya, una de las más concurridas de Moscú, para celebrar el acto. En ese momento, otros activistas que se encontraban en el lugar habrían acudido en ayuda de Alekseev lo que habría desembocado en un choque violento que obligó a las fuerzas del orden a bloquear el tráfico en esa zona. Asimismo, uno de los activistas intentó desplegar una bandera arcoíris a la vez que la policía se dispuso a detenerles. Durante el incidente, alrededor de treinta contramanifestantes lanzaron huevos a los participantes en el acto.
“Detenido y golpeado en el 10º Orgullo de Moscú. ¡Estamos detenidos! Seguramente me han roto el dedo de la mano izquierda”, denunciaba el propio Alekseev a través de Twitter, a lo que añadía que otros dos compañeros activistas habían sido detenidos como él “bajo la acusación de protesta ilegal y desobediencia a las órdenes de la policía”. Tras la detención, Alekseev ha permanecido encarcelado durante 10 días y ha sido condenado por el tribunal municipal de Moscú a una multa de 20.000 rublos (330 euros, 370 dólares). Es la primera vez que el intento de celebración del Orgullo ha ocasionado el encarcelamiento de los participantes, ya que en años anteriores los detenidos habían permanecido arrestados en las dependencias policiales y habían sido puestos en libertad en breve tiempo.
En declaraciones efectuadas a Gay Star News, Nicolai Alekseev muestra su preocupación por el incremento de la hostilidad de las autoridades rusas hacia la los miembros de la comunidad LGTB, a la vez que expresa su intención de acudir a las instancias europeas para denunciar los abusos a los que se ven sometidos:
No espero nada ni tengo confianza en los tribunales rusos. Por eso, las prohibiciones de los eventos del Orgullo, así como las detenciones y la multa serán todas apeladas ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
La situación en materia de derechos humanos en general, y de los derechos LGBT en particular, está empeorando en Rusia. Ha sido la primera vez, en los 10 años que organizo la Marcha del Orgullo de Moscú, que alguien ha sido enviado a prisión por participar en ella. Es una nueva forma de presionar a los activistas para disuadirlos de manifestarse en las calles. Enormes multas, detenciones, despidos de sus trabajos. No espero que la situación vaya a mejorar en un futuro próximo, pero el Consejo de Europa y el Tribunal Europeo debe presionar más al Gobierno ruso respecto a la situación de las personas LGBT en Rusia y las violaciones de sus derechos.
Cabe recordar que, desde 2013, la administración rusa tiene prohibido informar positivamente de la homosexualidad a menores, una legislación que permite que quienes simplemente enarbolan una bandera arcoíris o reivindican la celebración del Orgullo sean detenidos y sancionados. Aun más temible es la práctica impunidad con que actúan grupos como Occupy Pedofilyaj y similares, dedicados al acoso, tortura e incluso asesinato de personas LGTB ante la pasividad muda de las autoridades.