Entra en vigor la primera ley que protege al colectivo LGTB en Tailandia, aunque con algunas excepciones
Desde el pasado miércoles, Tailandia será una sociedad un poco más igualitaria. Si bien la ‘Ley de Igualdad de Género’ se aprobó en marzo, entra ahora en vigor. El texto legal reconoce la necesidad de resguardar a las mujeres y a la comunidad LGTB de la discriminación social. ¿La pega? La ley establece excepciones. En los casos relacionados con asuntos académicos, religiosos o de “interés público” la norma jurídica no será de obligado cumplimiento. Aún con todo, después de ver cómo en algunos países del entorno no hay respeto por la diversidad sexual y de identidad de género, cabe remarcar su lado positivo. Sin ir más lejos, hace solo unos días recogíamos que el primer ministro de Malasia comparaba a las personas LGTB con el Estado Islámico y aseguraba que carecen de derechos humanos.
“La discriminación injusta entre los sexos ‘significa que cualquier acto u omisión que segregue, obstruya o limite cualquier derecho, ya sea directa o indirectamente, porque esa persona, sea hombre o mujer, o tenga una expresión sexual diferente a la suya, carece de legitimidad”. Es una buena noticia, aunque con matices. Los ámbitos académico, religioso o de “interés público” están exentos del cumplimiento de la Ley de Igualdad de Género, que acaba de entrar en vigor en Tailandia. El activismo LGTB tailandés, a pesar de todo, sigue luchando en favor de otras reivindicaciones como la del matrimonio igualitario. En septiembre de 2013, dosmanzanas recogía el anuncio de la presentación de un proyecto de ley de uniones entre personas del mismo sexo. Un proyecto que, finalmente, no salió adelante debido a la “prioridad” de centrarse en la grave crisis que atravesaba el país.
Kertchoke Kasamwongjit, un funcionario del Ministerio de Justicia que dirige el equipo de redacción del proyecto de Ley de Registro de Unión Civil (específicamente para parejas del mismo sexo) confesaba, a finales de 2014, que de aprobarse el proyecto de ley de Igualdad de Género (como efectivamente ha ocurrido), sería más fácil que las uniones civiles para personas del mismo sexo acaben siendo una realidad. Para Kasamwongjit, la Ley de Igualdad de Género “va a ser muy importante para el futuro de todas las personas LGBT en Tailandia”.
No obstante, la Foundation for SOGI Rights and Justice, una destacada organización LGTB tailandesa, no apoya la ley que acaba de entrar en vigor “desde el principio”. Su oposición se debe a que no entienden ni comparten las excepciones. Kantapong Rangsesawang, de la Oficina de Asuntos de la Familia y Desarrollo de la Mujer, contrariamente a la asociación LGTB, defiende que, “aunque entiendo su argumento”, estas excepciones “son necesarias” con el fin de “proteger la cultura y las convenciones tailandesas”. Por ejemplo, según el budismo (religión mayoritaria en el país) las mujeres no pueden ser monjes.
En cualquier caso, más allá de las discutibles y polémicas salvedades que plantea la norma, es importante que se avance en la protección del colectivo LGTB en Tailandia. La Ley de Igualdad de Género puede suponer, para las personas declaradas culpables de discriminación, penas de hasta 6 meses de prisión y una multa de 20.000 bahts (unos 491 euros).