Un anuncio de la compañía aseguradora Allstate muestra la realidad de una familia homoparental
Una nueva compañía estadounidense se ha unido a aquellas que muestran a personas o familias LGTB en sus campañas publicitarias. Una decisión que adoptan muy pocas empresas, hasta el punto de que se convierte en noticia por lo poco habitual. En este caso ha sido la aseguradora Allstate, una de las líderes del sector en los Estados Unidos y Canadá, la que ha decidido ampliar sus miras. Adaptada a los tiempos, la compañía también ofrece publicidad online, a través de su canal en YouTube, y allí es donde ha alojado recientemente varios vídeos que muestran a distintas familias estadounidenses, que comparten en más o menos dos minutos sus preocupaciones y anhelos.
Una de las familias elegidas es la formada por Danny y Andrew, que comentan cómo les ha cambiado la vida desde que adoptaron a su hija Nora Alice. El vídeo les muestra junto a la pequeña en momentos entrañables, a los que también se unen los abuelos, tíos y demás allegados, visiblemente felices con el nuevo miembro de la familia. Lo podéis comprobar en el vídeo que insertamos a continuación (en inglés, pero las meras imágenes ya son elocuentes):
Aunque ha habido algún comentario negativo, en el que afirman que van a buscar otra compañia de seguros, la inmensa mayoría de ellos son favorables y de felicitación a Allstate por su publicidad inclusiva. Tanto la decisión de la aseguradora al respecto, como la respuesta del público son reflejo de una tendencia creciente de aceptación y tolerancia en la sociedad estadounidense, si bien quienes se oponen a los derechos LGTB, aun siendo minoritarios, logran habitualmente causar más «ruido» mediático con sus proclamas.
Como ejemplo de esa nueva situación sirven las declaraciones de Linda Harvey, una fanática miembro de la organización LGTBfoba Mission: America’s, que se quejaba por que el conocido día de rebajas Black Friday (nuevo en Europa, pero toda una institución en los Estados Unidos) estaba siendo vedado para los cristianos. El motivo es que el número de compañías comerciales que han adoptado medidas antidiscrimitarias para su personal LGTB, o que se han declarado a favor de sus derechos, se ha incrementado exponencialmente. Por el otro lado, las marcas y comercios que se han declarado contrarias a esos derechos ha disminuido drásticamente. La consecuencia es que quienes quieren boicotear a las compañías que respaldan al colectivo LGTB no pueden realizar sus compras en ninguno de los grandes establecimientos, cadenas y franquicias comerciales estadounidenses, y muchos menos adquirir online. Se tienen que conformar con comercios de menor rango que simplemente no han dado opinión alguna al respecto.
Aunque la diatriba de Linda Harvey sea tan exagerada como su fanatismo, la realidad es que las grandes corporaciones empresariales estadounidenses se muestran cada vez más favorables y beligerantes respecto a los derechos LGTB, hasta el punto de que su presión ha causado que se reviertan leyes contrarias a los mismos, como ocurrió en Indiana y Arkansas.