Homófobo, tránsfobo y cobarde: Francisco recibe a la funcionaria encarcelada por obstaculizar bodas del mismo sexo… en secreto
La noticia ha causado gran conmoción en el colectivo LGTB y en el sector más liberal de la sociedad estadounidense. El papa Francisco, en un ejercicio de homofobia que hace bueno a Joseph Ratzinger, recibió en privado a Kim Davis, la funcionaria evangélica de Kentucky que fue encarcelada durante unos pocos días al desobedecer la orden judicial que la instaba a desbloquear la concesión de licencias de matrimonio a las parejas del mismo sexo en su condado. Francisco, que rogó a Davis que se mantuviera fuerte, se ha revelado eso sí como un cobarde redomado: el Vaticano negoció para que la noticia no se hiciera pública hasta su regreso a Roma, impidiendo así que la expectación que sin duda hubiera creado echara por tierra la imagen «progresista» que se ha labrado en este viaje.
Ya con el papa en Roma, la noticia era hecha pública por Mathew Staver, el abogado de Kim Davis, que confirmaba que el encuentro tuvo lugar en la Nunciatura Apostólica de la Santa Sede en Washington D.C. (la embajada vaticana). Francisco recibió a Kim Davis y su marido durante algo menos de 15 minutos. El abogado de Davis no ha querido dar detalles sobre cómo se gesto el encuentro, ni de quién partió la idea, aunque todo apunta a que fue el propio Vaticano el que quiso tener ese «detalle» con la funcionaria rebelde (que por cierto ni siquiera es católica). Lo hizo, al parecer, con el compromiso de que nada se supiera sobre el encuentro hasta que el papa hubiese regresado a Roma, para no eclipsar el resto de su viaje. Una cobardía, dicho sea de paso, que el Vaticano mantiene incluso cuando la noticia ya se ha difundido. «La Santa Sede es consciente de las informaciones sobre el encuentro de Kim Davis con el Santo Padre. El Vaticano ni confirma el encuentro ni lo desmiente, y no habrá más información sobre el tema», reza de hecho el comunicado hecho público por la oficina de prensa del Vaticano…
Quien sí ha hecho declaraciones es la propia Kim Davis, que ha manifestado que el papa Francisco le transmitió su solidaridad, le dio las gracias por su valor y le dijo que se mantuviera «fuerte». «Yo estaba llorando. Las lágrimas salían de mis ojos. Yo no soy nadie», ha declarado una «humilde» (según sus propias palabras) Kim Davis en una entrevista televisiva.
Davis, recordamos, es la funcionaria encargada de emitir las licencias de matrimonio en el condado de Rowan (en el estado de Kentucky), que no solo se negó a hacerlo a parejas del mismo sexo sino que además no permitía que sus subordinados lo hicieran. “Emitir una licencia matrimonial que entra en conflicto con la definición divina de matrimonio, con mi nombre en ella, viola mi conciencia. No es un tema inocuo para mí. Se trata del cielo o del infierno”, justificó. Al ser preguntada directamente por una pareja del mismo sexo sobre bajo qué autoridad les negaba su solicitud, respondió que “bajo la autoridad de Dios”. El juez federal David Bunning, que llegó a ofrecer a Davis la posibilidad de evitar la cárcel si accedía a que sus subordinados emitiesen las licencias de matrimonio (a lo que se negó) decretó finalmente su ingreso en prisión por un delito de desacato.
Pocos días después, Davis fue liberada, pero Bunning le impuso la obligación de no impedir que sus subordinados emitiesen las licencias de matrimonio. El culebrón, sin embargo no ha terminado todavía. Cómo termine finalmente será un buen termómetro de hasta qué punto el estado de derecho aguanta en Estados Unidos el embate del fundamentalismo cristiano. Ni Davis es la única funcionaria que opone resistencia al matrimonio igualitario ni el condado de Rowan es el único que ha obstaculizado la emisión de licencias de matrimonio a parejas del mismo sexo. Hay otros varios, no solo en Kentucky, también en Alabama o en Texas, y diversos recursos judiciales están en curso pendientes de resolución definitiva. Lo que nadie esperaba, desde luego, es que el papa Francisco hiciera su aparición para apoyar tan abiertamente a Davis, erigida en mártir de una derecha religiosa fundamentalista de base evangélica con la que tradicionalmente la Iglesia católica estadounidense había procurado mantener distancias.
La cobardía de Francisco
Ya en entradas anteriores hemos venido advirtiendo de la homofobia y transfobia de Francisco, que también en suelo estadounidense aprovechó para, durante su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas, insistir en “la distinción natural entre hombre y mujer” y referirse al reconocimiento de las relaciones entre personas del mismo sexo como “imposición de modelos y estilos de vida anómalos”. Exactamente el mismo argumento que muchos líderes de países africanos, asiáticos e incluso del este de Europa utilizan para justificar la aprobación de infames legislaciones homófobas. El presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, lo utilizaba pocos días después ante el mismo foro.
