Cifuentes presenta sus propuestas sobre transexualidad y contra la discriminación… excluyendo a los colectivos trans
No sin sorpresa, por lo inesperado, el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid aprobaba el martes los borradores de anteproyecto de dos de las leyes a las que Cristina Cifuentes se había comprometido ante el colectivo LGTB: una «Ley de Identidad de Género» y una «Ley de Protección contra la Discriminación por motivos de Orientación Sexual e Identidad de Género». El Gobierno madrileño ha preferido ignorar el proceso participativo que los partidos de la oposición habían ya iniciado junto a los colectivos LGTB y ha preferido presentar su propuesta en un estado ya avanzado. Lo ha hecho, además, convocando a una reunión a algunos colectivos LGTB pero dejando fuera a otros como Chrysallis, Fundación Daniela o El Hombre Transexual, cuyos asociados se cuentan entre los más directamente afectados por la futura ley de transexualidad y que en tiempos recientes no han dudado en mostrarse muy críticos con el trato que las personas trans, y muy singularmente los menores, reciben de la Comunidad de Madrid.
El anuncio del Gobierno de Cifuentes, que en la web oficial de la Comunidad de Madrid adelantaba el mismo martes algunos aspectos de su propuesta (como la extensión de los recursos asistenciales para las víctimas de violencia de género a todas las mujeres trans, la fijación de un régimen sancionador para infracciones administrativas o el cambio de nombre de la Unidad de Trastornos de Identidad de Género, que pasará a llamarse Unidad Multidisciplinar de Identidad de Género) pillaba por sorpresa a oposición y asociaciones LGTB, que esperaban que ambas leyes surgieran, como en otras comunidades en las que se han aprobado normas de este tipo, de un proceso participativo que implicase desde un primer momento a los colectivos afectados.
Cristina Cifuentes ha preferido, sin embargo, anunciar la existencia de los borradores en estado ya avanzado y organizar inmediatamente después una reunión con varios colectivos LGTB para presentárselos delante de las cámaras. Una vistosidad mediática que queda desde luego muy lejos de los tiempos en los que la propia Cifuentes votaba en contra de una propuesta de ley integral de transexualidad presentada por la oposición socialista.
A la reunión convocada el miércoles por la tarde por la presidenta de la Comunidad de Madrid (acompañada de los consejeros de Presidencia, Justicia y Portavocía del Gobierno, Ángel Garrido, y de Políticas Sociales y Familia, Carlos Izquierdo) acudían representantes de Arcópoli, Asociación Respeta, COGAM, COLEGA Madrid, Fundación 26 de Diciembre y Transexualia. No estaban presentes, sin embargo, El Hombre Transexual, Chrysallis ni Fundación Daniela (estos dos últimos agrupan a familias de menores transexuales), precisamente los colectivos que se han mostrado más críticos con la atención que la Comunidad de Madrid presta a la transexualidad. Una ausencia que sorprendía por ejemplo a la diputada socialista Carla Antonelli, que ha registrado ya una pregunta parlamentaria para conocer el motivo concreto de la exclusión.
Carla Antonelli: una «falta de respeto»
“Nos parece una falta de respeto tremenda ningunear el trabajo de las asociaciones a las que se supone va dirigida esta ley”, expresaba de hecho Antonelli, que lleva años luchando por conseguir la aprobación de leyes como las que ahora presenta Cifuentes, al conocer la noticia. Se da la circunstancia de que pocos días antes el PSOE madrileño, junto a Podemos y Ciudadanos, presentaba el proceso participativo, junto a los colectivos LGTB, para elaborar una propuesta de ley integral de transexualidad al que el PP no quiso sumarse.
Antonelli ha dejado claro que su partido va a estudiar con lupa el texto presentado ahora por Cifuentes, que según la diputada socialista en buena medida ha “calcado” algunos puntos del primer borrador que preparaban de forma conjunta oposición y colectivos.
