La Semana Santa genera más basura que el Orgullo LGTB
Un año más encontramos los habituales artículos despreciativos que la prensa conservadora dedica al Orgullo LGTB de Madrid por la gran cantidad de residuos que genera. La resaca del Orgullo Gay: basura, alcohol ilegal y orines, titula ABC su artículo, este año especialmente ofensivo. El Orgullo ignora a Carmena: este año se ha recogido el doble de basura, titula por su parte El Mundo. Pues bien, para apreciar si realmente el Orgullo es una fiesta especialmente incívica hoy hemos querido compararla con otra festividad de signo diametralmente opuesto: la Semana Santa, momento de especial recogimiento y dolor para los fieles católicos. Nos hemos fijado en concreto en tres ciudades andaluzas en las cuales esta celebración tiene gran relevancia social y de cuyos residuos también la prensa se ha hecho eco… en un tono mucho más neutro. ¿El resultado? Pues teniendo en cuenta la población de cada una de las ciudades, parece que la Semana Santa genera más basura que el Orgullo.
Según el mencionado artículo de El Mundo, los servicios de limpieza de Madrid (3.165.235 habitantes en 2014) tuvieron que retirar este domingo 296.170 kilos de basura de las calles y plazas de la capital. ¿Mucho o poco en comparación con la Semana Santa andaluza…?
- En la última Semana Santa celebrada en Cádiz (121.739 habitantes en 2014), los servicios de limpieza tuvieron que retirar 994.880 kilos de basura.
- En la última Semana Santa celebrada en Málaga (566.9113 habitantes en 2014), los servicios de limpieza tuvieron que retirar 608.535 kilos de basura.
- En la última Semana Santa celebrada en Sevilla (696.676 habitantes en 2014), los servicios de limpieza tuvieron que retirar 890.920 kilos de basura.
Podría argumentarse que la basura generada en Semana Santa se reparte entre varios días, mientras que las cifras de las que se habla en el caso del Orgullo se refieren a un solo día. Bien, quedémonos entonces con un solo día también en el caso de la Semana Santa. Tras la «Madrugá» de la Semana Santa de 2015 (es decir, durante la noche del Jueves Santo al Viernes Santo) los servicios de limpieza de Sevilla recogieron 160.000 kilogramos de basura.
Nos resulta imposible calcular de forma exacta el volumen de gente que participaron tanto en el Orgullo madrileño como en la Madrugá sevillana: ambos acontecimientos atraen a miles de visitantes. Escojamos una cifra que sí es conocida, la de población de cada una de las ciudades en 2014. Según dicha cifra, y haciendo una extrapolación burda (pero eso sí, exactamente igual de burda en ambos casos), en el Orgullo madrileño se generaron 0,09 kilos de basura por habitante, mientras que en la Madrugá sevillana se generaron 0,2 kilos de basura por habitante. Más del doble…
Si atendemos a otros aspectos que también destaca la prensa conservadora, durante la Madrugá de 2015 se produjeron en Sevilla varias reyertas y se realizaron 201 asistencias sanitarias. Durante el Orgullo LGTB de Madrid, entre las 18:00 horas del sábado y las 02:00 horas de la madrugada del domingo, se atendieron 112 pacientes, la mayoría por mareos, caídas e intoxicaciones etílicas de carácter leve. Dos personas sí que tuvieron que ser ingresadas con pronóstico grave tras consumir éxtasis líquido.
En definitiva, bien podríamos decir que en Sevilla no hay mayor generador de basura que la Semana Santa, festividad nuclear de la fe católica.
Nota
A muchos tanto el titular como el contenido de esta entrada de dosmanzanas os parecerán estúpidos, demagogos y manipuladores. Pedimos disculpas: a nosotros también nos lo parecen. Tanto el Orgullo madrileño como la Semana Santa andaluza son festividades arraigadas en sus respectivos lugares, que gozan de una elevadísima participación popular y que comparten presión turística y «botellón». Minimizar la producción de basura y las molestias que generan a los vecinos, y hacerlas compatibles con el normal desarrollo de la fiesta, es tarea de todos. Pero estamos hartos de la manipulación interesada que todos los años tenemos que soportar. Basta ya.
Esto es pura demagogia. Todo el mundo sabe lo capillitas que son los gays sevillanos, está claro que son ellos los que dejan las basuras en las calles y beben alcohol ilegal. Los heterosexuales en cambio, y esto también lo sabe todo el mundo, no dejan basura alguna, y si los hay que apestan a alcohol sólo se debe a que debido a su devoción se han extralimitado con la sangre de cristo.
Y no solo eso. En el orgullo de Madrid, el Samur hablaba de unas 100 asistencias (parecen pocas, la verdad); en una fiesta-botellón sin reinvindicación alguna como es el San Juan de A coruña, 120000 asistentes y 237 asistencias médicas. Ojo, que no estamos en contra de fiestas populares, pero estamos más que hartos de que comparen en estos términos el Orgullo con otras celebraciones.
Me quedo con el último párrafo. ¿Por qué en este país hay que celebrarlo todo con ruido y basura?