Una cámara de seguridad capta el asesinato a sangre fría de una mujer trans en California
Horrible asesinato el ocurrido en Fresno (California), donde una mujer transexual de 66 años fue acuchillada en el cuello sin media provocación alguna en lo que parece un homicidio planificado, que activistas LGTB consideran tiene todas las papeletas para ser un crimen de odio. Las cámaras de seguridad de un negocio cercano captaron el momento de la agresión, pese a lo cual los asesinos no han podido ser aún detenidos. Se trata de la 12ª mujer transexual asesinada en Estados Unidos en lo que va de año, lo que muestra una vez más la extrema la vulnerabilidad de este colectivo.
Las escenas de la muerte de K.C. Haggard impresionan por la frialdad que demuestran sus asesinos. La mujer caminaba por las calles de Fresno en la madrugada del pasado jueves. De repente, los ocupantes de un coche se fijan en ella, cambian la dirección de la marcha y la llaman. Ella se acerca y entabla una breve conversación con el ocupante del asiento delantero derecho, que de repente, sin mediar provocación alguna, la acuchilla en la garganta. El coche se da a la fuga. La mujer camina unos metros y hace gestos a otro coche para que se detenga, posiblemente para pedir ayuda, pero este sigue su marcha. Se tambalea y acaba cayendo al suelo. Varias personas pasan incluso a su lado pero no la ayudan. No fue hasta varios minutos después cuando un transeúnte llama a la asistencia sanitaria. La mujer fue trasladada a un hospital, parece que tras perder mucha sangre, donde ya no pudieron hacer nada por salvar su vida.
El siguiente reportaje de la KFSN-TV de Fresno muestra lo sucedido, aunque eliminando el momento concreto en que el asesino asesta la cuchillada mortal a la víctima (por ello hemos decidido insertarlo, pese a nuestras dudas). Incluye además declaraciones de Augie Rubio, el dueño del local de tatuaje al que pertenece la cámara de seguridad, y de la activista trans Karen Adell Scot, que se muestra convencida de que el ataque fue un crimen de odio:
Se da la circunstancia de que solo dos días antes de la muerte de Haggard otra mujer transexual, India Clarke, de 25 años, fue brutalmente golpeada hasta la muerte en Tampa (Florida).
Antes de ellas han sido asesinadas en lo que va de año Lamia Beard, Ty Underwood, Yazmin Payne, Taja Gabrielle de Jesus (a sus asesinatos hicimos referencia en febrero), Penny Proud, Bri Golec, Kristina Gomez Reinwald, London Chanel, Mercedes Williamson y Lamar «Papi» Edwards (en este último caso hay informaciones contradictorias sobre si se identificaba como un hombre gay o una mujer trans). Doce víctimas, en total. En solo siete meses, el mismo número de mujeres trans asesinadas en Estados Unidos que en todo 2014. Un dato verdaderamente preocupante.
Estados Unidos no se libra de la violencia tránsfoba
Con cierta frecuencia -no tanta como la que se merece el tema- nos hacemos eco de la sangría que supone la violencia tránsfoba en América Latina, la región del mundo que contabiliza más asesinatos de personas trans. Pero también en Estados Unidos la comunidad trans es la más vulnerable a la violencia y a la discriminación. Según datos de Transgender Europe, del total de 1612 asesinatos de personas transexuales contabilizados entre 2008 y 2013, 100 de ellos han ocurrido en ese país.
Resulta además llamativo el factor racial, a su vez imposible de deslindar del socioeconómico. De los 18 asesinatos registrados específicamente como crímenes de odio en 2013 en Estados Unidos por la National Coalition of Anti-Violence Programs (NCAVP), 13 de ellos (el 72,2%) lo fueron de mujeres transexuales. Pues bien, 12 de ellas eran afroamericanas o latinas. Una mayoría que se repite en 2014 y en lo que llevamos de 2015. Parece claro cual es el grupo más vulnerable.