Un joven gay, condenado a tres años de prisión por la agresión sexual a una chica en Barcelona
Un joven gay menorquín ha sido condenado a tres años de cárcel por un delito de agresión sexual a una chica en Barcelona. Ahora, Joan Cardona, de 27 años, tiene sus esperanzas puestas en el Tribunal Constitucional, ante el que su abogado ha presentado un recurso de amparo para lograr que el caso sea revisado.
Todo comenzó el 19 de noviembre de 2012, cuando una joven sufrió una agresión sexual en el portal de su casa a manos de un chico que, según la víctima, conducía una moto y que forcejeó con ella realizándole tocamientos tanto en el pecho como en la zona genital, por encima de la ropa.
Diez días más tarde, la víctima de la agresión denunció al supuesto agresor al reconocerlo en el supermercado en el que trabajaba como cajera, y donde Joan solía comprar habitualmente. Poco después, Joan fue llamado a declarar a la Comisaría de los Mossos d’Esquadra del barrio barcelonés de Sants y allí se le comunicó que se le acusaba de intentar abusar de una chica.
En su declaración inicial, la joven aseguró que nunca antes había visto a su agresor. Sin embargo, no dudó en señalar a Joan, quien era cliente habitual de su supermercado, en la rueda de identificación.
Durante el juicio, celebrado en octubre de 2014, la acusación aportó como pruebas el testimonio de la víctima de la agresión y el de un compañero de trabajo que, si bien no estuvo presente en el momento de los hechos, corroboró que Joan era cliente habitual del supermercado. La denunciante también apuntó que su agresor había llegado en moto hasta su portal, pero Joan demostró que no tiene ni moto ni carné para conducirla. Asimismo, la joven dio una descripción física de su atacante que, según las pruebas aportadas en el juicio por Joan, no se correspondía del todo con el aspecto que el joven tenía en el momento de los hechos.
El joven denunciado, por su parte, se declaró inocente ante el tribunal, presentando varias pruebas. Por un lado, aportó los testimonios de su hermano y su compañera de piso, quienes juraron que la noche de la agresión Joan estaba cenando con ellos. Por otro lado, y como testigo de su condición homosexual, el acusado contó con la declaración de quien era su novio en el momento de lo ocurrido. Este señaló que, casi a la misma hora en que se produjo la agresión, se encontraba chateando con Joan a través de la red social Facebook.
“A mí me dio la sensación de un juicio hecho a medida de la víctima, ya que si mi hermano hubiera presentado más pruebas y testigos creo que también hubieran servido de poco. La víctima no presentó ninguna prueba, ni un informe psicológico. Presentó un testimonio que no era ni del día de los hechos, sino del día que lo identificó en el supermercado […] Creo firmemente que se ha vulnerado el artículo 11 de la Declaración Universal de Derechos Humanos sobre el derecho a la presunción de inocencia”, cuenta a dosmanzanas Lourdes, la hermana del joven acusado.
El titular del Juzgado de lo Penal número 8 de Barcelona condenó al joven a tres años de prisión y le impuso una orden de alejamiento que le prohíbe acercarse a la víctima a menos de 1.000 metros. Según consta en la sentencia condenatoria, el juez dio por válido el testimonio de la joven al considerar que resultaba «veraz, convincente, concreto y persistente a lo largo de todo el procedimiento porque existen numerosos indicios objetivos que avalan la verosimilitud de su declaración».
Tras conocer la sentencia, Joan presentó un recurso de apelación que ha sido desestimado y, tras el cual, la juez del Juzgado Penal número 12 de Barcelona concede ahora al joven diez días para presentarse en el centro penitenciario más próximo a su domicilio. «Notificación de prisión recibida. En 10 ó 15 días dirán si debo ingresar«, señalaba el propio Joan a través de Twitter al conocer la noticia.
Recurso ante el Tribunal Constitucional
La última esperanza de Joan, que actualmente se encuentra bajo tratamiento psicológico, está ahora en el recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional que su abogado va a presentar a principios de septiembre para pedir que se anule la sentencia, por lo que consideran una vulneración de sus derechos y de su presunción de inocencia. De momento, y para ganar tiempo, ya ha presentado un escrito en el que solicita a la Audiencia Provincial de Barcelona que suspenda la ejecución de la sentencia hasta que se pronuncie la alta instancia judicial.
