Segataya, segundo distrito de Tokio en reconocer las parejas del mismo sexo
Segataya será el segundo distrito especial de Tokio en reconocer las parejas del mismo sexo mediante un certificado oficial. Sigue así los pasos del vecino Shibuya, que hace unos meses se convirtió en la primera administración japonesa en tomar una decisión así. Al igual que en Shibuya, en Segataya el reconocimiento tendrá un carácter fundamentalmente simbólico y escasas consecuencias jurídicas, pero no cabe duda de que representa un paso adelante en un país en el que las relaciones de pareja entre personas del mismo sexo han sido tradicionalmente tema tabú.
Segataya comenzará a emitir certificaciones el próximo mes de noviembre, un mes después de que lo haga Shibuya. Para solicitarlas los miembros de la pareja deberán ser mayores de 20 años y al menos uno de ellos deberá ser residente legal en el distrito. La decisión de la municipalidad de Segataya es especialmente significativa, al tratarse del distrito especial (nombre que reciben las 23 municipalidades que componen la metrópolis de Tokio) más poblado de la capital japonesa, con cerca de un millón de habitantes. Mientras que Shibuya, un importante centro de negocios, turismo y moda, cuenta con una significativa presencia LGTB (allí se celebra, por ejemplo, la marcha del Orgullo), Segataya tiene un perfil más netamente residencial. Quizá por eso la noticia resulta aún más esperanzadora.
Como ya contamos cuando recogimos la decisión de Shibuya, el estado japonés no reconoce más institución jurídica que el matrimonio entre personas de distinto sexo, pero la intención de los gobierno municipales que han aprobado la decisión es impulsar el que al menos tenga utilidad a nivel local y pueda ser utilizado por parejas del mismo sexo que buscan por ejemplo alquilar un piso o que quieren asegurar el derecho de visita en hospitales.
De lo que en cualquier caso no cabe duda es del valor simbólico de la medida. Japón es un país en el que las relaciones entre personas del mismo sexo han sido tradicionalmente un tema tabú, a pesar de la creciente visibilidad LGTB ejemplificada en casos como los del activista y político Taiga Ishikawa, primer político japonés abiertamente gay elegido para un cargo público del que tuvimos conocimiento (fue elegido concejal en Toshima, otro distrito de Tokio, en 2011) o el adolescente que hace poco más de un año sorprendía al salir del armario con un emotivo discurso pronunciado con motivo de un concurso escolar. Es un tímido primer paso hacia reconocimientos más sólidos, que posiblemente tardarán aún en llegar, pero supone un comienzo.