Yurena (cantante): «Mejor un buen playback que un mal directo»
Tiene 45 años y es cantante —recuerda orgullosa que lleva veinticinco años trabajando dedicándose profesionalmente a la música, a pesar de todo y de todos—. Asegura que, a lo largo de estos años, los medios han transmitido una imagen equivocada de ella: «He sido muy ingenua, y mucha gente se ha aprovechado de eso». Ahora, la icónica Tamara prepara nuevo disco, con los temas que ha lanzado durante los últimos tres años.
¿Sigue atizándole a la laca o ya hizo las paces con Greenpeace?
Siempre he hecho las paces con Greenpeace porque, de hecho, soy una amante de la naturaleza y los animales. Sí sigo utilizando laca. Es uno de mis productos capilares favoritos. Pero no es mi única adicción. Ahora me he vuelto adicta también a los refrescos de cola light.
“Si yo he llegado a ser una diva es porque la gente me ha puesto en ese lugar”. La autoestima alta siempre, ¿no?
Pues no creas, ¿eh?. Siempre he sido una persona con la autoestima por debajo de lo normal. Pero de un tiempo a esta parte, he evolucionado. He aprendido a quererme con todos mis errores y mis aciertos, por fuera y por dentro. La autoestima es un punto importante a la hora de realizarse como persona y de luchar contra viento y marea con todo lo que te pueda venir en la vida.
¿Qué es una diva?
Para mí, una diva es una persona que con su personalidad, arte, carisma y talento puede arrastrar masas con todo lo que hace, ya sea bailar, cantar o actuar.
¿Y se le da bien eso de arrastrar masas?
Yo considero que sí. Y a los datos me remito. Desde el fenómeno del tamarismo, cuando conseguí que mi disco se convirtiese en el maxisingle más vendido de la historia de España, pasando por otros de mis temas que han llegado al número uno de las listas de descargas. Cuando no has tenido promoción, ya que soy una persona que se autoproduce y se promociona en las redes sociales, y logras posicionarte en un número uno de ventas y llenar todas tus actuaciones, considero que soy una persona que arrastra a muchísima gente.
¿Consiguió que la RAE recogiese el vocablo tamarismo?
Pues no tengo ni idea de cómo está ese tema. Lo cierto es que esa expresión se ha utilizado desde el momento en que todo aquello ocurrió, allá por el año 2000, y todavía yo lo veo escrito en muchísimos lugares. No sé si está aprobado o no, pero se utiliza.
¿Qué aprendió de su etapa como empresaria de la noche?
Que no volvería a trabajar en ella. Es una experiencia muy interesante eso de tener tu propio negocio, sobre todo porque te da una autonomía que no tienes cuando dependes de los demás. Pero lo que tuvo que durar, duró. En el último año yo ya estaba bastante quemada, así que lo más positivo de todo es que he aprendido que no volvería a tener un negocio nocturno.
“Una de las cosas más bellas que me han ocurrido fue una noche en la que vi a Cristo a mi lado”. ¿Se le ha vuelto a aparecer?
No, la verdad es que no he vuelto a soñar con él, que es lo que realmente dije. Aquello se manipuló. Ojalá tuviese el privilegio de que se me apareciese. Y no recuerdo haber vuelto a hacerlo. Fue un sueño muy bonito.
¿Con qué otras cosas sueña usted?
Soy una persona que sueña muchísimo. Casi cada noche tengo sueños, pero también muchas pesadillas. ¡Soy muy activa en mis sueños!
¿Riguroso directo o denostado playback?
Pues ni lo uno ni lo otro. Hay momentos en que hay que hacer directo, como cualquier cantante. Pero hay otros en los que, por cuestiones técnicas o de sonido, eso no se puede llevar a cabo. Mejor un buen playback que un mal directo. Y no lo digo solo por mí.
Ha vuelto a grabar su famoso No cambié. ¿Aspira a vivir de las rentas?
Me gustaría vivir de las rentas, pero no solo de ese tema, sino de todos los demás. Sería magnífico, porque significaría que me ha ido de lujo y puedo permitírmelo. Pero también te digo que soy muy trabajadora, amo mi profesión y, aunque fuese multimillonaria, seguiría trabajando. Pero sí es verdad que hace dos años volví a grabar ese tema por varios motivos.
En muchas actuaciones los fans seguían pidiéndomela y a mí no me apetecía hacer la versión original, porque está muy obsoleta. Temía que con mi nueva etapa musical, que no tiene nada que ver con ese estilo, quedara como fuera de lugar. Mi equipo y yo pensamos que sería interesante poder volver a ofrecerle la canción al público pero dándole un sonido más actual y adaptado a mi nuevo estilo musical.
Hace poco estuvo de gira en China. ¿Entendieron ellos su arte?
Pues, de hecho, gustó muchísimo. En el transcurso de medio año hice dos tours en China. El primero funcionó de lujo y la productora quiso repetir porque se estaba demandando a Yurena. En la primera actuación del primer tour ya actué ante más de ocho mil personas.
¿Qué desconoce la gente de usted?
Todo. Y lo digo con total rotundidad. Yurena es la absoluta gran desconocida en este país.
¿Y qué tiene de vasca?
Realmente, mis padres son castellanos los dos. Yo nací allí porque mis padres emigraron a esa tierra. Yo quiero mi tierra y toda mi familia está en Vizcaya. Pero llevo diecisiete años viviendo en Madrid y me he adaptado fantásticamente y soy feliz aquí. Soy ciudadana del mundo, en el fondo.
MARAVILLOSA YURENA
Yurena es un personaje que me interesa mucho. Tanto por ella misma como por su origen. Soy vizcaíno como ella, «maqueto» como ella, y por eso me siento identificado con su estrato social, el de una santurzana hija de inmigrantes que creció en la Vizcaya industrial y postindustrial, con ese telón social y político complejísimo y muy duro: el desempleo, la polución de la industria pesada, las drogas, que cercenaron toda una generación, el terrorismo, que pesa aún como una losa sobre la mentalidad vasca. Me gusta por ello la última pregunta. Alguna vez me gustaría que se le hiciese una entrevista con algunos temas, como por ejemplo cómo le influyó el entorno en el que creció para su música. Ella, que es de Santurce, estoy seguro de que conoce bien la música «punk» y el rock radical vasco. Los Eskorbuto, también de Santurce, solían decir que si en vez de haber nacido en la margen izquierda de la ría hubieran nacido en la derecha serían un grupo del estilo de Mecano.
En todo caso, creo que Yurena es una superviviente de la música. Con un cambio radical en este sector económico, ella sigue a flote con su música electrónica, más del gusto para algunos que de otros, pero en todo caso vendido y vendible. Y eso es muy meritorio y digno de decir. Me da pena que aún se la identifique con la época de Crónicas Marcianas y otros circos en los que participó. Pero estoy seguro de que dentro de unos años podrá decir que se la reconoce por su música. Y será un orgullo para Santurtzi.
Ojalá dentro de poco pueda dar ese concierto que debe a Bilbao. Creo que es algo que falta en su haber.