Y que Francisco, al que cuando fue elegido papa dosmanzanas calificó como «virulento homófobo» a la luz de su anterior trayectoria como arzobispo de Buenos Aires, no duda en alternar gestos aperturistas (el ya famoso “¿quién soy yo para juzgar?” o la recepción a un católico transexual español, por mencionar dos de los más señalados) con declaraciones abiertamente homófobas (como sus criticas a las leyes de matrimonio igualitario, que según él suponen una “amenaza a la familia”, o sus alabanzas al papel de la Iglesia católica de Eslovaquia en el referéndum homófobo celebrado en febrero en ese país) o tránsfobas (“Pensemos en las armas nucleares, en su capacidad de aniquilar en unos pocos instantes un alto número de vidas humanas. Pensemos en la manipulación genética, en la manipulación de la vida, o en la teoría de género, que no reconocen el orden de la creación. Con esta actitud, el hombre comete un nuevo pecado contra Dios el Creador”, expresaba en una entrevista).
Llamativas son también las referencias contenidas en la encíclica Laudato si’ (“Alabado seas”) sobre el medio ambiente, donde el papa aprovechó para considerar que el respeto a la ecología incluye “la aceptación del propio cuerpo como don de Dios” y su “valoración en su femineidad o masculinidad” para “reconocerse a sí mismo en el encuentro con el diferente”. Según el argentino, ”cancelar la diferencia sexual” no es una actitud sana. Transfobia pura y dura disfrazada de ecología.
En definitiva, ya sabíamos que Francisco es homófobo y tránsfobo, pese a sus gestos aperturistas (amplificados en numerosas ocasiones por unos medios de comunicación que insisten en presentar al argentino como el gran reformador de la Iglesia, algo que a día de hoy está muy lejos de ser cierto). Lo que no sabíamos es que además era un cobarde incapaz de mostrar abiertamente su LGTBfobia. ¿Por qué no permitió que su encuentro con Davis se conociese? ¿Por qué al ser preguntado por su opinión acerca del caso Davis en su vuelo de vuelta se limitó a hacer una defensa genérica de la «objeción de conciencia», asegurando incluso que él «no podía tener en la cabeza» todos los posibles casos, sin mencionar que él mismo acababa de encontrarse con la persona sobre la que se le preguntaba expresamente?
En este sentido, estamos de acuerdo con el columnista Michelangelo Signorile, que en la edición estadounidense de The Huffington Post señala que el papa «demuestra ser contrario a mucho de lo que enseña y predica. Habla sobre diálogo y sobre tener el valor de defender las propias convicciones. Pero escondió su reunión con Davis debajo de la alfombra, como si estuviera avergonzado, y con toda certeza no queriendo abordar frontalmente el tema. Hasta los que apoyan a Davis deberían encontrarlo insultante».
La verdad no entiendo que esperan del Papa, él no va traicionar las creencias de Iglesia que conduce.
Fantástico artículo, chicos ! Muy hartos de tener que aguantar que nos vendan el cuento de que es el papa «gayfriendly» que está trayendo vientos de cambio a la iglesia !
Y otra de nuestro chico que viste de blanco favorito: se negó de muy malos modos a recibir al alcalde de Roma, con el que está enfrentado por sus posturas sobre el matrimonio igualitario, el aborto, etc http://bit.ly/1M3fhFe «Dice que se siente católico, pero las cosas no funcionan así» es una de las cosas que dijo.
¿Que hace un evangélico y un católico? hablando como ¡buenos amigos! lo que tienen en común es la fobia .
Y todavia hay gentevque lo defiende y justifica..como arrasa el pinkwashing
De un gerente que defiende un negocio tan frutífero se puede esperar lo que sea,con tal de mantener contentos a sus socios poderosos.Un Papa honesto sería algo rarísimo.
«Fructífero»
En materia LGTB, si hubiera sido el papa guay que nos quiere hacer creer, ahora mismo estaríamos hablando de su entrevista con la madre de Mattew Sheppard, por poner un ejemplo, o con algún niño o niña que hubiera sufrido acoso escolar por ser o parecer LGTB. Pero no, él ha querido que su visita a EEUU sea recordada por su entrevista con la tipeja esta. Que no se os olvide a los gays cristianos.
El papa representa a una iglesia oscurandista y llena de mentiras es discriminador y no se da cuenta que un gay Miguel Angel pintó la capilla sixtina la que debe mirar cuando ve hacia arriba, tampoco que el pan que está en su mesa está hecho del trigo que al igual que la mayoría de loa alimentos es de orígen diverso al igual que la mitad de las especies de la tierra . Cuando van a empezar a ver la realidad y a respetar un poco a las personas!
Si tuvo tiempo para esta evangelica divorciada x 3vveces y no a una asociaciacion americana d gays refugiados al ser expulsados de sus casas. Da una de cal y otra de arena. Quiere x populismo tener contento a todos. En argentina era igual. Apollaba a monjas q se dedican a atender transexuales y x otro lado vocifera q son hijos del diablo
Y sale el Vaticano… ¡¡a desmentir la historia!!, esta penca tiene un afán de protagonismo digno de una emperatriz