Colombia: un informe da a conocer los terribles abusos cometidos contra la población LGTB durante el conflicto armado
En unos momentos en los que Colombia intenta poner punto final a sesenta años de guerra interna entre guerrillas de izquierda, paramilitares y gobierno, se ha dado a conocer un informe que documenta la violencia que todos los grupos han ejercido hacia las personas LGBT. El documento, de casi 500 páginas y titulado Aniquilar la diferencia, es desgarrador.
El informe, elaborado por el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) tras dos años de investigación, fue presentado el 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos. En el documento se narra cómo el Ejército, la Policía, los paramilitares de derecha y las guerrillas estuvieron involucrados en la persecución de quienes tenían una diferente orientación sexual o identidad de género. Mujeres lesbianas y mujeres trans fueron objeto de “violaciones correctivas”, hombres gais eran violados, desplazados o simplemente asesinados en “limpiezas sociales”. No en pocas ocasiones la Policía o el Ejército fueron cómplices de tales acciones, pero el informe no olvida tampoco el papel de la propia sociedad civil, marcado por la indiferencia y la estigmatización.
El informe se distribuye en cuatro partes. La primera presenta las condiciones que hicieron posible que esta violencia sucediera. La segunda analiza qué hicieron los actores armados, quiénes son las víctimas y cuáles fueron los diferentes tipos de violencia utilizados. La tercera se pregunta por el impacto y consecuencias de esta violencia. Por último, se analiza la resistencia de las víctimas, para acabar con las conclusiones y recomendaciones. Para el estudio fueron entrevistadas de forma directa 63 víctimas, aunque también se realizaron talleres colectivos de memoria en los cuales participaron diversos grupos de víctimas.
El informe contiene historias indignantes como la de los ring de boxeo de San Onofre, donde se obligaba a los gais a pelear para que «mostraran hombría”. Un “espectáculo” organizado por los paramilitares del Bloque Héroes de Montes de María, que se celebraba a la vista de los habitantes del pueblo como un mensaje de rechazo a la diversidad sexual. En algunos casos la violencia demostrada es espeluznante. En Caquetá, por ejemplo, los paramilitares empalaron a un gay por mantener una relación sentimental con un guerrillero de las FARC. También espantosa la narración del asesinato de una mujer trans que hace Sandra, otra mujer trans de Tumaco: «Después de violarla, con cortauñas cortarle los dedos, pedacito a pedacito, y luego de ahí meterle un plátano popocho de esos gruesos por el ano y luego agarrarlo y aplastarle la cabeza, eso lo pasaron por El Extra, la muerte de ella fue horrible».
El informe del CNMH muestra además la relación de la violencia ejercida contra las personas LGTB en el contexto del conflicto con la LGTbfobia social reproducida en el seno de las familias y de la Iglesia: “La memoria de estas víctimas del conflicto armado ha insistido en señalar esa conexión, y ha insistido también en que, si la comunidad, la escuela o la familia, e incluso, las instituciones religiosas tuvieran un accionar distinto, existiría la posibilidad de disminuir estas violencias (…) así como sus consecuencias”.