Canadá hará una excepción y admitirá como refugiados a los varones homosexuales sirios
El gobierno del primer ministro Justin Trudeau ha comunicado que Canadá acogerá a 25.000 refugiados sirios en los próximos meses. Se excluirá a varones sin familia, aunque se hará una excepción con los homosexuales. Con estos se tiene en cuenta la persecución que sufren por ambas partes del conflicto. Lo que se ha querido explicar como una especial sensibilidad ante de la situación de las personas LGTB en el mundo no ha ahorrado críticas a la medida, tanto para quienes ven como un riesgo para la seguridad la admisión de cualquier varón, como para quienes encuentran que la exclusión prevista es excesiva y discriminatoria.
La acogida de hasta 25.000 refugiados sirios antes del 31 de diciembre de este año formaba parte del programa electoral del Partido Liberal de Justin Trudeau, dada la llegada paulatina a Canadá en los últimos meses de quienes huyen del horror de la guerra. Sin embargo, las previsiones han debido cambiar por las dificultades del proceso. Trudeau informaba a través de su cuenta de Twitter que el número de acogidos hasta finales de diciembre será de 10.000, y que los restantes 15.000 obtendrán el refugio antes de finalizar el mes de febrero de 2016.
John McCallum, ministro de Refugiados, Inmigración y Ciudadanía, explicaba por su parte cómo se iba a articular el proceso. La intención es acoger exclusivamente a familias y mujeres o niños solos, excluyendo a los varones mayores de edad que no formen parte de un grupo familiar. La excepción a ese requisito serían los varones homosexuales, debido a que son perseguidos tanto por la facción progubernamental como por el Estado Islámico. El Código Penal sirio establece penas de prisión de hasta tres años para quienes “mantengan relaciones contra natura”. En cuanto al Estado Islámico, en dosmanzanas ya hemos informado de los terribles asesinatos de hombres acusados de ser homosexuales que ha perpetrado y difundido con profusión.
El primer ministro exponía que tanto la demora en la acogida como los requisitos exigidos están motivados en las fuertes medidas de seguridad que hay que adoptar, aunque para él “no se trata solo de dar la bienvenida a 25.000 refugiados sirios, se trata de dar la bienvenida a 25.000 nuevos canadienses» y su intención es que quienes consigan el estatuto de refugiado se integren en la sociedad, ya que eso responde a “la larga tradición que Canadá ha tenido siempre de dar acogida a personas provenientes de zonas catastróficas o en conflicto».
Algunos dirigentes regionales, como el primer ministro de la región de Saskatchewan, Brad Wall, han expresado su preocupación por los riesgos del proceso. Wall ha dirigido una petición a Trudeau para que demore el proceso de acogida y revise la cuota de 25.000 refugiados, que encuentra excesiva. Por su parte, Gerard Van Kessel, director general del programa de refugiados del anterior gobierno conservador, encontraba que la exclusión de los varones solos no era suficiente, y que habría que excluir a todos los hombres mayores de edad, formen parte o no de una familia porque suponen “un riesgo. Una vez en Canadá quizás ya sea demasiado tarde”.
Tom Mulcair, líder del socialdemócrata NPD (Nuevo Partido Demócrata), expresaba una opinión radicalmente contraria, encontrando excesiva la exclusión de los varones solos no homosexuales. Mulclair se preguntaba si “aunque los problemas de seguridad siguen siendo de vital importancia, ¿un joven que haya perdido a ambos padres debe ser excluido del programa de refugiados? ¿Debe ser excluido un viudo que huye del Daesh [el Estado Islámico], después de haber visto como mataban a su familia? Esta no es la forma canadiense de hacer las cosas«.