Barcelona: una concentración en recuerdo de Alan reclama el despliegue efectivo de la ley catalana contra la LGTBIfobia
Más de 300 personas se congregaron este miércoles en la Plaça Sant Jaume de Barcelona para denunciar el acoso por LGTBfobia y reclamar que se despliegue de una vez, y lo haga con contundencia, la avanzada ley catalana contra la LGTBIfobia.
El desencadenante inmediato de la protesta ha sido el trágico suicidio de Alan, el adolescente transexual que se quitó la vida el pasado 24 de diciembre al no poder soportar la presión que sufría por parte de su entorno escolar. Y ello a pesar de que acababa de ver oficialmente reconocida su identidad masculina en el Documento Nacional de Identidad y de contar con el apoyo de su familia, lo que demuestra una vez más la extrema vulnerabilidad de las personas transexuales menores de edad.
Su muerte, que ponía sobre la mesa la necesidad de actualizar las leyes en materia de transexualidad (como por ejemplo la diputada madrileña Carla Antonelli reclamó en un artículo difundido, entre otros medios, en dosmanzanas), desató una remarcable reacción social que se acompañó de concentraciones en muy diversos puntos de la sociedad española. Pasado ya más de un mes, colectivos lGTB catalanes quisieron el pasado miércoles volver a recordar a Alan para que la tragedia no se pierda en el olvido y para reclamar que de una vez las instituciones desplieguen con todo su potencial y hagan efectiva la ley 11/2014 contra la LGTBIfobia aprobada por el Parlamento catalán hace ya casi año y medio. Uno de sus puntos, recogido en el artículo 12.6, afirma por ejemplo que «debe velarse por la concienciación y la prevención de la violencia por razón de orientación sexual, identidad de género o expresión de género y ofrecer mecanismos a los centros para que detecten situaciones de discriminación o exclusión de cualquier persona por las dichas razones. En este sentido, debe promoverse el desarrollo efectivo de planes de convivencia con un especial énfasis en las medidas de prevención y de actuación contra el acoso de que pueden ser objeto las personas LGBTI en el medio escolar».
Según recoge la crónica de La Directa (de la que tomamos también la foto del acto) en la concentración tomaron la palabra, por ejemplo, Verónica, una mujer trans a la que la Unidad de Género del Hospital Clínic de Barcelona ha denegado una vaginoplastia por el hecho de ser de edad «avanzada» (tiene 52 años) y disponer de pocos recursos económicos. «He encontrado más transfobia en las instituciones públicas que en la calle», se lamentaba. Un grupo de niños y niñas trans, cuyas familias forman parte del colectivo Chrysallis, leyeron en voz alta varios puntos de la ley 11/2014. Chrysallis denuncia, por ejemplo, la ausencia de protocolos para abordar el acoso por a estos menores en los centros escolares de Cataluña, así como la escasa o nula formación de los profesores en este área. La concentración terminó con la lectura de un manifiesto por parte de la escritora Isabel-Clara Simó y del cantante Gerard Quintana, seguido por un minuto final de silencio en memoria de Alan.
No bastan leyes, hay que desarrollarlas y aplicarlas
El mismo miércoles, en Reus, la nueva consejera de Educación, Meritxell Ruiz, declaraba que la lucha contra el acoso es una de las prioridades de nuevo gobierno catalán, asegurando que sí existe ya un protocolo en los centros educativos. Protocolo que el portavoz del Observatorio contra la Homofobia, Eugeni Rodríguez, asegura no conocer. «Las entidades no lo hemos visto, ni lo hemos trabajado, y tampoco lo han hecho los colegios», declaraba Rodríguez, que reclamaba también un teléfono específico de atención a las denuncias por LGTBIfobia, que hasta el momento se están derivando al 012, atendido por personas específicamente formadas.
Una vez más, como ya hemos recogido en otras ocasiones (por ejemplo, en relación a la ley integral de transexualidad de Andalucía) se pone de manifiesto que no solo basta con aprobar leyes: es necesario desplegarlas con el adecuado desarrollo reglamentario, dotarlas materialmente y asegurar que se implementen de forma efectiva. Mientras ello no se haga, un buen texto legal, pero que solo recoge principios e indicaciones generales, puede acabar convertido en papel mojado.
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Flick
Flick no es más que el "nick" con el que empecé a comentar (y discutir, y razonar...) en dosmanzanas, allá por 2006. Me sabía a poco, por eso decidí colaborar y compartir mi pasión por estar informado. Y aquí sigo.