Condena a 6 meses de internamiento al agresor racista del metro de Barcelona, conectado con el homófobo «Proyecto Pilla-Pilla»
Seis meses de internamiento en régimen cerrado y un año de libertad vigilada. Es la condena que le ha sido impuesta a Vladislav T., el menor de origen ruso que agredió a otro joven de origen asiático en el metro de Barcelona en junio del año pasado. El agresor, recordamos, estaba también vinculado al homófobo «Proyecto Pilla-Pilla».
Las imágenes de la agresión, grabada en vídeo por dos acompañantes del agresor y difundidas en YouTube, causaron en su momento gran conmoción. Uno de los dos acompañantes, mayor de edad, será juzgado en enero y se enfrenta a una posible pena de tres años de cárcel. El otro, también menor en el momento de la agresión, ha sido condenado a cuatro meses de libertad vigilada.
Este tipo de agresiones racistas grabadas en el metro y difundidas luego en redes sociales cuentan, por desgracia, con cierta tradición en Rusia, donde grupos neonazis las popularizaron antes de dirigir su odio hacia los homosexuales. Fue precisamente la difusión de las imágenes la que posibilitó que el agresor de Barcelona y sus acompañantes fueran identificados y finalmente detenidos por los Mossos d’Esquadra.
El agresor principal, de hecho, aparecía fotografiado en redes sociales junto a Mikola Zatkalnitsky, alias “El Rusky”, el joven de origen ucraniano que lideró el Proyecto Pilla-Pilla, que a imitación de los neonazis rusos de Occupy Pedofilyaj se dedicó a finales de 2013 a hostigar a homosexuales con los que contactaban a través de chats en los alrededores de Barcelona. Los dos aparecen haciendo el gesto característico del grupo ruso, cuyos miembros se dedican a agredir a personas LGTB a las que engañan a través de internet simulando una posible cita. Tras el encuentro, las víctimas son sometidas a todo tipo de humillaciones y actos de violencia terrible. Muchas de ellas han sido secuestradas, torturadas y se teme que que en algún caso asesinadas. Las imágenes de las infames agresiones de Occupy Pedofilyaj han sido además ampliamente difundidas a través de redes sociales (en especial de la rusa VKontakte). Recientemente seis de sus miembros eran condenados por la justicia rusa a penas de entre tres y seis años de prisión como autores de diversas agresiones, aunque fueron absueltos del delito de pertenecer a un grupo extremista y no se les aplicó aplicado ningún agravante por tratarse de delitos de odio.
Otro de los agresores del metro de Barcelona anunciaba por cierto en su cuenta de Twitter el 25 de junio de 2014 que “El Proyecto Pilla Pilla volverá pronto” (El grupo había sido desarticulado por los Mossos unos meses antes). Y tres días más tarde, Día del Orgullo LGTB, tuiteaba la frase “Volvemos?” acompañada de la imagen del joven ruso ahora condenado en compañía de Zatkalnitsky haciendo el gesto homófobo delante de un escaparate con una bandera arco iris. La cuenta de Twitter (@Payo_cura) fue luego desactivada.
Afortunadamente no se han vuelto a producir nuevas agresiones de este tipo, pero no está de más recordar los consejos que en su momento dio la policía autonómica catalana a las personas que concierten citas con desconocidos a través de internet: recabar la mayor información posible sobre la persona, informar a alguien de tu confianza de sus datos y del lugar donde tiene lugar el encuentro, evitar en la medida de lo posible acudir solo a la primera cita y ante la más mínima sospecha llamar al 112.
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Flick
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