Ley Trans de Madrid: si algo hemos aprendido este colectivo es a esperar…
Inevitablemente hoy se me viene a la cabeza cuando en la pasada legislatura el Partido Popular tumbó la Ley Integral de Transexualidad presentada por el Partido Socialista, y de cómo casi terminé mi intervención en el pleno de la Asamblea de Madrid dirigiéndome al PP: «Porque si algo hemos aprendido este colectivo ¿saben ustedes a que es? a esperar, a esperar..; si no es en esta Legislatura, será en la siguiente y si no en la otra…»
Este viernes fue un gran día para los derechos de las personas transexuales en la Comunidad de Madrid y por extensión en toda España. Conseguimos registrar el texto legislativo mas avanzado hasta este momento, fruto del consenso y del trabajo de los colectivos implicados y de los partidos de la oposición, que son mayoría absoluta del arco parlamentario, ya que el Partido Popular se negó a participar en la Mesa de Trabajo desde un primer momento. Quería ser Cifuentes, solo ella, quien lo hiciera, y a tenor de los hechos y el engendro de borrador que presentó sin consultar a ni una asociación estaba claro por dónde iban las pretensiones, dejar fuera los derechos de los menores transexuales en un articulado claro y conciso que no dejara duda ante cualquier arbitrariedad ideológica o moral paternalista que pisotee el interés superior del menor, además de las ausencias que clamaban al cielo y cercenaban los derechos del colectivo al completo.
El Partido Socialista de Madrid llevamos presentado la Ley Integral de Transexualidad durante los ocho años de las dos últimas legislaturas. La primera vez fue en el año 2010 y cuando la propia Cristina Cifuentes votó en contra –abanico en ristre– desde la Mesa de la Asamblea. Navarra fue la primera comunidad en llevarlo al Parlamento y fue con el texto que ya habían trabajado y consensuado los colectivos de Madrid; porque siempre desde este partido hemos consensuado estas leyes con los colectivos interesados en los ámbitos autonómicos o estatales correspondientes, así vaya dirigida la iniciativa, porque son los que deben de tener la primera y última palabra.
En el 2015 volvimos a concurrir a las elecciones llevando en nuestro programa las reivindicaciones del colectivo, entre ellas, cómo no, la Ley Integral Trans, así como otra contra todo tipos de discriminaciones, entre ellas por LGTBIfobia. Nuestro candidato y portavoz Ángel Gabilondo así lo defendió en los actos de campaña; el primero fue el Acto por la Diversidad donde nos acompañó el compañero y amigo Pedro Zerolo, referente por siempre de los avances en derechos civiles de este País.
También lo hicieron los demás partidos políticos, entre ellos las dos nuevas formaciones que tuvieron representación en el Parlamento madrileño, Podemos y Ciudadanos. Desde el Partido Socialista tuvimos claro desde un primer momento que esta Ley tenía que ser de todas y todos, una decisión de la dirección del Grupo Parlamentario Socialista y también de la portavoz de la Comisión de Familia y Sociales, María José Navarro; por lo que ofrecimos al resto de los partidos elaborarla de forma conjunta con el consenso de los colectivos y no pasó media hora de la oferta para que el Portavoz de Podemos, José Manuel López Rodrigo y el de Ciudadanos, Ignacio Aguado, dijeran que sí de forma rotunda a ese compromiso y pacto de honor; otra cosa fue el Partido Popular que dijo que ya lo vería y ahí se quedó hasta que mantuvimos la segunda reunión de la mesa de trabajo –la primera fue en julio– para comenzar a construir la gran mentira con pretensión de convertirla en verdad, hasta tal punto que posiblemente se la hayan llegado a creer ellos mismos. Querían estar en la Mesa de Trabajo como grupo político pero a la vez «no podían renunciar a registrarla ellos mismos como Gobierno» y estas son las cosas que te desconciertan ante el descaro, ya que no se les mueve ni un musculo de la cara cuando te plantean «estaremos con vosotros pero al mismo tiempo estaremos contra vosotros». Mismo planteamiento de la jerarquía católica hacia LGTBI, os acogemos en su seno pero que somos como «la desforestación de la masa verde del planeta», palabras de Ratzinger.
A partir de ahí la victimización en la construcción de la gran mentira hasta estos días. En todo este proceso han tenido un fiel escudero, el coordinador del Programa LGTB del Partido Popular de la Comunidad de Madrid, siempre trabajando en la sombra. Él fue el que llamó el lunes para confirmar antes de la reunión televisada de Cristina Cifuentes con los colectivos, donde se entregarían los borradores en los que no habían participado las asociaciones, por lo que sabía perfectamente que se iba a dejar fuera ni más ni menos que a los de madres y padres de niños transexuales, Fundación Daniela y Chrysallis, además de a El Hombre Transexual. Lo sabía y no hizo nada por evitarlo ya que esos colectivos no podían estar en la reunión, porque entonces no saldría adelante el acto de vino y rosas para Cristina Cifuentes, con un borrador –repito– que era un engendro que cercenaba los derechos del colectivo; de hecho Telemadrid se negó a grabar las criticas de padres porque solo querían mensajes positivos para mayor gloria de la fatua puesta en escena.
Pero el folletín ya se vuelve kafkiano cuando la noche del jueves después de las 20.00 h. se enteran por la convocatoria de prensa de que el PSOE, Podemos y Ciudadanos registrábamos la Proposición de Ley al día siguiente a las 11.00 h.; es cuando Ródenas, que se encuentra en Alemania, comienza a convocar de urgencia una reunión a las 13.00 h. del mismo día para contraprogramar el registro de la Ley de los colectivos. Esto se realiza por él y por otra persona en su nombre hasta las 22.30 h. de la noche, las llamadas a las casas particulares de presidentas y presidentes de las organizaciones, de las que en su inmensa mayoría reciben un no por respuesta ante lo obvio de la intencionalidad, que no declinan a reuniones con el PP sino a realizarla dos horas después del registro de la Ley. Ante esto surge la gran pregunta de si se está trabajando por los intereses del colectivo o por intereses personalistas espurios bastante alejados de lo que se dice defender, o de cómo se puede utilizar a los colectivos en contra de sus propios intereses de forma perversa y ruin, ya que la Ley que se registró a las 11.00 era la Ley de los colectivos, antes que la Ley de los partidos.
Ya solo agradecer a los colectivos implicados su enorme trabajo y esfuerzo porque este texto de materializara de forma real; a Chrysallis, Fundación Daniela, El Hombre Transexual, Fundación Triangulo, COGAM, ARCOPOLI y Fundación 26 de Diciembre, a Marina, Saida, Violeta Herrero, Alex, Isidro, África, Leo, Ana, David, María Alejandra, Rosa Puebla, Jesús, Alicia y una larga lista de nombres que si han creído en este sueño y que han luchado por hacerlo realidad. Con especial mención a las diputadas de PODEMOS y CIUDADANOS, Beatriz Gimeno y Eva Borox, que somos cada una un tercio de la representación de los grupos políticos de la Asamblea de Madrid en la Mesa de Trabajo para la elaboración de la Ley y cada una igual de fundamental para la explosión de alegría, aplausos y llantos de emoción que se produjeron este viernes en la Asamblea de Madrid.
Porque si hay algo que hemos aprendido los colectivos y lxs activistas es a esperar, a esperar…
Carla Antonelli
Activista transexual y diputada del Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea de Madrid