Interior hace público un primer avance de la estadística de delitos de odio en 2015: el 12,7%, debidos a LGTBfobia (ACTUALIZADA)
El Ministerio del Interior ha presentando esta semana el avance del informe 2015 sobre delitos de odio en España, cuyos datos completos se conocerán en próximas semanas. El total de casos registrados en 2015 ha sido de 1.324. De ellos, 168 (un 12,7%) lo fueron por orientación sexual o identidad de género. Unas cifras que fuera de contexto podrían llevar a pensar que ha habido un descenso respecto a 2014. Sin embargo, el cambio en el sistema de contabilización de las denuncias impide hacer una comparación precisa con los datos de años anteriores.
La cifra total de delitos de odio registrados en 2015 por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado fue de 1.324, lo que supone un aumento del 13% respecto a los datos registrado el año anterior. Según insiste el Ministerio, este aumento no significa que se haya producido realmente un incremento de estos delitos, ya que este año se contabilizan dos nuevos ámbitos que anteriormente no se computaban: la ideología, que he hecho en 2015 supuso el segundo mayor porcentaje de delitos de odio (308 casos, lo que supone un 23,8%) y el sexo o género (24 casos, un 1,8%).
El mayor porcentaje de delitos de odio fue el correspondiente a los casos de racismo y xenofobia (506, un 38,2% de los casos), seguido de la ideología (ya mencionada) y en tercer lugar la discapacidad (224 casos, un 16,9%). Los delitos por orientación sexual o identidad de género constituyen el cuarto grupo más numeroso, seguido de los delitos por creencias o prácticas religiosas (70, un 5,3%), por sexo o género, por aporofobia u odio a las personas «pobres» que se encuentran en situación de exclusión social (15 casos, un 1,1%) y por antisemitismo (9 casos, un 0,7%).
Puedes descargar el documento con los datos del avance del informe sobre delitos de odio (presentados a continuación de los datos referidos a trata de seres humanos) en este enlace.
Datos que en cualquier caso no permiten, como dijimos más arriba, establecer comparaciones con los de los dos años anteriores, únicos de los que existen una contabilidad oficial de los delitos de odio denunciados. A simple vista, parecería por ejemplo que el número de delitos de odio motivados por la orientación sexual o identidad de género reales o percibidas de las víctimas habría experimentando un importante descenso: de 513 en 2014, cifra que suponía el 39,9% (el grupo más numeroso, de hecho), a 168 en 2015, el 12,7%. Un descenso estadístico que no se corresponde con un descenso real, como los recientes episodios denunciados en diferentes puntos de España se encargan de demostrar. También los colectivos LGTB han querido aclarar que la variación se debe a un cambio metodológico.
FELGTB: sigue siendo solo la punta del iceberg
De hecho, la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) se ha felicitado por el cambio en el criterio de recogida de los datos, que considera ahora más precisos que antes. «Tal como FELGTB había trasladado al Ministerio del Interior en diversas ocasiones, este nuevo informe corrige por fin la recogida errónea de los 2 anteriores (2013 y 2014) en los que el número de denuncias de víctimas de delitos de odio era mucho mayor y por causas diferentes a las que las organizaciones LGTB estaban recogiendo. Según muestra el informe, este año se han contabilizado 168 agresiones e incidentes por esta causa, frente a las 513 de 2014. Este descenso no muestra realmente una disminución de los delitos, sino una forma diferente de catalogarlos», ha señalado esta organización en un comunicado.
La FELGTB ha querido insistir una vez más en que, según sus propios datos, más del 70% de quienes sufren agresiones físicas o verbales, o amenazas con tintes LGTBfóbicos, no denuncia. «La cifra de agresiones, por tanto, si extrapolamos datos, superaría el medio millar. El miedo a salir del armario o la sensación de que no habrá consecuencias para sus agresores, entre las principales razones para no acudir a la policía», expresa el comunicado, para el cual las denuncias recogidas por Interior no suponen más que la punta del iceberg. «Aunque se está trabajando en la recogida de datos y en la aproximación de los cuerpos y fuerzas del estado a las víctimas, seguimos hablando de un colectivo bastante invisibilizado y expuesto a grave riesgo de sufrir violencia», añade.
Desde FELGTB, demandan al Ministerio del Interior una ley de protección integral contra los delitos de odio que mejore el tratamiento de las denuncias y la protección de las víctimas, mejoras en los registros policiales, formación policial estructural, formación de operadores jurídicos, aplicación del protocolo para las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado y una campaña de acercamiento a las víctimas y apoyo a las entidades que ejercen de mediadoras. Para su presidente, Jesús Generelo, «la solución a un grave problema que carcome los cimientos de los valores de nuestra sociedad ha de ser integral. En general, se están colocando parches, pero es preciso ahondar en las raíces de la cuestión. Y el sistema educativo no puede quedar al margen”.
ACTUALIZACIÓN
Tras la publicación del informe completo sobre delitos de odio en 2015 (que ya puedes descargar aquí), las cifras arriba mencionadas han sufrido mínimas variaciones. El total de casos registrados fue finalmente 1.328. De ellos, 169 (siguen constituyendo el 12,7%) lo fueron por orientación sexual o identidad de género.
Los casos de racismo y xenofobia fueron 505 (un 38%), por ideología 308 casos (el 23’2%) y por discapacidad 226 (un 17%). Los delitos por creencias o prácticas religiosas fueron 70 (un 5,3%), por sexo o género 24 (un 1,8%), por aporofobia u odio a las personas “pobres” que se encuentran en situación de exclusión social 17 (un 1,3%) y por antisemitismo 9 casos (0,7%).
Insertamos a continuación la gráfica actualizada (eliminamos la previa):
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Flick
Flick no es más que el "nick" con el que empecé a comentar (y discutir, y razonar...) en dosmanzanas, allá por 2006. Me sabía a poco, por eso decidí colaborar y compartir mi pasión por estar informado. Y aquí sigo.