Belgrado celebra por segundo año consecutivo su Orgullo LGTB en paz
La capital de Serbia, Belgrado, celebró el pasado domingo su Orgullo LGTB con el lema “Mis Derechos-Mis exigencias”. En esta ocasión, solo ha habido pequeños incidentes aislados (algunas detenciones de radicales sospechosos en los alrededores como medida preventiva). En cualquier caso, y teniendo en cuenta los violentos episodios de ediciones anteriores, ‘Beograd Prjde 2015’ (Orgullo de Belgrado) se ha desarrollado con total normalidad y con las máximas medidas de seguridad. La especial protección no es casual. La semana pasada, unos días antes de la manifestación, el Consejo de Europa lanzaba un mensaje al gobierno: “proteger y promover la diversidad de la sociedad”. A la manifestación acudieron ministros (algo inédito) y varios parlamentarios. También hubo guiños de la comunidad LGTB en apoyo a los refugiados sirios, que estos días se concentran entre las fronteras de Serbia y Hungría.
Fuerzas especiales, helicópteros, policías equipados con material antidisturbios, vehículos blindados, cañones de agua… El Orgullo LGTB de Belgrado ha contado este año con un gran despliegue de seguridad. La marcha tenía lugar en grandes arterias del centro de la capital, entre la Asamblea Nacional de la República de Serbia y las inmediaciones de la estación central de tren, cerca del Ayuntamiento. Todos los accesos a la ruta del desfile (es decir, las travesías secundarias) fueron acordonados por la Policía y se establecieron estrictos controles de seguridad, que se saldaron con varias detenciones preventivas de potenciales agitadores y ultras. Todos quedaban libres tras prestar declaración en comisaría.
Estas medidas policiales, al igual que el conjunto del sistema de seguridad del ‘Beograd Prjde’, no han sido baladíes. En los días previos a la manifestación, en el centro de la ciudad aparecieron varias pintadas LGTBfóbicas. No son solo un síntoma del todavía rechazo mayoritario de la diversidad, por parte de la sociedad serbia, sino un aviso (teniendo en cuenta los graves incidentes de años anteriores). Una vez más, líderes ortodoxos lanzaron mensajes homófobos y se opusieron a las movilizaciones igualitarias. “Mientras sea necesaria semejante nivel de protección tendremos que luchar y se nota que todavía tenemos que seguir haciéndolo”, declaraba Goran Miletić, miembro del comité de organización del Orgullo.
Con todo, el balance resulta positivo. Los organizadores del Orgullo se han mostrado “muy satisfechos” con el resultado de la manifestación (con una mayor asistencia que el del año pasado, aunque no hemos podido contrastar el dato exacto de participación). Boban Stojanović, otro miembro del comité organizador, se felicitaba porque “esta es la primera marcha de bien, caminamos a lo largo de las principales calles, todas las banderas en el aire, la gente estaba feliz, se escuchó la música, era alegre y colorida y esto es realmente un Orgullo”.
Aunque en 2014 se pudo celebrar el Orgullo sin mayores incidentes (tras tres años de cancelaciones), esta es la primera edición en la que se ha combinado la reivindicación con un ambiente festivo (por otra parte, la clave del éxito de los Orgullos más importantes como el de Madrid). Inédita también ha sido la presencia de diversos representantes de las instituciones nacionales y locales de Serbia. Entre otros, el Siniša Mali, alcalde de Belgrado (elegido en las elecciones de abril de 2014); el ministro de Cultura, Ivan Tasovac; el embajador estadounidense en Serbia, Michael Kirby; Michael Davenport, representante de la Oficina de la UE en Serbia o Čedomir Jovanović, líder del PLD (Partido Democrático Liberal), además de un grupo de diputados y otros miembros de la esfera pública. El ministro del Interior, Nebojsa Stefanovic, y el director de la Policía, Milorad Veljović, aparecieron al término de la manifestación para agradecer el trabajo de las fuerzas de seguridad.
Serbia también reclama igualdad para las personas trans
Coordinado con la manifestación general, el colectivo trans quiso realizar su propia marcha independiente, con el mismo final como punto de encuentro. Diversas entidades y activistas trans quisieron resaltar así la singularidad de sus problemas en relación con las exigencias generales del resto de la comunidad LGBT. Por ejemplo, cuestiones relacionadas con los registros y la documentación personal de identidad. En este sentido, la activista Helena Vuković señalaba que las personas trans “deben ser más visibles en la sociedad” y que hay que luchar para evitar la discriminación y los prejuicios por parte de los empresarios que crean empleo. A esta marcha paralela asistieron el embajador de Alemania en Serbia, Aksel Ditman; la ministra serbia (sin cartera concreta) Jadranka Joksimović; así como la ministra sueca de Cultura, Alice Bah Kuhnke, entre otros.
Serbia permite el cambio de sexo legalmente. No obstante, en este país balcánico no existe un marco jurídico adecuado que lo regule y que proteja la diversidad en la identidad de género. Por este motivo, el activismo trans exige que se lleve a cabo un debate público, con la consiguiente adopción urgente de una legislación que aborde la realidad jurídica de las personas transexuales.
Europa fomenta la protección de la comunidad LGTB
Sin lugar a dudas, Europa está siendo (junto al activismo) un revulsivo para que Serbia se preocupe por el colectivo LGTB. Quizá no sea o haya sido siempre un reconocimiento sincero y se deba al interés de los últimos gobiernos por completar la integración del país en la Unión Europea (como ya hizo su vecino Croacia). Sea como fuere, las directrices de respeto y protección exigidas por los organismos europeos correspondientes se van aplicando poco a poco y se deberá seguir avanzando en ellas.
“Los Estados miembros del Consejo de Europa aún tienen mucho por hacer para garantizar todos los derechos de las personas LGBT. La provisión de seguridad y la prevención de la violencia durante el desfile del Orgullo es el mínimo que cada gobierno debe aplicar con el fin de proteger y promover la diversidad de la sociedad”, determinaba el Consejo de Europa unos días antes de la manifestación del pasado domingo. En el plano legal, Serbia ha introducido durante la última década legislación antidiscriminatoria y contra los crímenes de odio homófobos, para cumplir con las condiciones de ingreso en la Unión Europea.
Defender los derechos LGTB en los Balcanes
Dosmanzanas realizaba el pasado mes de abril una extensa entrevista al escritor gallego Miguel Rodríguez, residente en Belgrado y autor del libro Homofobia en los Balcanes. En ella, Rodríguez analizaba los problemas y los retos a los que se enfrenta el activismo LGTB en los distintos países de la región, además de Serbia. “Las sociedades balcánicas son eminemente rurales, y la vida en el pueblo o en las pequeñas ciudades para las personas LGTB es opresiva sea en Croacia, Serbia o Macedonia”, explicaba este autor.
En otra entrevista anterior, la también gallega y activista Mariña Barreiro aseguraba que “la violencia ha sido y será siempre injustificada. Sin embargo, la sociedad de Bosnia y Herzegovina es muy patriarcal, una de las consecuencias es la gran incidencia de la violencia doméstica, así como de la violencia contra minorías sexuales”. A pesar de todas las dificultades, también se han ido produciendo pequeños avances como la primera celebración pacífica del Orgullo LGTB de Montenegro o del Orgullo de Belgrado, en 2014, tras años de incidentes, agresiones y disturbios.
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Acerca del Author
Juli Amadeu
Soy periodista y creo en la igualdad, en la justicia, en la ciencia y en los derechos de las minorías. Desde finales de 2013 escribo en dosmanzanas. Es mi forma de hacer activismo.