Taiwán elige una presidenta y un parlamento favorables al matrimonio igualitario
Buenas noticias desde Asia oriental. La candidata Tsai Ing-wen ha conseguido la victoria en las elecciones generales celebradas el pasado sábado y su Partido Progresista Democrático (DPP) ha obtenido una mayoría absoluta en el Yuan Legislativo, el parlamento del país. Tsai es una firme defensora de los derechos LGTB, incluido el matrimonio igualitario, como ha manifestado en varias ocasiones.
Vuelco electoral en la República de China, comúnmente conocida como Taiwán. El gobernante Kuomintang pasará a la oposición tras perder las elecciones presidenciales y legislativas frente al DPP. La presidenta electa ha mostrado su apoyo a la igualdad LGTB, lo que unido a la mayoría parlamentaria que ha conseguido su partido, permite albergar la esperanza de que el país se convierta en los próximos años en el pionero asiático en esta materia.
Tsai publicó el año pasado un vídeo para celebrar el equivalente chino del día de San Valentín en el que se incluyen tres parejas del mismo sexo. Ya era bien conocida su postura y la de su partido con respecto al apoyo explícito a la comunidad LGTB. En diciembre del año pasado, el parlamento taiwanés era el primero en Asia en debatir la aprobación del matrimonio igualitario; una cuestión propuesta, precisamente, por el DPP y que cuenta con el rechazo del Kuomintang. El que ahora será el principal partido de la oposición sí apoya las uniones civiles.
La nueva presidenta y entonces candidata también participó activamente en la última edición del Orgullo LGTB en Taipéi, el más multitudinario de Asia. Aprovechó para iluminar la sede de su partido con los colores del arco iris y expresar públicamente su apoyo al matrimonio igualitario. Una idea que reafirmó en un vídeo de Facebook en el que afirmó que “en lo que se refiere al amor, todos somos iguales”.
Aunque el matrimonio igualitario todavía no es legal en Taiwán, el clima sociopolítico es cada vez más aperturista. La vía legislativa parece la única viable, después de que la batalla jurídica emprendida por el activista Qi Jia-wei (o Chi Chia-wei) y su novio para contraer matrimonio fracasara cuando la Corte Administrativa de Taipéi desestimó su demanda al considerar que según la legislación vigente en Taiwán, el matrimonio debe contraerse entre un hombre y una mujer.
Por lo que se refiere a la aceptación social, hay indicios positivos. En octubre del año pasado, por primera vez, en las bodas masivas de Taipéi participaron 10 parejas del mismo sexo (cuya unión fue simbólica y sin validez legal), con el apoyo y la bendición del alcalde de Taipéi, Ko Wen-je. El principal escollo proviene del ámbito religioso. La Alianza Nueva Generación fue uno de los grupos cristianos que criticaron la medida de incluir a parejas del mismo sexo en las bodas masivas: “nos oponemos firmemente a la promoción en la ciudad de la cultura gay con nuestro dinero, sin ninguna discusión”. Con todo, cabe recordar que los cristianos solo representan en torno al 3,9 % de la población taiwanesa.
Por otra parte, en 2014 el Orgullo LGTB batía un nuevo récord de asistentes: 64.000 personas. Ese mismo año, se hacía público que el 68 % de la población está a favor del matrimonio igualitario. En septiembre de 2013, 800 activistas celebraron con gran éxito un banquete nupcial frente a la sede presidencial para reclamar la aprobación del matrimonio igualitario. Taipéi, por su parte, es considerada por muchos la ciudad más gay-friendly del continente asiático y es hoy un destino turístico LGTB en alza. La capital y Kaohsiung, la segunda ciudad del país, cuentan desde este año con un registro de parejas del mismo sexo.