Chrysallis: «pinkwashing en Madrid»
Muy dura ha sido de hecho la reacción de Chrysallis, uno de los colectivos excluidos, que considera la maniobra de Cifuentes un pinkwashing en toda regla. «Desde mediados del mes de julio los colectivos de la Comunidad de Madrid que representamos a las personas transexuales tanto de forma específica (…) como de forma integrada entre sus siglas (…) nos encontramos trabajando en el proyecto común y de consenso de elaboración de una ley de identidad de género que recoja cada una de las reivindicaciones del colectivo. En la mesa de trabajo se encuentran también representados el Partido Socialista de Madrid, Podemos y Ciudadanos, quienes se han comprometido públicamente a apoyar y registrar de forma conjunta el texto que elaboremos los colectivos. El Partido Popular ha sido invitado a unirse en las mismas condiciones que el resto, es decir, aceptando el compromiso firme de trabajar de forma conjunta y dejando a un lado los intereses partidistas, pero ha declinado la oferta al no poder garantizar, según fuentes, ese compromiso», explican los padres y madres de menores transexuales, muy molestos con la situación creada y temerosos de que maniobras estéticas como el cambio de nombre de la Unidad de Trastornos de Identidad de Género no sean más que una cortina de humo para que la situación real no cambie.
«Hoy, miércoles, nos preguntamos de dónde habrá sacado el Gobierno de Madrid la información para redactar ese documento sin contar con los colectivos, pero no tenemos a quién dirigir nuestro interrogante: esta tarde la señora Cifuentes ha convocado a los colectivos generalistas para, entre otras cuestiones, presentarles el susodicho borrador. Una vez más la voz de las personas transexuales va a quedar excluida en gran parte ya que ningún colectivo específico ha sido contactado para unirse a la reunión. La infancia y adolescencia trans, los hombres y mujeres trans adultas, las peticiones de primera mano no van a ser escuchadas, una vez más», añadía el comunicado e Chrysallis.
Beatriz Gimeno: «La ley trans es de los activistas»
También Beatriz Gimeno, expresidente de la FELGTB y diputada de Podemos en la Asamblea de Madrid, se ha mostrado crítica hacia la actitud de Cifuentes en un artículo titulado «La ley trans es de los activistas, no es la ley del PP», publicado en Publiscopia. «El Partido Popular tiene derecho a sumarse a la defensa de los derechos humanos de las personas pero no tiene derecho a apropiarse de la lucha colectiva que nos ha traído hasta aquí. Esta ley, como la del matrimonio igualitario, es más que una ley; es un recorrido de vida para muchas personas, es una lucha política, es una lucha cultural, es un empeño vital. Los y las activistas se han dejado la piel en el empeño de que se aprobara una ley como esta y ahora, el Partido Popular de la Señora Cifuentes, les quiere arrebatar la posibilidad de ver culminada esta lucha», escribe Gimeno.
«Todos los partidos llevábamos en nuestro programa electoral la aprobación de dos leyes de estas características. Así pues todos estamos legitimados para trabajar en ellas, para aprobarlas. Pero sólo tres de estos partidos (Podemos, Ciudadanos y PSOE) hemos asumido y defendido que la ley que salga del parlamento madrileño tiene que ser la ley que nos presenten los colectivos lgtb. Aquí, señora Cifuentes, no hay expertos que valgan», añade Beatriz Gimeno, defendiendo, como Antonelli, que estas leyes, y muy singularmente la de transexualidad, se elaboren junto a los colectivos más directamente afectados, y no de espaldas a ellos. «Una ley como esta es más que una ley y merece consenso y respeto a la lucha de los y las activistas. Y no es respeto sino, al contrario, desprecio; profundo desprecio, presentarla sin contar con nadie, pretendiendo llegar antes sólo para llevarse la foto electoral; porque sea como sea la ley final –y nos alegraremos si es buena- una ley como esta, una ley que reconoce la dignidad de las personas transexuales, será siempre más que una ley y por eso, no es lícito robar el sentimiento, robar el protagonismo, robar el trabajo, robar los años de activismo, solo para ganarse unos votos (…) Nunca será su ley, señora Cifuentes, aunque la aprueben ustedes sin contar con nadie, siempre será la ley de los y las activistas transexuales», concluye.
COGAM se muestra crítica y pide mejoras
De especial interés nos parece, por último, reseñar la opinión del colectivo COGAM, uno de los asistentes a la reunión con Cifuentes que ha esbozado ya algunas críticas a la propuesta del Gobierno madrileño. En concreto, respecto al borrador de ley integral de transexualidad, COGAM se muestra en abierto desacuerdo con varios artículos que por un lado no se corresponden con la supuesta intención despatologizadora del proyecto, y que por otro no abordan adecuadamente la situación de los menores transexuales.
COGAM ha pedido al Gobierno de la Comunidad de Madrid que llegue a un consenso con el resto de fuerzas políticas para mejorar las propuestas y que sean aprobadas por unanimidad, y también que inste al Gobierno español a impulsar una legislación sobre estas materias en todo el estado.