La ONU acuerda unos Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030 sin ninguna referencia final a los derechos LGTB
Las Naciones Unidas acordaron el pasado domingo el contenido de la agenda de desarrollo sostenible para los próximos quince años, que se votará el próximo mes de septiembre. El texto consensuado enumera diecisiete objetivos entre los cuales, a pesar de los esfuerzos de países como Brasil y Reino Unido, no habrá ninguna mención a la lucha contra la discriminación de las personas LGTB.
Decepción en la ONU. Tras una maratoniana discusión de dos días de duración sobre los puntos que se deberían incluir en los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030, los derechos LGTB han quedado finalmente excluidos. Según recoge la web de una organización “pro-familia” de Estados Unidos, el representante brasileño Guilherme de Aguiar Patriota habría presionado para conseguir “una redacción más progresista” de la lista de compromisos que incluyera, aunque fuera de manera implícita, los derechos LGTB.
La propuesta inicial era incluir la “sexualidad” como categoría merecedora de protección contra la discriminación. Si ello no se aceptaba, la frase a añadir sería la de “grupos sociales”, un término lo suficientemente amplio como para incluir a la comunidad LGTB sin mencionarla directamente. También se intentó sustituir el término “sexo” por el de “género” para reconocer a las personas trans.
Finalmente, ninguna de estas propuestas ha llegado a buen puerto. El texto acordado en las negociaciones lideradas por el embajador keniano Macharia Kamau contiene diecisiete objetivos. El décimo de ellos, en su segundo punto, insta a los Estados miembros a:
Potenciar y promover la inclusión social, económica y política de todos, independientemente de su edad, sexo, discapacidad, raza, etnia, origen, religión o situación económica u otra condición.
En la redacción final habría sido determinante la postura intransigente de la delegación nigeriana, cuyo representante Usman Sarky exigió un texto “limpio” de referencias a la población LGTB o al aborto. El secretario general de la ONU Ban Ki-moon no hizo ningún comentario sobre este asunto, pero se felicitó por la próxima aprobación de una “agenda de desarrollo sostenible valiente, ambiciona y transformadora para los próximos quince años”.
Derechos LGTB en las Naciones Unidas: un complicado equilibrio
A pesar de algunos estancamientos como el que hoy recogemos, la ONU ha dado pasos muy importantes en los últimos tiempos en el reconocimiento de la realidad LGTB y la lucha contra la discriminación. Ya en 2011 fue aprobada una histórica resolución del Consejo de Derechos Humanos de condena de los actos de violencia y discriminación por razón de orientación sexual e identidad de género, que fue ratificada el año pasado.
Hace dos meses se publicó un informe sobre los derechos de las personas LGTB en el mundo que puede marcar un antes y un después, por el amplio alcance de sus recomendaciones. En 2014, Ban Ki-moon amplió el reconocimiento de las uniones del mismo sexo de los empleados de la organización independientemente de su lugar de origen. Una medida que provocó una disputa con Rusia (que se oponía a la misma) y en la que finalmente se impuso el criterio del secretario general.
Entre los acontecimientos negativos destaca el nombramiento en junio de 2014 del homófobo ministro de Exteriores de Uganda como presidente de la Asamblea General, o la exclusión de las personas LGTB en una resolución sobre la protección a la familia. Un difícil equilibrio entre los países más avanzados en esta materia (entre los que sorprende positivamente el compromiso de los latinoamericanos) y los más virulentamente contrarios a la igualdad LGTB complica muchas veces las discusiones, pero poco a poco se van logrando avances bastante significativos.