“La última decisión judicial ha sido como un mazazo que mina poco a poco tu esperanza, pero estos días nuestro abogado y la familia están trabajando para evitar lo peor […] Hoy nuestro abogado presentará nueva documentación y comunicará que pedimos un recurso de amparo en el Tribunal Constitucional con la esperanza de que la juez lo valore positivamente junto con el fiscal. Si es así, se evitaría la cárcel”, señala Lourdes. El recurso al Tribunal Constitucional, que presentarán a principios de septiembre, se resolverá en el plazo de entre seis y nueve meses. En caso de admitirse a trámite, su resolución podría tardar en torno a dos o tres años pero Lourdes apunta que “si el Tribunal Constitucional nos falla, iremos al Tribunal de Estrasburgo”.
La petición en la plataforma change.org para que el Tribunal Constitucional revise el caso de Joan ya ha superado las 7.000 firmas y en las redes sociales su denuncia se canaliza con el hashtag #justiciaparaJoan. Asimismo, la familia de Joan ha decidido llevar el caso ante la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas (OACDH) en Ginebra, organismo ante el cual presentaran un escrito donde se exponen los pormenores del caso y un dossier de prensa, acompañados de las firmas recogidas hasta el momento.
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Acerca del Author
Aashta Martínez
Periodista. Profesional con compromiso social y fobia al servilismo político. Totalmente convencido de la responsabilidad social de los medios. Escribo sobre diferentes temas y pregunto (mucho) cuando me dejan.
La verdad no soy quien para opinar sobre este caso porque no tengo ni idea, pero una primera imagen de esto me sugiere que se puede cometer un grave error.
Siento mucho lo que le ocurrió a la chica, pero para acusar a una persona hay que estar al 100% seguro, y no vale al 99%. Enviar a una persona a la cárcel por falso testimonio es un delito muy grave y eso podrá perseguirla el resto de su vida.
Si es cierto que el chico no tiene nada que ver, debe ser una autentica pesadilla que te acusen de algo que no tienes nidea, ni tiene nada que ver contigo, y te tengas que pasar tres años de tu vida en la cárcel por caprichos del destino y del azar.
A mi no me sorprende la sentencia,gobierna el PP!
Una vergüenza la verdad ,que una persona inocente valla a la carcel ,por que la chica se crea que es el.SI la noche esa estuvo con la familia y encima no tiene moto ,ni permiso como se come .Espero que se den cuenta y busquen al verdadero culpable y no valla un inocente a la carcel .
Una rueda de reconocimiento nunca debería considerarse suficiente para una condena penal en ausencia de otras evidencias. Por otra parte, parece que esiste una contradicciónn entre que ella dijese que no lo conocía y luego resultase ser un cliente habitual.
En caso de duda razonable debe prevalecer la presunción de inocencia sobre la de culpabilidad.
Osea, ¿primero el chaval no le suena de nada y centra sus sospechas en un cliente habitual de su trabajo?
Duda más que razonable… y si se desestima al final la demanda contra este chico, espero que a la chavala le caiga un buen puro. Nunca se puede acusar de lo que sea sin estar muy, muy seguro, caray.
Verdaderamente es chocante el caso este. Espero que se haga justicia.
Una victoria más del feminismo radical. Otra muestra de que no somos iguales ante la ley: la mujer goza de la presunción de inocencia, el hombre de la de culpabilidad.
Esto no tiene que ver con el feminismo, radical o no. Tiene que ver con un sistema machista, cegato, falso y mucha ignorancia.
Todos los compañeros de ella lo reconocieron como cliente habitual…pero ella no.Algo huele mal ahi.
En estados unidos hubo un caso de identificacion erronea y un hombre inocente se paso años en la carcel, por lo visto la chica se obcecó con una cara en la rueda de reconocimiento y esta convencidisima que era el…y no lo era.