El triunfo de la izquierda en Islas Feroe abre la puerta al reconocimiento de las parejas del mismo sexo
Buenas noticias. El centro-izquierda se ha impuesto en las elecciones generales celebradas en las Islas Feroe el pasado 1 de septiembre, después de que el debate sobre el reconocimiento de las parejas del mismo sexo fuese uno de los puntos calientes de la campaña. Ello abre la puerta a que el único territorio escandinavo que no las reconoce lo haga por fin. Está por ver cual es la modalidad elegida.
Las Islas Feroe son parte del Reino de Dinamarca, pero constituyen un ente autónomo con lengua y cultura propias, que funciona -salvo en cuestiones de defensa y política exterior- como un estado independiente. Mantienen además una especial vinculación cultural y lingüística con Islandia. En materia LGTB, sin embargo, su legislación está lejos de la de cualquiera de los dos países, ambos con matrimonio igualitario. De hecho se trata del único territorio escandinavo que no reconoce derechos a las parejas del mismo sexo, y ello a pesar de que las encuestas le dan un apoyo mayoritario.
La clase política feroesa, sin embargo, se ha mostrado hasta la fecha mucho más conservadora que sus votantes. En marzo de 2014 el Parlamento de las Islas Feroe rechazaba una propuesta de ley de matrimonio civil igualitario por 20 votos contra 11. Los que eran entonces los dos principales partidos del archipiélago (ambos conservadores, aunque uno partidario de mantener el vínculo con Dinamarca y otro independentista) se opusieron.
La situación política ha dado un importante vuelco, sin embargo, tras las últimas elecciones. El Partido Socialdemócrata ha experimentado un fuerte crecimiento y se ha convertido en la fuerza más votada y con un mayor número de escaños, 8 (el Parlamento de las Islas Feroe tiene 33 escaños). Deberá aliarse, para gobernar, con el partido República, los independentistas de izquierda, que con 7 escaños se han convertido en la segunda fuerza del país, y con alguno de los pequeños partidos centristas. Partido Popular (conservador independentista) y Partido de la Unión (conservador unionista), que hasta ahora gobernaban en coalición, han sufrido importantes descensos, pasando a ser 3ª y 4ª fuerza, con seis escaños cada uno.
El resto de los escaños se reparten entre otros tres pequeños partidos. Uno de ellos es el Partido del Centro, conservador y cristiano, cuyo líder Jenis av Rana atrajo la atención del mundo en 2010 al negarse a asistir a una cena en honor de la entonces primera ministra de Islandia, Jóhanna Sigurðardóttir, abiertamente lesbiana, que visitaba las Feroe acompañada de su esposa. Un partido que ha sufrido también un ligero descenso en votos, aunque mantiene sus dos diputados.
Pero si recogemos este vuelco político es sobre todo porque el debate sobre el reconocimiento de las parejas del mismo sexo se había convertido en uno de los principales elementos de discusión antes de las elecciones. Finalmente, los principales partidos se han comprometido a dar libertad de voto a sus diputados en esta materia, pero el resultado electoral, claramente favorable a la izquierda, hace albergar esperanzas de que incluso en este escenario de libertad de voto será posible su aprobación. Ya veremos bajo qué forma. Otro elemento que permite ser optimistas es el contexto social. Ya en 2013 una encuesta mostraba un apoyo del 68% al matrimonio igualitario. Y el año pasado, como recogíamos en dos manzanas, unas 5.000 personas, según la policía local (es decir, 1 de cada 1o habitantes de las islas) se manifestaron activamente a favor de los derechos LGTB y del matrimonio igualitario en el orgullo local.