Mili Hernández (editora): «Veo el futuro de Berkana de color fucsia muy oscuro»
Tiene 56 años y es activista lesbiana, editora y la propietaria de la librería Berkana —la primera especializada en temática LGTB de España y América Latina—. De su pareja Mar, con la que lleva conviviendo y trabajando veintidós años, confiesa que es su media naranja: «yo la metí en todo este lío y quizá lo perdamos todo». Es una amante de la fotografía y el golf y pasó doce años en Inglaterra y Estados Unidos. «Berkana es un homenaje a las dos librerías que me cambiaron la vida: Oscar Wilde y Gay is the Word», apunta.
¿Cómo aterrizó en Chueca?
Llegué a Chueca buscando un local para la librería. Cuando vivía en New York, frecuentaba la librería Oscar Wilde y soñaba con abrir una en Madrid. También desee que Chueca se convirtiera en el Greenwich Village Neoyorkino o en el Soho londinense. Y los primeros años casi lo conseguimos. Berkana se convirtió en el embrión de lo que fue el barrio gay de Madrid. El recibimiento por parte de los vecinos fue muy bueno. Éramos el primer negocio de día que generaba visibilidad de gays y lesbianas en barrio.
Les hicieron un favor al barrio, vamos.
Con la llegada de los negocios dirigidos al público LGTB durante el día, sacamos a Chueca de la suciedad, de la marginación y del castigo que había sufrido por la droga y el abandono de las administraciones. Los vecinos, muy sinceros ellos, solían manifestar a los medios de comunicación que preferían a los gays, que éramos ‘mejores que los drogadictos’. Fue un trabajo duro pero ilusionante. Nosotros en la librería no teníamos ni libros ni clientes, pero sí unas ganas terribles de hacerle la vida un poquito más fácil a gays, lesbianas y transexuales.
Ha vivido doce años fuera de España. ¿Las comparaciones son odiosas?
Sí, pero creo que hemos hecho un trabajo extraordinario en los últimos años, sobre todo los propios gays y lesbianas. Al menos viendo el comportamiento de los votantes del PP y del propio partido, de la Iglesia Católica S.A. y de algunos políticos de izquierdas. Perder el miedo y salir a la calle a reivindicar unos derechos robados por el mero hecho de amar una persona del mismo sexo es de una valentía maravillosa. Teníamos que salir a la calle y explicarles quienes éramos, debían conocernos. Nuestro miedo era su fuerza y todo comenzó a cambiar porque hicimos muy bien nuestros deberes y, claro, los políticos que creían que éramos cuatro, y muy bien avenidos con la prensa, vieron que podíamos ser muchos votos y, claro, cambió todo. La visibilidad ha sido nuestra mejor arma; eso lo aprendí de las Lesbian Avengers de Nueva York. Así que cuando llegué a España dije: ‘al armario no puedo volver’.
“Chueca sin Berkana perdería mucho”. Le veo con el ego bien colocadito…
Sí, estoy orgullosa del trabajo que hemos hecho todos estos años. Berkana no es una librería al uso. Hemos vendido libros, sí, pero también hemos escuchado y ayudado a mucha gente. Por la librería han pasado más gays y lesbianas que por todos los colectivos juntos. Berkana ha generado una visibilidad, también, fuera de Chueca. El asistir a la Feria del libro de Madrid, en el Retiro, ha hecho que más de dos millones de personas, mayoritariamente heterosexuales, sepa que existe una cultura LGTBQ.
¿De qué otras cosas puede presumir?
De la Editorial Egales, que este otoño cumple veinte años. Y de mi vida como militante lesbiana.
¿Le cunde el negocio?
Ahora poco, estamos en la cuerda floja. La crisis económica, los cambios en los hábitos culturales de la gente joven, el pirateo, Amazon y que cada día tenemos menos tiempo para leer, es el coctel perfecto para que el futuro sea bastante oscuro.
¿No está hartita de tanto libro?
Los últimos cuatro años han sido muy duros. Mi pareja Mar de Griñó y yo decidimos que seguíamos, que no íbamos a tirar la toalla y hemos hipotecado nuestro futuro para poder salvarla. Madrid no se puede quedar sin librería LGTBQ, sería un fracaso.
De 0 a 10, ¿cuál es el nivel de homofobia de editoriales españolas y libreros?
Les pondría un 8. No a todas. Hay librerías que no quieren vender libros de editoriales LGTBQ, todavía siguen diciendo que no tienen clientes LGTBQ. Ellos, sus estereotipos y prejuicios.
¿Es usted aficionada a las compras a través de Amazon?
No, desde que abrió en España no tengo un duro para gastar. Prefiero comprar en tiendas pequeñas e independientes; también son competitivas. Por ejemplo, nosotras enviamos los libros a toda España más rápido que Amazon.
¿Dónde guarda el muñeco vudú de su creador?
Yo no creo que sea Amazon el peligro. Somos los propios consumidores los que tendríamos que priorizar. Y, sobre todo, en negocios que van dirigidos al mundo LGTBQ. Hay que pensar que nadie se acordaba de nosotros, nadie se preocupó de hacernos la vida un poquito más fácil hasta que no llegamos los propios LGTBQ y arriesgamos con revistas, portales, bares, cafés, programas de televisión, librerías y editoriales. Los grandes se subieron al carro por dinero.
¿Le cae mejor Rajoy entonces?
No, nunca me cayó bien. Es un hombre y un político cobarde. Para estar en política hay que ser valiente.
¿Qué le ha hecho más daño a su librería: Internet o Whatsapp?
Grindr.
¿De qué color ve el futuro?
Ahora lo veo de fucsia muy oscuro. Deseo que se vaya aclarando a rosa.
¿Con qué libro pierde la cabeza?
Con Ética marica de Paco Vidarte. Me hubiera gustado escribirlo a mí.
Hace tiempo que llevo diciendo que debemos reflexionar este colectivo debe reflexionar.Y yo la primera.Mi modo de apoyarte haciéndote un pedido y comprando a partir de ahora en estos pequeños sitios.saludos desde el norte .
Muchas veces la vida nos para en seco,las circunstancia tal vez no sean las ideales pero al final del tunel hay luz que nunca se apaga,ustedes han logrado mucho de lo que nosotros aun luchamos,animo que todo lo que se hace de corazón fluye. Saludos desde Venezuela AC Red de Arte diverso
Siento que entre todos debemos ayudar para que no cierre sus puertas. Es una librería emblemática, he comprado estando de paso por Madrid en ella.